El retorno de la pantera

Es semana de derbi en la capital. Pese a que este Real Madrid-Atlético no ha generado tanta expectación como los últimos, el enfrentamiento entre los dos colosos capitalinos mantiene numerosos alicientes. Uno de los más destacados es el regreso de Diego Costa a los derbis cuatro años después. Enemigo público del madridismo, el delantero de Lagarto vuelve al estadio que lo vio encumbrarse en la élite. El salto a la fama del hispano-brasileño llegó en el primer derbi de la temporada 2012/2013, cuando Simeone sorprendió a todos sacando a Costa en el once titular. En un partido tosco y trabado, Diego se ganó la animadversión de la hinchada madridista en sus encontronazos con Pepe y Sergio Ramos. Meses después, el impetuoso punta colchonero haría el tanto en la final de la Copa del Rey que permitió al Atlético llevar el partido a la prórroga y conquistar, en el tiempo extra, su décimo cetro copero.

Sin embargo, su mejor actuación por Concha Espina estaba todavía por llegar. El 28 de septiembre de 2013, el Atlético de Madrid asaltaba el Santiago Bernabéu por segunda vez consecutiva gracias a un partido memorable del hispano-brasileño. Aquella exhibición de potencia, velocidad, definición y voracidad encumbró a Diego Costa como uno de los mejores delanteros del mundo y, de paso, le sirvió para ponerse a toda la masa social merengue en su contra. De ahí que no sorprendan los constantes recelos y críticas que produce su figura entre los aficionados y periodistas blancos. Muchos de ellos son los que lo piden fuera del equipo español por su carácter díscolo y agresivo. El mismo motivo por el que elogian al jugador más expulsado de la historia de la Liga. La selección de todos la llaman. De todos los que quieren, claro está.

Es evidente que Diego Costa no cae simpático por La Castellana. Razones no les faltan. Más allá de sus decisivos goles, pocos jugadores han sido capaces de infundir tanto miedo entre la zaga madridista. No en vano, el ‘Cholo’ ha reconocido en múltiples entrevistas que es el mejor jugador al que ha entrenado. Sus tres temporadas en el Chelsea y el impacto de su regreso no han hecho más que justificar por qué es el fichaje más caro de la historia del Atlético de Madrid. Su presión, sus diagonales, su juego de espaldas, sus carreras al espacio, su intensidad y sus goles han vuelto a conquistar a una afición que lo adora como si jamás se hubiese ido. Como si el Diego salvaje e imparable que llevó al Atlético a conquistar la Liga y a jugar la final de la Champions fuera el mismo de siempre. Ni Mandžukić, ni Jackson, ni Gameiro ni Torres han conseguido borrar su huella. Diego es el ‘9’ del Atlético. Nadie lo duda.

Y es que los números dan la razón a Simeone. En los 31 partidos que el Atlético ha jugado sin Diego Costa esta temporada, los rojiblancos han anotado 46 goles. Con el de Lagarto en el campo, el cuadro colchonero ha marcado 37 tantos en 17 encuentros. Así pues, la diferencia de promedio pasa de 1,48 goles por partido a 2,18 dianas por encuentro. La incorporación de Costa en enero no solo ha mejorado el rendimiento colectivo del equipo en general, sino el de sus compañeros de ataque en particular. En especial, el de su principal socio: Antoine Griezmann. Si la primera parte de temporada del francés fue para olvidar (solo siete goles hasta enero), su primer trimestre de 2018 ha resultado espectacular.

Junto a Diego, Antoine ha recuperado su mejor versión, firmando la friolera de 16 goles en todas las competiciones. Pero incluso Kevin Gameiro, pese a su evidente pérdida de protagonismo en el once, ha mejorado sus prestaciones desde la llegada de Costa. Hasta enero, el delantero de Senlis apenas había logrado cuatro goles. A partir de entonces, Gameiro asumió un rol más secundario y mejoró su producción ofensiva, sumando seis dianas y un promedio superior. Es incuestionable, por tanto, que Diego Costa le ha cambiado la cara a este Atlético. Un Atlético que, desde que Costa iniciara el camino en 2014, acumula cuatro años sin perder en los partidos ligueros que ha disputado en Chamartín. El bagaje es demoledor: tres victorias consecutivas (algo que solo el Barcelona ha logrado igualar esta temporada) y un empate. Nadie en la historia había cosechado una racha tan buena como visitante en el feudo madridista. Con la Champions como excepción, el Atlético de Madrid procurará seguir haciendo historia en casa del vecino y asegurar así el subcampeonato liguero. Lo hará con el añorado Costa como punta de lanza. La pantera ha regresado. Y vuelve para quedarse.

 

Foto: RUBÉN DE LA FUENTE

 

Autor: David Gómez

Alcarreño. Adicto a la buena música y a la escritura. Estudiando y haciendo periodismo con un micrófono y un papel. Esclavo de una pasión llamada Atlético de Madrid.

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