El Atlético de Madrid suele ser un equipo de contrastes. Capaz de lo mejor y de lo peor, el equipo rojiblanco ha enfatizado esa cualidad durante esta temporada. Si en el Metropolitano ha sido uno de los mejores locales de la historia, sus números como visitante resultan atroces. Esa versión futbolística de Dr. Jekyll y Mr. Hyde ha generado una pregunta ineludible en la parroquia colchonera. ¿Por qué el equipo es tan distinto dependiendo de dónde juegue? «Sé lo que pasa, pero no te lo puedo decir», afirmó Simeone en la rueda de prensa previa al duelo contra el Mallorca.
Las palabras del «Cholo» dejaban entrever las sospechas de la hinchada. Sus declaraciones vinieron acompañadas de algunas indirectas a jugadores como Memphis, cuestionado por su falta de implicación durante esta campaña. El neerlandés no es el único en el punto de mira. Porque si algo ha padecido el Atleti este curso, es la diferencia de actitud entre sus futbolistas. Por un lado, algunos como De Paul sostienen que este ha sido un gran año. Por el otro, a capitanes sin brazalete como Llorente no les sale decir que esta ha sido una buena temporada. Juzguen ustedes mismos.
Las comparaciones son tremendamente odiosas, pero esta lo es todavía más. No hay que ser un experto futbolístico para evaluar el rendimiento ofrecido por ambos durante esta campaña. Tampoco hace falta un nivel 3 de entrenador para darse cuenta de que no todo se explica con actitud, pero que sin ella, no se va a ninguna parte. Casos como el de De Paul reflejan el nivel de conformismo y mediocridad implantado en el club. Con ganar al Celta y a Osasuna en casa, el Atleti tendrá zanjado el «objetivo». Cuarto puesto, clasificación para la Champions y un buen puñado de millones asegurado. ¿Quién necesita más?
Desde luego, al palco del Metropolitano le sobra con ello. Volverá el verano, llegará la desinversión y las renovaciones a la baja y todo permanecerá igual. Y de nuevo, los inquisidores pedirán títulos, pero mirarán al dedo y señalarán a las únicas personas que sí parece importarles la medianía. Pero este Atleti está cada vez más lleno de tipos como De Paul y Memphis y menos de figuras como Llorente. Mientras eso suceda, la ausencia de exigencia seguirá siendo nuestra bandera.
13 mayo, 2024
Bueno, esos jugadores que no se implican, pueden ir al banquillo si el entrenador lo decide, y dar opciones a cantereanos como se hace en otros clubs, para que puedan deomostrar su implicación. Si esto no pasa, es porque el entrenador no lo desea, así, que repartamos las culpas, sin excluir a nadie.
13 mayo, 2024
Pues es verdad, y para más INRI cuando le deja en el banquillo y sale 30 min va y mete dos goles …
Hay que fastidiarse …en fin