No sorprendo a nadie si dijo que el Atlético de Madrid está siendo un desastre lejos del Metropolitano. Más allá de lo que refleja el resultado cuando el árbitro pita el final del partido, lo que realmente preocupa es la imagen que dejan los jugadores de Simeone. El equipo rojiblanco se desvanece cuando visita los territorios enemigos y eso dificulta mucho permanecer en la lucha por los títulos.
Todos tenemos muy reciente las derrotas en Bilbao y Milán, pero es algo que se lleva repitiendo toda la temporada. El equipo ya cayó en Mestalla, Gran Canaria, Montjuic, San Mamés, Montilivi, Sánchez Pizjuán y Milán. En el caso del estadio vasco, tanto en Liga como en la Copa del Rey, el Atleti no consiguió la victoria. Donde sí que se hizo con ella ha sido en Vallecas, El Sadar, Balaídos, Olímpico de Roma, Feijenoord y, por última vez, en el Nuevo Los Cármenes. Desde el 22 de enero, donde Morata dio los tres puntos a los de Simeone en Granada, el Atleti no ha salido victorioso lejos de su estadio.
Es evidente que los rojiblancos han visitado estadios muy complicados donde no sacaron malos resultados, véase la victoria en Países Bajo o en Roma, o en el Bernabéu y Villamarín, donde empataron. No obstante, el equipo anda falto de actitud en la mayoría de los encuentros anteriormente mencionados. Vuelven a aparecer los fantasmas de años atrás que mostraban una imagen muy pobre de los de Simeone cuando les tocaba jugar de visitante.
Y es una situación que tan solo se salva porque en el Metropolitano el Atleti es totalmente diferente. Un equipo sólido, férreo, con actitud, personalidad y con garra. El plus de la afición es un factor diferencial para este equipo que, a pesar de haber contado en su gran mayoría con muchos aficionados desplazados en cada salida, el equipo no ha sabido devolverles el esfuerzo. Gracias al fortín que se ha creado en el estadio rojiblanco, los de Simeone han conseguido mantenerse en los puestos altos de liga, llegar a semis de Copa y seguir vivos en Champions.
Lo que está claro es que el Atleti debe dejar los miedos atrás y ser un equipo competitivo cuando viaja. Conseguir un equilibrio (para bien) entre los partidos de local y de visitante es la mejor opción para un club que tiene plantilla para lograrlo, pero que no lo ha demostrado en muchas temporadas. Será trabajo de Simeone solucionar esto, ya que, como bien declaró en rueda de prensa hace unas semanas, «el entrenador prepara mal los partidos de visitante y la responsabilidad es mía».
8 marzo, 2024
Todos sabemos que los mayores éxitos del Cholo con el atlético, ha sidio cuando se jugaba con un 4 4 2.
Desde gace ta akgñún tiempo, el entrenador ha cambiado el sistema, suponngo que por sus manías superstciosas, y así le va al equipo.