Se habla mucho estos días de la renovación en la plantilla del Atlético de Madrid. Se habla de 7 u 8 bajas, de las cuales cuatro parecen confirmadas: Savic, Paulista, Mario Hermoso y Depay, a los que podrían sumarse Saúl, Lemar e, incluso Morata si encuentran mercado y/o alguien que pague su ficha.
Pero, si se van todas estas piezas y se quiere tener una plantilla competitiva, habría que fichar, al menos dos centrales, un interior izquierdo y uno o dos delanteros, al margen de un lateral derecho y un mediocentro para doblar a Nahuel y a Koke, que son ya carencias crónicas de la plantilla. Los nombres, como ocurre en todos los veranos en el Atlético antes de la renovación de los abonos ya han empezado a surgir por doquier: Le Normand, Hincapié o Mosquera como centrales, Hojberg, al igual que el verano pasado, como mediocentro, Merino, como interior y Dovbyk, Sorloth o Jonathan David como delanteros.
Y esto, conociendo a Gil Marín y su histórico al frente del Atlético presenta una disyuntiva que enlaza con una teoría que pareciera una aberración, pero bastante asumida en muchos sectores atléticos. La teoría es que, dado que Gil Marín venderá el club a corto plazo (digamos, a dos o tres años vista), presumiblemente, al dueño de los Miami Dolphins, estaría interesado en reducir la deuda al máximo posible. ¿Por qué? Porque el nuevo propietario pagará una cantidad fija por el club; una parte de esa cantidad irá a saldar la deuda y otra parte a comprar las acciones de sus propietarios, mayoritariamente, Gil Marín y Cerezo.
Y aquí viene la disyuntiva. Si en los dos o tres años que les queden invierten menos dinero en jugadores, reducirán más la deuda y, por lo tanto, más dinero ingresarán por la venta del club. ¿La primera solución? Cuando se cierre el mercado de fichajes de este verano.
4 junio, 2024
Bueno, ya se ven las intenciones de los ocupas. Creo que se quiere vender a Samu, por 30 millones a un eqipo inglés.
No sabemos si la operación será buena para el club, creo que no, aunque para los ocupas desde luego que sí. Ventas así, y fichajes a coste 0, incrementarán su pateimonio, y dejará al club, cada día más pequeño, sin futuro. Luego nos quejamos de que el vecino trata de atraer a nuestros canteranos, aunque,vueno, ellos tampoco le sacan rendimiento, ya que su futuro está en fichar a galápticos.
Además nuestro entrenador nunca demostr´o entusiasmo con los canteranos, así que ¡blanco y en botella!.