Palabras

A lo largo de la historia el uso de la palabra ha tenido gran importancia. Mediante la utilización de un léxico adecuado uno era capaz de convencer al público de cualquier cosa. Hasta la más absurda teoría era aceptada por una amplia masa social si el vocabulario empleado era el conveniente.

Durante varias temporadas hemos podido comprobar como desde distintos medios se afeaban, menospreciaban e incluso ninguneaban los éxitos de Simeone. Todo por, siempre según ellos, jugar un estilo rácano y defensivo. Si alguien con tiempo, y sobre todo ganas, se pusiese a buscar la alineación del último Atleti campeón de Liga desmontaría esa falacia en un par de minutos. Muchos por miedo a llevar la contraria a quienes, sobre el papel, tienen que tener algo de idea de lo que dicen, se cortan y no rebaten la postura. E incluso la compran y hacen suyo ese discurso.

Todo cambia cuando de la noche a la mañana Zinedine Zidane se encuentra una plantilla donde el gol brilla por su ausencia y en un movimiento de buen técnico empieza a potenciar el plano defensivo. Si no encajas tienes más posibilidades de ganar que de perder. Al otro lado de la ciudad, un argentino lleva años sabiendo, y enseñando, que los equipos cada vez defienden peor y que si entrenas esos conceptos estas más cerca de la victoria. Que cosas.

Ahora, los anteriores titulares son papel mojado. Ahora este Madrid que gana por 1-0 y que lleva sin encajar bastantes partidos es un Madrid histórico. El Zamora de repente es un trofeo con bastante atractivo y la Liga de Campeones está a un resultado adverso en Manchester de pasar a tener una importancia ínfima. El poder del discurso. Si el Atlético de Madrid logra la proeza y levanta esa maldita copa en Lisboa estará ganando un trofeo veraniego. Por el contrario, si es el Real el que lo hace estará reponiéndose a una temporada complicada, levantando una copa durísima en un año de pandemia y las Champions serán las únicas formas de medir la grandeza y poder de un club.

Es lo que tiene su Matrix particular, su vida paralela donde nunca pierden, sino que dejan de ganar en favor de otros. La verdadera lástima es que muchos atléticos sigan escogiendo la pastilla azul de la mano de Morfeo y jamás despierten de su letargo. Aquí siempre lo tuvimos claro: Los grandes equipos se ven en torneos largos y regulares y quiero ganar esa copa, lanzarla al río y dedicarme a seguir viviendo en rojiblanco donde las únicas copas que nos importan son las que vienen llenas y se apoyan en barras.

Los Rodríguez lo dijeron: “Palabras que se lleva el viento, palabras menos, palabras más.”

Foto: Getty Images

Autor: Marcos Martín

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4 Comentarios

  1. Hola, totalmente de acuerdo con el artículo. Sólo quería añadir que además de lo que comentas hay un especial objetivo de la caverna que es que los jugadores buenos y que despuntan en el Atleti (sobre todo gracias a Simeone) son demasiado buenos para jugar en un «equipo de medio pelo» y empiezan la campaña de desestabilización hasta que consiguen que se vaya… y muchos luego vuelven.

    Ya sabéis a quienes me refiero porque son unos cuantos.

    Saludos

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  2. A veces, en el país del nacional-madridismo, no hacen falta ni palabras, la cacicada o la fechoría de turno se justifica con el silencio o directamente con el «porque si».

    En 2014, el Atleti era campeón de Liga y Curtuá se llevaba el trofeo Zamora, sin embargo, la mayoría de los premios de la LFP se los llevaba el vecino, con retransmisión en directo de La Sexta y emitido a bombo y platillo para Emiratos Árabes y para China.

    ¿Quien se imagina que en los próximos premios de la LFP, el premio al mejor portero se lo dan a Oblak? ¿y el mejor defensa a Felipe? ¿y el mejor centrocampista a Koke? ¿y el mejor gol a Morata?

    Probablemente no habría ni palabras adecuadas ni suficientes para evitar un escándalo nacional, pero eso fue exactamente lo que ocurrió en 2014, bastó solo con un «porque sí» para justificar toda esa patraña organizada para vender camisetas y de paso, menospreciar y ridiculizar al Atleti.

    Ahora Curtuá puede respirar tranquilo, le darán su premio y todos los que hagan falta y el belga se sentirá orgulloso de pertenecer al mejor club de la Historia.

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  3. Cuando me hice del Aleti eran otros tiempos. Los medios de comunicación de aquella época nos trataban mejor.
    Fue a partir de que se establecieran las famosas «audiencias» y «venta de ejemplares», lo que hizo que esos medios de comunicación tomaran posturas para captar a un mayor numero de espectadores de televisión, oyentes de radio o de lectores de diarios, cuando a través de las tertulias o debates deportivos, se empezó a «enredar la madeja».
    Hoy día la mayoría de estos medios se dedican a vender imagen del aquel equipo que le reporta mayor audiencia. Siempre tratando de que esa imagen sea impoluta.
    Hay periodistas que no ocultan sus preferencias y muchas veces sus opiniones nada tienen que ver con la realidad. Hasta son capaces de contradecir cualquier regla deportiva, con tal de mantener esa imagen del club, al que, sin lugar a dudas, pertenecen.
    Lo malo es que como usted bien dice, esas opiniones calan hasta en algunos de nuestros aficionados.
    Ya digo, aquellos eran otros tiempos, lo malo es que actualmente esos vocabularios que «ejecutan» en muchas de las tertulias que existen, muchos aficionados las aplican de propio modo en su vida cotidiana.

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  4. Cuando me hice del Aleti eran otros tiempos. Los medios de comunicación de aquella época nos trataban mejor.
    Fue a partir de que se establecieran las famosas «audiencias» y «venta de ejemplares», lo que hizo que esos medios de comunicación tomaran posturas para captar a un mayor numero de espectadores de televisión, oyentes de radio o de lectores de diarios, cuando a través de las tertulias o debates deportivos, se empezó a «enredar la madeja».
    Hoy día la mayoría de estos medios se dedican a vender imagen del aquel equipo que le reporta mayor audiencia. Siempre tratando de que esa imagen sea impoluta.
    Hay periodistas que no ocultan sus preferencias y muchas veces sus opiniones nada tienen que ver con la realidad. Hasta son capaces de contradecir cualquier regla deportiva, con tal de mantener esa imagen del club, al que, sin lugar a dudas, pertenecen.
    Lo malo es que como usted bien dice, esas opiniones calan hasta en algunos de nuestros aficionados.
    Ya digo, aquellos eran otros tiempos, lo malo es que actualmente esos vocabularios que «ejecutan» en muchas de las tertulias que existen, muchos aficionados las aplican de propio modo en su vida cotidiana.

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