Cuando llegó, muchos creímos que era la oportunidad de disfrutar de otro Kun Agüero. Ni siquiera importaba que no jugaran en la misma posición. Era un joven argentino y eso nos era suficiente. De hecho, aún se lee cuando hace un recorte muy corto eso es muy del Kun…
Pero no, Ángel Correa no ha sido el Kun en los años que lleva vistiendo de rojiblanco. Aterrizó con problemas y se tuvo paciencia. Una paciencia que en su primera temporada mereció la pena tener. Se notaba que era un jugador diferente y para colmo se podía comparar con Vietto dentro del mismo equipo. La diferencia era abismal en favor del rosarino. Daba la sensación de que no tardaría en romper y ganar partidos por sí mismos.
Sin embargo, no terminó de dar el paso en años posteriores por lo que le hizo tener que adaptarse a otra posición para poder disfrutar de minutos. En las dos temporadas siguientes se seguía viendo que era diferente y hacía cosas que difícilmente estaban al alcance de otros jugadores de la plantilla. Con errores, pero siempre se podía apelar a la juventud. En total, logró 8 goles y 4 asistencias en su primera temporada, 8 goles y 11 asistencias en la segunda y 9 goles y 9 asistencias en latercera.
Esta temporada encontramos que sus números son de 5 goles y 4 asistencias. Ha participado en el mismo número de goles que tarjetas amarillas ha recibido. Todo ello con más minutos que en su primera y su segunda temporada.
Ahora que empiezan las planificaciones de verano, parece que por primera vez existe un debate en torno al argentinoy el Atlético tiene que valorar varias cosas, ya no sólo cuantitativamente sino cualitativamente. Lo primero es si Correa convence en algunas de sus facetas ¿es buen revulsivo? Sí ¿aceptará él la etiqueta de revulsivo eterno cual Cebolla Rodríguez? Aquí existen más dudas. Aunque ya no son 19 años los que tiene, sigue siendo joven y es posible que este rol no sea su meta en su vida profesional.
Por otro lado ¿podemos decir que cualitativamente Correa ha evolucionado en estas cuatro temporadas? Para Simeone se ve que sí, aunque sea de cara a la galería. Seguramente siga siendo un jugador que ofrece cosas distintas al resto, pero no al Correa que llegó hace un lustro. Tenerlo en el campo supone las mismas ventajas y mismos inconvenientes que cuando aterrizó por primera vez. Y a veces esos inconvenientes te pueden valer una eliminación de la Champions.
¿Merece Correa quedarse en el Atlético de Madrid? Quizás. ¿Merece ser vendido este verano? Quizás.Habiendo motivos para ambas cosas, habrá que esperar las ofertas que lleguen por él y sobre todo esperar a que su rendimiento en el futuro dicte si el Atlético se equivocó o no. En caso de mantenerse de rojiblanco, habrá que ir más allá de su edad y su problema de corazón pasado para defenderlo cuando cometa errores de juventud porque la juventud no es eterna. Y tarde o temprano la experiencia debería empezar a ser un grado.