El verano ya ha comenzado, y con ello el tradicional cambios de cromos que realizan los clubes como si de un patio de colegio se tratara. Sin embargo, no todos son traspasos, también época de estrenar las prendas que vestirán a los jugadores la siguiente temporada. Un mundo complejo, donde cada uno tiene opiniones diferentes y donde los gustos del ser humano destacan por su variedad.
Este año no se presenta tranquilo en ese sentido, pues los rumores y filtraciones han mostrado una equipación que no está gustando a la mayoría de la masa social colchonera. Y mira que por fin llevará el escudo de toda la vida, pero parece que Nike utiliza al Atleti para realizar experimentos que no suelen ser del agrado popular.
Tenemos muy reciente la camiseta de hace dos temporadas con las rayas onduladas (una de las más feas de la historia del club), la de 2017 con esas “marcas de garras”, la de 2018 con un efecto visual muy extraño que hacía daño a la vista o los brochazos de pintura de 2022. Todas ellas, exceptuando alguna que otra persona, fueron duramente criticadas.
La camiseta de 2006, repleta de polémica
No obstante, estas no son las únicas polémicas que han tenido el Atleti y Nike durante el siglo XXI. En la temporada 2006/2007, sucedió un acto histórico que a día de hoy no se ha vuelto a repetir: la afición consiguió cambiar la primera equipación del Atlético de Madrid. Todo sucedió durante el verano de 2006, donde el club presentó una camiseta completamente rompedora. Decidió eliminar las tradicionales rayas rojiblancas y utilizar un patrón donde la camiseta se dividía en una parte completamente roja, y otra blanca. El cuello, de polo, iba a juego con esa combinación, a diferencia de las mangas, las cuales alternaban los colores.
Incluso llegaba a recordar a la primera equipación que tuvo el Atleti en su historia, aquella blanquiazul donde la camiseta también se partía en dos con un color a cada lado. Sin embargo, el recibimiento por parte de la afición fue terrible. Fueron tales las críticas que llevaron al club a tomar una decisión muy llamativa: utilizar dicha camiseta exclusivamente en los partidos de visitante. Y os preguntaréis, ¿qué pasaba entonces en los encuentros en el Vicente Calderón? Pues que los jugadores vestían la camiseta de la temporada anterior, de la 2005/2006, la cual sí respetaba el patrón de las rayas rojiblancas y fue muy bien acogida en su momento.
Una situación muy dispar y curiosa en el mundo del fútbol. Es muy difícil ver que una afición consiga cambiar las equipaciones de una temporada aunque, como se ha demostrado con la hazaña de recuperar el escudo de siempre, no hay nada que se le resista a la masa social del Atlético de Madrid.
