Una semana. Ese es el tiempo que tenemos los rojiblancos para degustar un día que puede ser inolvidable. Un cosquilleo, inexplicable. Un equipo que nos ha llevado a la gloria en más de una ocasión y que este sábado puede colmar un hito histórico. Orgullosos de nuestros jugadores y sobre todo orgullosos de un sentimiento que es innegociable y único.
Cuando llegan este tipo de acontecimientos me acuerdo de mi abuelo. Un rojiblanco de pura cepa, de los pocos valientes que solamente sabían sufrir y muy pocas veces gozaron la alegría de ser rojiblancos. Esa herencia me toca ahora disfrutarla a mí. Ahora más que nunca nuestro equipo está muy cerca de rememorar tiempos extraordinarios. Para no caer en el engaño, nos dicen que se trata de una nueva oportunidad. Pero sabemos que siempre existirá el ánimo de revancha y que mejor que en una final de la Copa de Europa.
Por eso deseo que este fin de semana disfrutemos y festejemos un partido glorioso y que los rojiblancos volvamos a sentir la emoción de levantar una Copa, nuestra Copa.
Foto: Ángel Gutiérrez – clubatleticodemadrid.com