Cuando se celebró el sorteo de Champions, allá por el mes de diciembre, uno pensaba que el Inter de Milán era un equipo duro pero que el Atlético estaba en perfecta disposición de plantarle cara y que tenía bastantes opciones de pasar la eliminatoria; hoy no pienso que no vaya a plantar cara (eso con Simeone no pasa prácticamente nunca) pero el objetico de pasar la eliminatoria parece algo más lejano. Y es que el Inter está cuajando una temporada espectacular en el campeonato italiano con apenas una derrota, allá por septiembre, en los 24 partidos de Liga lleva disputados: 15 victorias y 3 empates tras la citada derrota son números que hablan por sí solos. Entre medias, la conquista de la Supercopa de Italia y el único “borrón”, si se puede llamar tal, fue la derrota en Copa frente al Bologna de Thiago Motta, un ex atlético que tiene pinta de que va a ser un entrenador excepcional.
Ítem más: en los dos últimos años, el Inter solo ha perdido una eliminatoria a doble partido, en octavos de final ante el Liverpool en la campaña 2021/22: el resto, ganó las copas de Italia de 2022 y 2023 y alcanzó la final de Champions de 2023. Otra vez, datos que hablan por sí solos.
Yendo al plano táctico, el equipo de Simone Inzaghi se parece bastante al de Simeone, plantándose en el campo con un 5-3-2 innegociable: un portero, el suizo Yan Sommer, de probada sobriedad tras muchos años en Alemania; tres centrales: con la baja de Acerbi, formarán el francés Pavard (Andrea Berta, ¿dónde estabas el verano pasado?) – habrá que tener mucho ojo con él porque sube incluso más que su propio carrilero -, de Vrij y Bastoni; dos carrileros, Darmian y DiMarco, fundamentales en el esquema de Inzagui y, para entender su importancia, cabe destacar que fueron los dos únicos jugadores del equipo titular a los que el entrenador dio descanso el pasado viernes (sí, el Inter jugo el viernes y no el sábado… como dice Simeone “gracias a LaLiga, gracias a la Federación»); tres jugadores en mediocampo, el ´todocampista´ italiano Nicolo Barella y dos mediapuntas reconvertidos: el más ofensivo, el armenio Mkhitaryan y el más organizador y viejo conocido atlético de cuando jugaba en el Leverkusen Hakan Çalhanoglu – mucho ojo con sus saques directos de falta y, en general con sus saques a balón parado – y dos delanteros que son pura dinamita: Marcus Thuram y, sobre todo, Lautaro Martínez, quien hace años estuvo a punto de ser atlético y lástima que no lo fue.
Más datos: 59 goles marcados en Liga y solo 12 encajado en 24 partidos, líder abosluto de la Serie A con 9 puntos y un partido menos sobre el segundo, la Juventus. Una de las tripletas más goleadores de Europa: entre todas las competiciones, 23 goles para Lautaro, 12 para Thuram y 11 para Çalhanoglu. Podríamos dar cifras de este Inter de Inzaghi y no parar. Tal vez el único problema de este gran equipo sea que los delanteros suplentes, Arnautovic y Alexis Sánchez no están, ni de lejos, a la altura de los titulares.
Fuerte presión, fantasía y trabajo en medio campo, puñales en las bandas y dinamita en la delantera. Eso es lo que se va a encontrar el Atlético: a día de hoy, de los equipos más en forma de Europa.