Psicosis

Siempre se ha dicho que saber de dónde se viene es la mejor manera de saber a dónde se va y da la impresión de que una parte de la afición del Atleti lleva unas semanas en las que está más perdida que nunca. Ya no sólo por los pitos a Koke, sino por una exigencia hacia todo lo que tiene que ver con el equipo, que no el club, que distorsiona la historia rojiblanca.

La frustración no es, desde luego, la emoción más sencilla de manejar, pero mal haría el sector descontento con el equipo y el Cholo en no ponerle perspectiva al asunto. Obviamente, ganar gusta y cuando uno se acostumbra a ganar, es difícil controlar la caída. El problema es que el equipo del Cholo no ha caído, simplemente ha tenido un pequeño descenso que además es fácilmente explicable por las circunstancias dadas.

Lo primero es que el Atleti nunca ha enlazado tantas temporadas quedando en el podio de la Liga. A partir de ahí, se pueden entrar en debates estéticos, pero no en el nivel del equipo. De la misma forma que es una falacia decir y repetir que este es el nivel histórico del equipo porque el equipo nunca ha tenido esta constancia en la élite.

Reconozco que lo que estoy viendo del Atleti no me agrada, no me divierte y no me invita a seguir viéndolo. Entre otras cosas porque me confunde esa mezcla de equipo serio y equipo que prácticamente se inmola. Pero en cualquier caso no creo que la solución sea el escarnio público a personas que además de disfrutar el trayecto de los últimos años como cualquier aficionado, han sido parte de él.

En cualquier caso, lo importante en esta parte de la temporada es no perder las competiciones que disputas, porque para ganarlas ya habrá tiempo. Y eso, a pesar de no contentar a aficionados y rivales, el Cholo lo está consiguiendo, aunque la renovación del equipo invitaba a un inicio quizás más alegre por las pistas que dio el equipo en pretemporada, pero menos competitivo.

Más que a los críticos, hay que invitar a los histéricos a relajarse, porque desde la calma se ve que, al menos, hay un margen de mejora y un camino que aún no está recorrido pero que ya ha enfilado el equipo en algunos tramos bastante ilusionantes. A partir de ahí, del asentamiento naciente en una defensa que pese a ser nueva casi en su totalidad, sólo queda crecer. Que ya es más de lo que pueden hacer otros equipos.

Seguramente hay muchos errores desde que se confeccionó la plantilla pero una vez sabidos y sin margen de rectificación sólo queda la opción de conocer tus limitaciones y aceptarlas y sobre todo, evitar que el enemigo crezca desde dentro del propio club.

Foto: atleticoDeMadrid.com

Autor: Emilio Cabrera

Cañailla afincado en Sevilla y del Atleti. Estudiante de Periodismo

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