Qué pocos jugadores quedan en activo de aquella final de Champions League en Lisboa. Los Gabi, Godín, Miranda, Juanfran, Villa se retiraron… y ahora ha sido el turno de Filipe Luís. Un lateral izquierdo que ha marcado una época en el Atlético de Madrid. Ganador como el que más, con velocidad, arrancada, llegada y un buen pie del que han salido muchos goles. Y, además, fue un ejemplo de la importancia que tiene reconocer los errores, pedir perdón, y ganarse de nuevo su sitio.
Su llegada al Atleti en 2010 apuntó maneras, pues nada más aterrizar a tierras madrileñas ya se topó con su primer título: la Supercopa de Europa ante el Inter de Milán. Bajo el mandato de Quique Sánchez Flores fue un fijo en el once titular, disputando 36 partidos en su primera campaña de rojiblanco. Y sería una dinámica que se repetiría a lo largo de los próximos años, llegando incluso a jugar un total de 53 encuentros en una sola temporada.
Se fue consolidando como uno de los grandes laterales izquierdos de la liga española, y, con una Copa del Rey, una Europa League y dos Supercopas de Europa bajo el brazo, cuajó una de sus mejores campañas en 2014, donde anotó un gol y repartió seis asistencias. Fue una de las piezas claves de Simeone para lograr el campeonato liguero y rozar la gloria en Champions League, pero tras la debacle de Lisboa, los caminos entre Filipe y el Atleti se separaron.
El brasileño se marchó, junto a Diego Costa, a Londres, para defender los colores del Chelsea. Y, a pesar de lograr un doblete de Premier League y Copa de la Liga, Filipe tan solo jugó 26 partidos y volvió al año siguiente al Atlético de Madrid. Fue una serie de movimientos que a la afición no le hizo mucha ilusión, pero el lateral izquierdo tenía claro que quería regresar y ganarse el cariño de los colchoneros.
Como ya lo hizo en anteriormente en el Atleti, Filipe volvió a ser un fijo para Simeone y jugó más de 40 partidos en las siguientes dos temporadas, incluyendo la final de la Champions League en Milán. Ya con su despedida de las franjas rojiblancas en el horizonte, Filipe vivió la transición al Metropolitano y levantó sus últimos trofeos de colchonero: la Europa League de Lyon y la Supercopa de Europa ante el Real Madrid. Por suerte, las lesiones le respetaron en su última etapa en Brasil, donde ganó hasta ocho trofeos más con el Flamengo.
Sin duda, uno de los mejores laterales que ha tenido el Atlético de Madrid. Superó una fractura y una luxación de tobillo en su etapa en el Deportivo de la Coruña, se hizo un hueco indiscutible en el mejor Atlético de Madrid de la historia, recuperó el sitio que dejó cuando se marchó al Chelsea, y será recordado con auténtico cariño por los aficionados rojiblancos. 333 partidos con el Atleti, 12 goles y 21 asistencias. Don Filipe Luís, leyenda de nuestro club.