Lealtad

No pude ver a Luis Aragonés vestido de corto. No vi tampoco besar la red ningún gol de Ayala. Las cabalgadas de Futre por la banda del Calderón me las enseñó YouTube y mientras el Atleti levantaba su primer y único doblete yo empezaba a usar mis primeros pañales. Si viví, aunque con poca memoria, un descenso a Segunda. Crecí llevando la camiseta del Atleti con la cabeza alta y la mirada perdida en puestos de media tabla. Dejé el colegio con el gran triunfo de escuchar por primera vez la música de la Champions sonar en el Calderón después de mucho tiempo. Me hice mayor viendo como en cada derbi nuestras ilusiones se derrumbaban mientras alguno aún estaba llegando a su asiento. Y, aun así, al lunes siguiente, en cada rincón de España había una camiseta rojiblanca y una barbilla apuntando al cielo.

Quizá por eso, porque aún recuerdo esos días como si fuesen ayer, no he conseguido acostumbrarme a partidos como el del miércoles. Y espero no hacerlo nunca. El día que se pierda la ilusión, el día que los atléticos no tengan ese cosquilleo durante los días previos. El día que las entradas no se hayan agotado con casi tres meses de antelación o unos octavos de final nos sepan a poco, ese día, será el momento de disolver el club. Porque el Atleti es, ante todo, lealtad.

La misma lealtad que tuvieron los que llenaron los aledaños del Metropolitano de bengalas. La misma lealtad que demostraron los que apostaron por animar a su club sin saber el resultado del partido de ida. La lealtad que tiene todo aquel que viaja sin entrada, que no podrá pisar la grada pero que tiene la necesidad y la obligación moral de estar allí. La misma fidelidad que demostraran los que entonaran nuestro himno al final de ese partido, se gane o se pierda, y que harán que el YNWA parezca el hilo musical de un supermercado. Porque el Atlético de Madrid siempre ha sido eso. Para orgullo de unos pocos y enfado de muchos aquí se celebra (en una grada bufanda en mano o sobre una bici estática ondeando una toalla) pertenecer a esta secta llamada Atlético de Madrid. No me cabe la menor duda de que, pase lo que pase, el jueves habrá miles de camisetas rojiblancas en cada rincón de España. Que miles de barbillas apuntarán al cielo y con una mirada sincera noble le dirán a Luis que este, sigue siendo su Atleti.

Autor: Marcos Martín

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1 Comentario

  1. Leia ayer a mi amigo Antonio Fortuny, colchonero de raigambre, sus quejas hacia Simeone y responsable de lo que sucede deportivamente en el Atletico.
    Y siendo cierto que Simeone es el mayor responsable de lo que sucede deportivamente en el Atletico, mas que de los fallos que pueda tener cada jugador por su calidad o su estado físico, son los jugadores con su actitud, los que muchas veces han sido “racanos” en su esfuerzo. Ese no entrar a los partidos con el “calor” necesario, se ha manifestado en muchos partidos.
    Muchas veces he sido critico con Simeone en su futbol, su falta de brillantez lo compensaba el jugador con el esfuerzo, pero actualmente ese se contempla en cuenta gotas.
    La “transición” que acusa el equipo no es solo deportiva, si no que esa “transición” en el vestuario, también se acusa con la falta de liderazgo.
    No vi el partido contra el Sevilla, pero he leído comentarios y opiniones de todo tipo. El que más, que el equipo jugó bien. Que no jugó todo el partido bien, también.
    Luego está que lo importante es el resultado y que este no fue bueno.
    ¿La Liga está barata? Lo mismo es que hay más igualdad. Y por ello suceden resultados de todo tipo, hasta he leído que ahora con todos los medios informático de que disponemos es mas difícil hacer un pleno al 15.

    La lealtad de la que habla Marcos por parte nuestra, es muy parecida al You’ll Never Walk Alone de Anfield de cada partido. Somos aficiones muy parecidas. Tengo amigos entre ellos, que opinan muy parecido. Hasta uno me dice que ellos están mas en lo que pueda suceder en dos fines de semanas, ganando La Premier, que con seguir en Champions.
    Nosotros la temporada nos la vamos a jugar en lo que queda de Marzo, Abril y Mayo, será en estos momentos donde si los resultados acompañan, marcaran la temporada.
    Claro que en la Liga hay que quedar entre los cuatro primeros, pero el primer objetivo es pasar en Champions. Sacar el partido de Anfield de forma positiva.
    Hace dos meses estábamos eliminados de la Champions cuando salió el sorteo. Nadie apostaba por nosotros y hasta daban como finiquitada la eliminatoria en el Metropolitano. Ahora estamos ganando 1-0 y con posibilidades.
    Yo soy de los que creo, que ahora es el mejor momento para decir aquello de “partido a partido”. El primero el miércoles para ustedes, jueves para mí.

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