Hace unos días el Watford inglés hacía oficial el fichaje de Mario Suárez. Un buen amigo cibernético, de talento contrastable y por el que tengo un gran cariño, me alertó sorprendido sobre las reacciones que la noticia estaba teniendo entre los aficionados Hornets. Todas buenas. Todas extremadamente positivas. Es la misma sorpresa que, de haberlo sabido, estoy seguro que hubiesen tenido un gran número de colchoneros y la totalidad del resto de aficionados al fútbol de nuestro país. ¿Mario Suárez? Los seguidores del Watforld mostraban su alegría por el fichaje y no sólo estaban encantados con la llegada del canterano rojiblanco (y así lo decían), sino que directamente no se lo podían creer. Lo consideraban uno de esos jugadores destinados a equipos de otro nivel.
Pongámonos en situación. Watford es una ciudad cercana a Londres (unos 30 km) cuyo equipo de fútbol acaba de ascender a la Premier. La primera vez que jugó la máxima competición inglesa fue en 1981 (con Elton John como presidente) y después sólo ha podido disputarla 7 veces más. Para entender de lo qué estamos hablando, equipos españoles con 8 años en primera división no me salen pero con 9 tenemos al Logroñes y al Córdoba, con 10 al Levante y con 11 al Getafe.
Mario Suárez es un jugador internacional español (selección campeona del mundo y vigente campeona de Europa) que ha ganado la Europa League, la Supercopa de Europa, la Copa del Rey, la Supercopa de España, “la mejor liga del mundo” y que la temporada pasaba jugaba partidos en la Champions League (algunos de titular) con un equipo que llegó a cuartos y que un año antes había jugado la final.
Imaginen lo que diríamos si el Getafe o el Córdoba fichasen en enero a un jugador de esas características. Internacional de 28 años, que el año pasado jugaba Champions con el Bayern o el City o la Juventus y que lo ha ganado todo. ¿Qué escribirían sus aficionados en las redes sociales? Pero pensemos ahora, ¿qué escribirían los mismos aficionados si ese jugador se llamara precisamente Mario Suárez? ¿Dirían lo mismo? Sabemos que no. Dirían todo lo contrario.
¿Por qué? ¿Por qué conocen a Mario Suárez? No. Porque Mario Suárez jugó en el Atlético de Madrid. Es decir, “un equipo más” de esos “otros” equipos que juegan en España. No tiene ningún mérito. «¿Quién es Mario Súarez? ¿Qué ha hecho?» diría convencido cualquier ávido lector del diario AS.
Mientras en la prensa británica (y el resto del mundo) el Atleti es hoy un equipo Top que en los últimos años lo ha ganado casi todo (y sabemos lo que significa ese “casi”), en España la “realidad” es bien distinta. En este peculiar régimen norcoreano los méritos deportivos no cuentan, la competición es una excusa que “no vende” y todo gira en torno a un único producto de dos colores al que TODOS debemos venerar.
Mientras los ingleses tienen una prensa deportiva que, con sus matizaciones, describe un mundo que se parece bastante a la realidad, nosotros vivimos en una permanente, inmensa y (al parecer) rentable mentira. Mientras en Inglaterra abren el foco y pueden ser aficionados al fútbol (y lo son) nosotros simplificamos la mediocridad y nos aferramos a la jugosa anécdota para ser grandes aficionados al circo. A ese “fútbol” bicolor y zafio que nos venden. El del “y tú más”. El de “yo la tengo más gorda”. Ese que aparece camuflado como «deportes» en radio, prensa escrita o televisión. En medios públicos y privados. Siempre. Salvo que peregrinemos a los márgenes menos concurridos de los suburbios mediáticos, eso es lo único que vamos a encontrar.
Lo sabemos, pero sumidos en un régimen dictatorial que se justifica en ratios de venta y shares de audiencia que nadie parece discutir, incluso nosotros, vulgares anomalías dentro de un sistema que no nos reconoce, acabamos aceptando las reglas y las premisas del aparato. Usamos su lenguaje. Debatimos sus propuestas. Coloreamos su planilla. “No, si yo no lo veo/leo/escucho”.
Ya.
Es muy difícil pelear contra un enemigo que controla todas las palancas y domina todas las puertas, pero es absurdo hacerlo si ni siquiera somos capaces de localizar dónde está.
La mejor forma de no conocer la realidad es dejar que te la cuente el que tiene intereses en que la veas de una determinada forma.
Tú mismo.
9 febrero, 2016
En el caso de Mario Suárez buena parte de culpa la tenemos los atléticos que le hemos tratado con muy poco respeto. Incluso dentro de la prensa atlética hay un tak Juanes que se pasa el día diciendo que hay que respetar los símbolos y que no es atlético el que critica a Torres y hasta el propio Mario le tuve que responder un día a sus constantes faltas de respeto
9 febrero, 2016
En Inglaterra la prensa es plural, porque no todos los aficionados son de 2 equipos, no les queda otra.
9 febrero, 2016
No hace falta decir nada más. ¡Genial artículo.
10 febrero, 2016
Genial el artículo como Ennio acostumbra. totalmente de acuerdo. Le deseo lo mejor a Mario, uno de los nuestros que siempre cumplió lo mejor que pudo. Se va con un gran entrenador a una liga muy abierta en la que los buenos estrategas destacan. Habrá que seguir de cerca a Quique y Mario, yo siempre les estaré agradecido.
14 febrero, 2016
buen articulo, pero tambien, querria añadir, que creo que fue injusta la salida de mario, y que el tiempo ha demostrado que en caso de lesion de tiago o gabi, el con diferencia, era y seria ahora el mejor sustituto.