Dejar el arabesco y volver al acero

Desde hace unos meses, quizá demasiados, el Atlético decidió abandonar su estilo rocoso y duro como un estibador de puerto para intentar ser un cuadro snob de Warhol. Por un tiempo, su entorno y el propio Club han interiorizado la necesidad de caer en los brazos del juego de posesión y pasarse en cierto modo a las líneas ideológicas de los Setién, Lillo y compañía.

En este tiempo no logró apenas jugar bien, salvo el día del Dormund en el Metropolitano, hizo auténticos tostones de partidos y perdió cierta eficacia a domicilio. A favor hay que señalar que se mantuvo el gen competitivo y se sumaron al carro jugadores como Arias y Rodrigo.

El punto de inflexión fue el derby, un partido flojo por parte de los rojiblancos, en el que parte de la afición reclamó algo más de sangre en el juego de los colchoneros. El dato en rojo fue que ninguno de los pesos pesados respondiera a Bale tras su gesto a la grada hizo saltar las alarmas y recordar tiempos cercanos en los que Raúl García, Tiago o el propio Gabi hubieran realizado la labor que, por ejemplo, realizó la pasada campaña Gerad López. El por aquel entonces capitán del Espanyol dio un «viaje» a Piqué tras mandar callar a la afición perica después de empatar el derbi de Barcelona. Un gesto que es necesario para dominar el «otro fútbol», elemento clave para los últimos triunfos de la institución.

Pero parece que el equipo aprendió: aunque en Vallecas no jugó bien, juntó líneas, busco un juego rápido con transiciones largas, que en muchas veces fueron imprecisas, recuperó a Costa un jugador que contagia al resto y volvió a ganar por la mínima aprovechando un fallo del rival. Vuelta al «cholismo» y a las esencias de esta gran etapa.

El pasado partido de ida ante la Juve representa esa oportunidad, en el tramo más importante de la temporada, de volver a ser rocosos, duros y aprovechar la calidad de nuestros jugadores para definir en los momentos claves. Hay que olvidar los cantos de sirena de esos puristas del pase y el juego de posesión y volver a la senda del incomodo.

Eso debe hacer el Atlético, después de la eliminatoria contra los juventinos con independencia de lo que suceda, volver y mantener las señas de identidad que hicieron que este equipo ganase una liga ante dos equipos descomunales y estuviese en dos finales de Champions.

Seguir la hoja de ruta que Simeone marco desde finales de 2011, un conjunto forjado des la defensa y la contundencia, en las transiciones rápidas y que ha convertido en aprovechar el error ajeno en un estilo de vida. Todo ello reforzado por la calidad de alguno de los fichajes que se han asentado y se asentarán, que junto a la nueva hornada de la cantera seguirán molestando sin creer en Setién, Lillo… y lo que diga la prensa del régimen.

Foto: Rubén de la Fuente

Autor: Antonio Olalla

Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Empecé en deportes pero por suerte cambié a otro tipo de periodismo, aunque siempre mirando de reojo al Atleti. Madrileño de nacimiento Morañego por convicción.

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