El Atlético de Madrid es el segundo equipo de la Liga que más anota en el cuarto de hora final de los partidos. El último en el Metropolitano frente al Espanyol en el 100’ siendo el 2-1 y gol de la victoria. Una esencia única: nunca dejan de creer.
Los partidos son complicados de principio a fin y más ahora ya que todos los equipos aprietan en la recta final y las heroicas suelen aparecer con más frecuencia. Sin embargo, el Atleti siempre lo ha intentado hasta final durante toda la temporada, cosa que lo honra como equipo. El segundo tanto de Carrasco fue el 19˚ de esta temporada en el tramo 75’- 90’. Un gol que se celebró a lo grande ya que nos sirvió para seguir en puestos de Champions una semana más.
El espíritu de los colchoneros no es otro y no será otro que el sufrimiento constante, sea quien sea el rival y sea cual sea la competición, una forma de vida que nadie más podrá entender. Ya pasó en la ida frente al propio Espanyol que acabó metiendo el gol de la victoria Lemar en el 99’. Una temporada más de locura en la que en este año están reinando los goles tardíos. Un dato que da de qué hablar sobre la efectividad y empuje de los jugadores que entran desde el banquillo, dejándose todo por el escudo que representan.
La magnitud del Atlético de Madrid sólo se entiende a base de corazón y nuestros guerreros confían en cada minuto, en cada jugada y sólo nosotros podemos presumir de ello. Sin olvidar a la afición que siempre apoya al equipo hasta el pitido final, cobra un gran peso en las épicas de los nuestros. Este es el ADN Atleti, no traten de comprenderlo, sólo disfrútenlo.