El Atlético de Madrid vuelve a ser el Atlético de Madrid. Este lunes, el club rojiblanco oficializó el retorno de su legítimo escudo con el cambio de bandera en el Estadio Metropolitano. El cuadro colchonero también lanzó un vídeo en redes sociales en el que mostraba ese cambio y concluía con una frase reveladora: «A veces, el corazón tiene razones que el marketing no entiende». Resulta loable que el club haya enmendado su error y, además, lo reconozca públicamente. Sin embargo, por mucho que la SAD tenga la tentación de atribuirse ciertos méritos, conviene hacer memoria.
El regreso del escudo es un triunfo exclusivo de la hinchada del Atlético de Madrid. Ha sido consecuencia del esfuerzo de mucha gente, empezando por el Frente Atlético y los miembros de la Comisión Social que votaron a favor de la consulta. Y por supuesto, acabando por los 68.894 socios que eligieron recuperar la tradicional insignia. Sin embargo, en ese selecto círculo no está la SAD. El escudo ha vuelto a pesar del club, no gracias a él. Porque fueron ellos los que abrieron una disputa innecesaria con un cambio que nadie pidió. Y fueron ellos los que prolongaron durante siete temporadas una cruzada incomprensible contra su afición.
La única razón por la que el escudo del Atlético de Madrid ha vuelto es por la presión incansable de su gente, ni más ni menos. El boicot a los productos con el logo, el descalabro en los ingresos y el récord de ventas de los artículos con el escudo han forzado a la directiva a recular. El Atleti jamás escuchará el sentir de sus aficionados… a no ser que les toquen el bolsillo. Y en este caso, se resintió mucho. Entre pérdidas y pérdidas, el palco comprendió que el Atlético de Madrid no es una multinacional con tirón en China. Es un gigante del fútbol cuya masa social, tradicional e identitaria por naturaleza, está arraigada a Madrid y a España.
Tenemos muchos motivos para celebrar. No es para menos. Hoy hemos recuperado un pedacito de aquello que nos expoliaron un 30 de junio de 1992. Sin embargo, el cambio de escudo no puede tapar las vergüenzas de este año ni hacernos caer en la complacencia. La vuelta de nuestra insignia era una obligación, no una concesión. No hay nada que agradecer a quien devuelve lo que un día decidió robar. El regreso del escudo debe servir como punto de partida para mantener la exigencia. De nada sirve un emblema que no se defiende cada día. Y al Atleti hay que defenderlo criticando la falta de inversión en la plantilla y no acallando los cánticos contra Gil. Este es solo el primer paso. Todavía queda camino por recorrer.
28 mayo, 2024
Fantástico y de justicia recuperar el escudo. Enhorabuena a toda la afición. Pero aún quedan cosas por lograr:
1º Se tiene que mantener el precioso himno del club de P. Varona, nada de silenciarlo cuando sale el equipo al campo para que la afición lo vaya olvidando y colar luego otra pachanga tipo Joaquín Sabina y su manera de perder. Que suene a todo volumen el himno de siempre mientras toda la afición lo corea para hacer del estadio otro Vicente Calderón de las grandes citas.
2º Hay que renombrar al estadio como Nuevo Vicente Calderón (entre otras cosas por sintonía con dicho himno, por respeto a la historia y por la grandeza del presidente aquel que hizo grande al Atlético).
3º Recuperar la camiseta de rayas rojas y blancas y el pantalón azul marino y medias rojiblancas al estilo setentero y ochentero sin cosas modernas extrañas como rayas torcidas, rayas gruesas, rayas rojas pálidas, pantalón azul claro o otro tipo de experimentos de marketing. Seguro que serían mucho más rentables las camisetas tipo las que llevaba el equipo en los setenta y ochenta, ahora con el escudo de siempre.
4º Segunda y tercera equipación en honor a su historia, una ya en uso, del Atlético de Madrid filial del de Bilbao, blanquiazul a cuadros como la recuperada estas dos últimas temporadas, y otra como la del glorioso Atlético Aviación que inició los triunfos en liga en 1940, pantalón y camiseta azul marino con el emblema del glorioso Ejército del Aire español, las alas, a ambos lados del escudo. El Atlético de Madrid no debe olvidar su glorioso pasado asociado al arma aérea española.
5º Inclusión de la bandera de España, nuestra amada patria de los atléticos, en la camiseta bien visible (no una banderita que apenas se ve) en la parte frontal y central de la camiseta. El Atlético de Madrid es un equipo español ante todo y sobre todo.
6º Y ya que ha tenido la valentía (y al Atlético en eso no le gana nadie, en títulos puede, en valentía nadie en España ni en Europa) de incluir una religiosa hija de Dios en su hasta ahora horrorosa y pro perdedora campaña publicitaria de imagen de atracción de socios y abonados, en la que solo se apelaba a vender la «derrota» y el «que manera de perder» o la «gloriosa derrota tras derrota», con personajes realmente patéticos tipo Burgos saliendo de una alcantarilla, tipo elfos marginados, tipo padre que no sabe porqué decir a su hijo porqué son del Atleti tras perder una y otra vez o el abuelo pobre que da pena porque va al hospital a ver a su nieto en transporte público, etc., muy bien estaría que incluyese el Sacratísimo Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María en sus camisetas con total reverencia (el Getafe lo tiene en su escudo), pues, a pesar de la peste atea que a destrozado el mundo en las últimas décadas y a centenares de millones de personas, el Atlético es un equipo de la bimilenaria católica España, y Jesucristo bien merece más que nadie un valiente homenaje y recuerdo que a ningún socio o abonado debería ofender en absoluto por muchos complejos y prejuicios que tenga. Dios también tiene cabida en el club, cuánto más en el club «sufridor» por autonomasia (como el Señor camino del Calvario, previa su Gloriosa Resurrección), y en los corazones atléticos, católicos presentes o futuros católicos cuando tomen la sensata y humilde decisión de convertirse. Si el Atlético quiere Gloria tras el sufrimiento, que se encomiende a quien tiene que encomendarse y no a ídolos, amuletos o supersticiones vanas.
7º En cuanto a la música previa a los partidos y durante el descanso, bien estaría que revisasen el repertorio y optasen por la música clásica (Beethoven, Mozart, Schubert, Bach, etc.). Afición y jugadores necesitan tranquilidad y concentración plena, no estéril emocionalidad, emotividad o exaltación de un tipo de música moderna que perturba la paz interior que se requiere para ser precisos en pases y jugadas. Ojo, porque todo ayuda a ganar, la música ambiente también. La música clásica mejora el rendimiento y anima a la afición a relajarse (cuidado con los infartos) sin dejar de llevar al equipo en volandas. Además, se evita la violencia y agresividad, para evitar desgracias mayores en los campos debido a la creciente agresividad. Mejor prevenir que lamentar luego hipócritamente. Se va al campo a divertirse, no a salir camino del hospital o del cementerio. El fútbol debe ser diversión ante todo, no idolatría que solo acarrea violencia. Que no se tome esto a la ligera, que luego viene el llanto y el rechinar de dientes. Así que actúese en consecuencia ya.
8º Para un medio plazo, pensar en ampliar el aforo del estadio. Con tantísimos socios no abonados de momento, 70.000 plazas se van a aquedar escasas en poquísimas temporadas. ¿No se quiere un equipo grande de verdad? Pues que se vaya pensando en ampliar la capacidad en otros miles de asientos.
29 mayo, 2024
Creo que te equivocas de foro, por eso no te contesta nadie.
El seminario son dos puertas mas abajo
Saludos
29 mayo, 2024
No seas así, hombre, ¿quién no quisiera ver a un Atleti celestial?