Fue en el minuto 67 y bajo el cielo de París cuando Diego Pablo Simeone decidió dar entrada a Ángel Correa. En ese momento, al ver cómo el cartelón del cuarto árbitro señalaba el ’19’ de Julián Alvarez que confirmaba su salida del campo, a muchos nos entraron dudas. Y ojo, no por la entrada de angelito, sino por la marcha de la «araña», que estaba siendo de lo mejor en el ataque colchonero. Sin embargo, el «Cholo» parecía que se olía algo que muy pocos vimos venir.
Confió nuevamente en esa aura mágica que tiene Correa cuando sale del banquillo (definitivamente, uno de los mejores del mundo en ese aspecto). Se aferraba a una última creencia para conseguir el milagro en el Parque de los Príncipes, porque era surrealista que el Paris Saint Germain no estuviera ganando ese partido. Jan Oblak sostuvo el equipo hasta que un ángel decidió aparecer cuando muchos estaban celebrando el sólido empate conseguido bajo escasos efectivos.
Tras recoger un gran pase de Antoine Griezmann, Correa entró al área, regateó a Vitinha y con la pierna izquierda batió a un Donnarumma que no podía creerse lo que estaba viendo. El árbitro pitó el final mientras aún estaban todos los jugadores de campo y del banquillo encima del héroe. Porque eso es lo que está siendo el argentino esta temporada, un héroe encargado de salvar partidos que, en líneas generales, deberían no haber acabado con victoria o empate del Atlético de Madrid.
Sin embargo, cuando entra Ángel Correa al campo, no debes dar nada por hecho. Que se lo digan al Athletic Club en San Mamés esta temporada, quien vio cómo su partido se tiraba por la borda en el momento que el de Rosario anotó en el minuto 92 el cero a uno. O al Real Madrid, quien no pudo celebrar su polémica noche en el Metropolitano gracias a un agónico gol de Correa en el 95‘ para poner el empate a uno.
El mejor revulsivo
Para valorar la hazaña de Ángel Correa, recojo los datos ofrecidos por Atlético Stats tras la victoria ante el PSG. 50 de sus 83 goles con la camiseta rojiblanca han sido en las segundas partes, y 27 de ellos saliendo desde el banquillo, unas cifras espectaculares. De hecho, es el que más tantos ha conseguido de esta manera tras superar a jugadores como Fernando Correa (16) y a Fernando Torres (15).
Uno de esos jugadores que, a pesar de merecerse la titularidad, parece que es más útil cuando sale desde el banquillo. Tiene algo mágico, un desborde y una facilidad para marcar en situaciones de estrés que nadie en la plantilla del Atlético de Madrid ha demostrado tener esta misma temporada de una manera tan regular. Mucha gente lo quiso fuera en los últimos mercados y él mismo confirmó que estuvo cerca de dejar el equipo hace unos años, pero qué alegría seguir contando a gente así. Gracias, Ángel.