Simeone repite libro: ‘éxitos del pasado’

El partido en Mestalla hizo que me reencontrara con el Atleti del pasado, me teletransportó a 2016 y me sacó la sonrisa al ver la jerarquía y contundencia con la que Reinildo, Witsel y Giménez achicaban balones en el interior área. Como si llevaran toda la vida juntos.

El pasado lunes vi a un EQUIPO. Sí, un equipo en mayúsculas. Simeone cogió el librillo de ‘éxitos del pasado’ y me recordó a aquella mítica defensa que estaba arropada por un centro del campo de cemento armado compuesto con Saúl/Raúl García, Tiago, Gabi y Koke. No había grietas ni tampoco sustos. Desde la seguridad atrás se creaba el verdadero peligro en ataque.

Vi a un Atleti cómodo defendiendo. Witsel, Kondogbia, Giménez y hasta Morata fueron piezas clave en despejar todo tipo de balones aéreos: ya fuesen laterales, a balón parado o despejes peligrosos. Los centrales, acompañados por Llorente, Saúl, De Paul, Koke y Kondo, formaron una telaraña defensiva donde siempre mantuvieron la calma, sabían cómo posicionarse en todo momento y si un compañero no lograba robar el esférico, el otro acudía al rescate con esa intensidad que tanto he echado de menos.

Volvió el unocerismo y la segunda portería a cero de Oblak en lo que llevamos de temporada (la pasada campaña sólo logró tres). En cuanto al partido, el Atleti desesperó al rival en cuanto cruzaban el centro del campo. Ahí, los muchachos de Simeone apretaron filas, se posicionaron bien compactados y se transformaron en un muro que a medida que pasaban los minutos le comía la moral a los jugadores del Valencia. La frustración ché se palpaba en el ambiente y en ese momento era cuando Joao, Morata, Llorente o Carrasco aprovechaban para armar una contra que casi siempre tenía peligro.

El trabajo de De Paul, Koke y Kondogbia no lució tanto como muchos quisierais, pero se dejaron la vida presionando, achicando terreno y ayudando a Llorente y Saúl en el repliegue de los laterales. Su posición exige mucho físico y ahora, que estamos en la jornada tres, todavía hay que esperar a que se pongan a tono para realizar este trabajo a la perfección. Pero queridos, ¡el camino a seguir es este!

Si el Atlético de Madrid consigue fortalecer este esquema y esta seguridad defensiva, aspira a todo. Lo digo cómo lo siento, Joao Félix debe ser ese Griezmann de 2016, ese jugador diferencial que en cuanto coge la pelota es capaz de dar un asistencia o marcar un gol de la nada. Recordad, hay que defender bien para poder ganar los partidos. ¡El equipo del Cholo ha vuelto!

Autor: Antonio Rodríguez

Periodista digital, de papel o de lo que sea, pero siempre reinventándome. Escribo sobre lo que me gusta y lo comparto con vosotros. De Almería. Música y mucho Atleti. Si se cree y se trabaja, se puede.

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