Han pasado muchos años donde el aficionado del Atlético de Madrid pedía a gritos una segunda equipación que representara al club, después de los esperpentos que la marca Nike ha creado para nuestro equipo durante las últimas temporadas. Creo que la mayoría coincidimos en que las últimas equipaciones de visitante que han vestido nuestros jugadores no han destacado por ser las más bonitas del mundo. Y es que, desde la temporada 15-16, diría que el Atleti nunca ha tenido una segunda vestimenta que haya sido del agrado para la mayoría del público colchonero.
Es cierto que la equipación negra con detalles rojos de la campaña 18-19 quedará en el recuerdo por la hazaña de Anfield, pero si hay una indumentaria que ha llegado al corazón del aficionado ha sido la de esta temporada. La camiseta blanquiazul, conmemorativa por los 120 años de historia del Atlético de Madrid es, para muchos, la más bonita de los últimos tiempos. Fue estrenada el curso pasado contra el Mallorca y elegida como la segunda equipación para la 23-24, pero nadie se habría esperado lo que está pasando actualmente con ella.
Porque sí, por muy extraño que parezca, el Atlético de Madrid solo ha usado esta camiseta en una ocasión: contra el Betis en la segunda jornada de Liga. Desde entonces, los de Simeone han vestido hasta cuatro equipaciones diferentes, destacando la rojiblanca tradicional y la verde que, en teoría, es la tercera indumentaria y que apenas es del agrado de los colchoneros, en los que me incluyo, por cierto. Esto ha levantado muchas críticas entre los aficionados, quienes no entienden por qué no se usa la equipación del 120 aniversario desde hace más de seis meses.
Esto ha llegado a su punto más álgido tras la petición de los aficionados de jugar con la blanquiazul en San Mamés por lo que simboliza el partido para ambos conjuntos. No podemos olvidar que el nacimiento de nuestro equipo se produce gracias a unos estudiantes vascos que crearon el Athletic Club de Madrid, equipo que se terminaría convirtiendo en lo que amamos hoy en día. Y qué mejor oportunidad de lucir los primeros colores de la entidad que en la vuelta de unas semifinales de Copa contra un rival tan importante, históricamente, como es el equipo vasco.
Desde el reglamento futbolístico, es cierto que en los partidos no se pueden utilizar colores que pueda llegar a confundir tanto a jugadores, árbitros como a espectadores. En el caso del Atleti, lucir el color blanco en la mitad de la camiseta y el azul en el otro, además de en el pantalón, ha dificultado mucho no coincidir con algunas prendas de los equipos rivales (Inter, Granada, Girona, Lugo, Feyenoord, Osasuna, Valencia…). Curiosamente, en la única ocasión que podría haber vestido con la segunda equipación fue en San Mamés esta misma temporada en Liga, pero decidieron utilizar la indumentaria verde.
Ahora, ¿qué pasará el próximo jueves? ¿Será el Atleti capaz de lucir la blanquiazul por segunda vez esta temporada, o tendrá que jugar, una vez más, con la verde «maldita» para luchar por la remontada? Si por mí fuera, lo tendría muy claro: de azul y blanco en San Mamés.