¿Sentimiento o negocio?

El otro día fui al cine, a ver la nueva de Scorsese. Cuando quedaban 10 minutos para el final y estaba por descubrirse la identidad del asesino me levanté de mi butaca y me fui para sorpresa de toda la sala. El mes pasado, en el concierto que un conocido cantante daba en el Wizink Center, salí por la puerta mientras el resto del público obligaba al artista a dar un bis. No me llamen raro, no quería pillar atasco. Creo que la mayoría que acaba de leerme lo mínimo que piensan de mí es que soy un tarado o realmente no me gustan ni Scorsese ni el cantante. Si lo descrito anteriormente está fuera de lo normal ¿por qué muchos lo hacen (o hacéis) en el fútbol? ¿Qué lleva a muchas personas a enfilar las escaleras que conducen a la salida en el minuto 80? Y sí, no estoy generalizando, pero resulta un poco increíble que un 10% (siendo generoso) del aforo del estadio tenga un caso puntual jornada tras jornada.

El futbol se está convirtiendo en una forma más de consumo. El reciente traslado del Vicente Calderón al Metropolitano es una fiel representación de la gran transformación que sufre el deporte rey. El ambiente de previa que se vivía en San Epifanio o en los bares de las calles colindantes choca con la atmósfera de consumismo propia del “Wanda” donde las barras de bar se han convertido en foodtrucks que venden croquetas. Algo que funciona en Los Ángeles o San Francisco, pero aquí siempre hemos sido más del Día de los Santos que de Halloween.

Ambas situaciones son fruto de una gestión que maltrata al aficionado y premia al consumidor. Menos hinchas y más clientes. Con estos cambios ha existido una división. Los aficionados que se siguen manteniendo fieles a sus orígenes y al sentimiento de ese “viejo fútbol” y los clientes a quienes les da igual que equipo juegue y solo les importa el fútbol. Pero hay una corriente a la que tanto cambio les ha pillado a contrapié. Una corriente que con una quimera de ideas en la cabeza que es incapaz de cohesionar para definir un pensamiento. Les hablo de aquellos que se definen “atléticos hasta la muerte” pero que no dudan en defender “este fútbol de ahora.” Esa corriente de aficionados que se atan a un equipo y viven con él alegrías y penas, pero a quienes un jugador que abandonó el proyecto con la Liga a medias para irse a un rival directo no les parece un traidor. Un grupo que no duda en pedir a su entrenador que gane partidos y a la vez que juegue “bonito” porque el fútbol es un espectáculo. A quienes ganar 1-0 no les vale si se aburren como ovejas. Quienes defienden que el fútbol actual es un negocio, pero a los que no les parece normal que su entrenador gane 24 millones.

¿En qué quedamos? ¿Sentimiento o negocio?

Foto: Rubén de la Fuente

Autor: Marcos Martín

Comparte este contenido en
468 ad

1 Comentario

  1. El futbol, para quienes viven de él, es negocio. Para los que amamos a nuestro equipo, sentimientos.
    Y como negocio debemos entender a aquel jugador que se va a mejorar su contrato o a otro club donde pueda ganar más títulos y con ello mas dinero. Eso no le habilita para que lo haga de cualquier forma. De eso ya hemos hablado.
    Como negocio debemos entender a todos los que «ponen» su dinero para obtener réditos.
    Para muchos de los que van a los estadios, la mayoría, mas que por un espectáculo van por sus sentimientos.
    Estoy seguro que los abonados mas que por ver futbol, se compran un abono por apoyar a su club. Por ver a «su» equipo jugar. Si fuera solo por ver un espectáculo, se quedarían en casa y lo verían en televisión, que encima te repiten las jugadas mas importantes y las mas dudosas.
    Yo veo el futbol por la tele y de vez en cuando voy ahora al Metropolitano, antes al Calderón y antes a algunos al Metropolitano.
    Para mi ir al campo no es para ver un espectáculo. Desde el día anterior ya estoy pensando en que me voy a poner. Si me llevo la bufanda o la gorra. O quizás las dos cosas.No es para ver, si no para que sepan que yo también estoy con ellos.
    Y eso creo que son sentimientos.
    Que si, que luego están los que se marchan 10 minutos antes. Yo sería incapaz. Hasta creo que soy de los que salen últimos del estadio. Me gusta verlo.

    Escribe una respuesta

Envia un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies