… Y pocos días después de rechazar una oferta del fútbol árabe y de prometer públicamente que lo hacía “porque su sueño era ganar un título con la camiseta del Atlético de Madrid”, Álvaro Morata se despide de sus compañeros en el Atlético y pone rumbo a Milán, al AC Milan, en concreto. Y tiene su salida varias aristas vamos a tratar de analizar.
La primera, la parte estrictamente futbolística: siempre fue muy discutido en el Metropolitano, nunca terminó de cuajar entre la parroquia rojiblanca. Tenía, como todos, sus defectos y sus virtudes: entre los primeros, “vivía” permanentemente en fuera de juego y fallaba cara a portería más de lo que se espera de un delantero de equipo grande (si, el Atlético es un grande), sobre todo, cuando cogía la mala racha; entre las segundas, cuando le llegaba la buena racha, era capaz de meter un número decente de goles (15 en la última Liga, al nivel de algunos aspiran a esa farsa llamada Balón de Oro), era muy trabajador, despejaba de cabeza un buen número de balones en faltas y córneres en contra y, sobre todo, desde su posición de delantero centro, fijaba defensas y generaba huecos para que sus compañeros entrasen o tirasen desde detrás. Pero, valorando todo, está muy lejos de los Torres, Kun, Forlán, Falcao, Costa, Suárez… delanteros, esos sí, de equipo grande y de los que algo sabemos en el Calderón y en el Metropolitano.
Y la segunda, la forma de irse, que ha dejado un puñado de situaciones surrealistas que uno cree podrían haberse evitado: el hecho ya citado de marcharse pocos días después de manifestar cuál era su gran sueño (ganar un título con el Atlético) y, para más inri, afirmar que “ganar la Eurocopa con España siendo jugador del Atleti era como ganar un título en el Atleti”, respuestas manifiestamente mejorables a aficionados en Instagram, esa permanente sensación de “me quiero quedar, pero me voy”, esa postura siempre excesivamente victimista, aunque en algunas ocasiones llevase razón…
Valorando todo, uno cree que su decisión de marcharse dejando 15 kilos en caja tiene, a priori, más pros que contras para el Atleti. Ahora bien, y como siempre pasa en estos casos, habrá que esperar a ver quién es su sustituto, si es que acaba llegando, para valorar definitivamente si la operación ha sido buena.
21 julio, 2024
Morata se hartó de meter goles en fuera de juego y se hartó de pegar patadas sin sanción en el realmadrí (de infame recuerdo sus miserables 10 minutos en la Final de Lisboa).
Pero al salir del realmadrí, se le acabó la protección y se descubrió, como muchos otros al salir de ese equipo, como un jugador de segundo nivel.
Pero el show debe continuar…
23 julio, 2024
Morata fuera. Ahora hay que vender a Koke (reventado), Llorente (en proceso de reventón), Griezmann (ya ni la sombra de lo que fue, camino de la jubilación), Riquelme y Barrios (las dos promesas), para hacer un Atleti campeón… Menudo panorama.
Morata quería ganar títulos con el equipo y se va a Milán. Su criterio cambia más que una veleta cerca de un acantilado, su coherencia es nula. Le molesta que le critiquen, es hipersensible al yo y todo depende de que le halaguen, pero poco hace para mejorar su rendimiento, que no puede depender de puro sentimentalismo y emocionalismo de redes sociales. Además, una persona pública no debe sentirse afectado en absoluto ni por críticas, ni por adulaciones, por muy intensas que sean. El único Juicio que cuenta en la vida es el de Dios, nada más.
Se esperaba mucho más de él (metió 21 goles en la campaña pasada, lo que está en números de crack, no 15, como se afirma. Eso sí, en todas las competiciones), porque no deja de ser uno de los mejores delanteros europeos, pero de nada sirve si por su bajo ánimo no rinde porque le afecta lo que de él digan, como una nena. También criticaron demoledoramente a Messi desde Argentina, y éste no dejó de ser el futbolista que fue. Espero que en Milán no le critiquen a Morata cuando falle goles o los meta en fuera de juego, donde suele estar desentendiéndose de la jugada. Será muy difícil de reemplazar en el Atlético por uno mejor. Lo más probable es que el sustituto sea peor, pero con algún gol al principio, venderán que ha «hecho olvidar» a Morata, como siempre, para engañar a la afición, como siempre. Así pasó con Carrasco, mucho mejor que Lino. La calidad de la plantilla se va deteriorando temporada tras temporada. Y los buenos que van quedando, cada vez más reventados.
Y lo de los 15 millones de cláusula es de traca. Así no se va a tener dinero para realizar ningún fichaje digno. ¿15 millones por un delantero centro campeón de Europa con la selección?¿Y a Joao Félix por cuánto lo van a vender, por 20? Luego, claro, que no hay presupuesto, que no se puede competir con Barsa y Madrid, que esto es lo que hay y demás engaños.
Y lo de «manifestaciones mejorables», ¿por qué? Es siempre mejor ganar un Mundial o una Eurocopa con la selección nacional a ganar tres Champions con el equipo propio. Ante todo el patriotismo. Mejor que se alegre toda una nación a los hinchas de un equipo solo (o a los que la odian, como los de ETA). España tendría mucho mejor palmarés si los flamantes blaugranas y merengues se hubiesen esforzado más en el pasado, como se esforzaron en sus equipos, si en vez de pachangas o entrenamientos, hubiesen jugado al fútbol de veras. Antes españoles que atléticos, faltaría más. Ah. Y Gibraltar, español, moleste a quien moleste.
30 julio, 2024
Pretemporada exitosa. Empate a 1 con el gran rival del Numancia. Y Simeone sigue encabezonado con sus supersticiones y cábalas del 1-5-3-2, reventando laterales (pobre Riquelme, Lino y Llorente, desperdiciados como laterales largos sin profundidad ni aporte defensivo alguno) y obligando a todos los centrocampistas y delanteros a un sobreesfuerzo estéril.
¿Realmente se ha fichado a Le Normand o no es más que otro cofre de humo?
Eso sí y para ser justos y positivos en lo que sí lo es de verdad (y ojalá cunda el ejemplo especialmente entre los propios futbolistas y entrenador), fenomenal y valiente (sin complejos ni prejuicios necios y peligrosos) la ofrenda floral de Miguel Ángel Gil y de Cerezo en la Concatedral de Soria a la Santísima Virgen María. Dios bendiga a los católicos atléticos y destruya toda idolatría y convierta al fútbol en deporte sano y diversión sana de masas, no en violencia idolátrica criminal y de drogadictos enloquecidos. Y que los aficionados atléticos se conviertan, que con tanto ateísmo soberbio como satanás en las tentaciones del desierto, no se va a ganar ni al Numancia en pretemporada. Me alegra que al menos la propiedad del club sea católica apostólica, como siempre y durante incontables generaciones fue nuestra amada patria, España, tan odiada por los sin Dios. También los futbolistas del Atlético de Madrid hasta los odiosos años ochenta fueron mayoritariamente católicos, rezaban incluso en el campo y hacían siempre la señal de la cruz al saltar a los campos, claro que aquel Atlético era de señores de verdad, no de marionetas ateas o de a saber qué sectas de narcisistas o falsos profetas de la media luna, como ahora. A ver si todo esto cambia pronto. Bien por los Gil y los Cerezo en eso. Ahora a fichar grandes jugadores, no timos.
8 agosto, 2024
¡Como está el patio! ¡Qué barbaridad!