El Atleti ha competido durante muchos años contra los grandes trasatlánticos del fútbol con muchos menos recursos económicos, pese a ellos, les ha ganado una Liga, una Copa y ha estado a un minuto y un fuera de juego no pitado de ganarles dos Finales de la Liga de Campeones.
El recurso, ante la evidente diferencia de medios económicos, era un juego intenso, molesto, que, los perjudicados, desde su multitud de altavoces mediáticos se dedicaban a tildar de violento con la coletilla “el Atleti solo sabe dar patadas”.
El Atleti del Cholo exprimía al máximo los recursos de los que disponía en una época en la que apretar al rival estaba mal visto, y aunque jamás se hizo una entrada fea a nadie, de tanto repetirlo quedó el mantra de que “El Atleti solo sabe dar patadas”.
Pues oye las vueltas que da la vida, que unos años después, concretamente este domingo, lo correcto y lo que hay que ensalzar es dar una patada. Cuando nuestro recurso era la intensidad, era algo a erradicar, pero ahora que los de siempre han tenido que tirar de una patada antideportiva y muy poco ejemplarizante, se reconoce con el MVP del partido.
Ellos marcan las normas, nos dicen lo que es correcto y lo que no a cada momento. La única que importa es su moral, porque como los niños en la plaza del barrio “el balón es mío y me lo llevo cuado quiero”. Entramos en una nueva era, ahora el tikitaka, es “hacer lo que sea necesario”, aunque suponga una entrada criminal al rival.
Foto: atleticodemadrid.es
15 enero, 2020
Todo lo que ha acontecido y todo lo que rodea, deportiva y extradeportivamente, a esta Supercopa de la vergüenza es sencillamente vomitivo.
Aquí mismo lo escribí antes de que ocurriese, y no soy ni vidente ni adivino, son muchos años viendo el mismo show, por parte de unos, que son los dueños del negocio, y por parte de otros (directiva) que recurren a la complacencia para aferrarse al cargo, entre otras cosas más despreciables.
Dije que el peor parado de todos iba a ser el Atleti, el Atleti de los aficionados (no el Atleti SAD que se ha embolsado los millones), y así ha sido:
En el plano del márketing y de la imagen, la Caverna ha movido sus resortes tal y como estaba previsto, con la seguridad de no contar con ninguna «contra-caverna» que la haga callar, y ha conseguido llevar a debate una acción antideportiva injustificable. El objetivo es el de siempre, promocionar a determinados jugadores contra viento y marea, así, lo que en un mundo coherente debería acarrear una sanción ejemplar, se transforma en un MVP, porque vale todo en pro del negocio.
Ha perdido también el Atleti en el plano deportivo con las lesiones de Koke y de Giménez, cuyo alcance habrá que esperar.
Asistiremos en los próximos días, como ha ocurrido en infinidad de ocasiones, a un progresivo lavado de cara de la «nueva perla» de un equipo que, apenas hace unos pocos años, obligó a retirarse del fútbol a tres jugadores diferentes a consecuencia de patadas como la del domingo, es decir, patadas MVP.
15 enero, 2020
Pues entonces retirémonos del mundanal ruido y de todas las competiciones, copas, supercopas, maxicopas y lo que haya, total, si todo está mangoneado, manipulado y es un fraude, para qué sufrir inútilmente. No sé cómo hemos podido ganar, la verdad, 10 Ligas y 10 Copas, alguna Supercopas que me la refanfinflan, 4 títulos europeos y un Mundial.
El Atleti tenía la obligación de ir a ese torneo y, naturalmemte, ha ido Y, además, ha competido bravamente, como es de rigor, aunque en mi opinión pudo empezar a hacerlo mejor contra el Barcelona mucho antes de lo que lo hizo. Las lesiones ocurren en cualquier partido o entrenamiento. La de Koke, a los 20 minutos de aparecer, más parece un error del cuerpo médico y del jugador por ponerse a competir sin estar totalmente recuperado.
El Atleti SAD es el Club, me da igual su estatus jurídico. ¿ Acaso se cree alguien que en los 3 que siguen llamándose club, los 2 gordos y el Athletic ( no sé si Osasuna lo sigue siendo ), los socios pintan algo, tienen algún poder de decisión sobre fichajes, despidos, gastos, política o estrategia del club ? Y que puedan participar en la elección del cargo de presidente, cuando solo 4 gatos, y me sobran 2, pueden reunir realmente los avales para presentarse a ello, es un absoluto paripé.
Así que me parece perfecto el dinero que se ha embolsado el Club, que ficha y paga profesionales a los precios desorbitados del enloquecido mercado futbolero.
Otra cosa ha sido la elección de una dictadura islámica, valga la redundancia, por parte de la Federación para celebrar el torneo. Pero de eso el Atleti no tiene culpa alguna.
En cuanto a la entrada furibunda de Valverde, que no es una falta técnica, sino una acción violenta y peligrosa con grave riesgo de lesión para la víctima, más su inaudito premio de mejor jugador del partido, más la ridícula sanción de 1 partido que he leído le han impuesto, que les folle un pez a todos, a ser posible uno con terribles espinas dorsales urticantes.
17 enero, 2020
Cada cual elige la opción que más le conviene en función de múltiples aspectos, sociales, deportivos, ideológicos, de conciencia, etc, por eso, ni todos vamos al Metropolitano dando brincos al unísono, ni todos nos retiramos del mundanal ruido, cada cual le da la importancia que cree que merece este fútbol profesional.
Entiendo que muchos prefieran las emociones de un día de partido antes que plantearse la realidad del «espectáculo» que les presentan. Lo sé porque lo he vivido muchas veces en el Calderón, el salir de la rutina, la elección de la bufanda y la camiseta, luego, el ambientazo y las cañas con los amiguetes en el previo y muchas otras cosas más.
Pero la realidad del fútbol en España es que es un negocio donde no todos los equipos compiten en igualdad de condiciones, que debe ser lo primordial en una competición deportiva.
Que hay mangoneo y manipulación es tan evidente como que hay noche y día, se trata de un negocio donde se mueven muchos millones de euros y en los negocios así, no hay ni benefactores ni altruistas, el que tiene más dinero, manda y deja poco o, a veces, nada al azar, ya sabemos que influyen muchos factores para dificultar que la pelota entre en la portería. No se descubre nada que no exista en la vida fuera del fútbol.
Sin embargo, es absurdo pensar que todo es manipulación. Eso iría contra el negocio y los aficionados al fútbol no son tan sumamente tontos como para pagar por algo que estuviera totalmente manipulado, por tanto, vuelve a depender de cada uno, del grado de ingenuidad que le quiera aplicar para valorar el fraude y que le permita sentirse cómodo viendo una competición.
18 enero, 2020
Sabe, Che, que no he querido que se desprendiera la menor acritud en mi comentario.
La manipulación es flagrante, huelga decirlo, desde hace 60 años. 9 ligas de 10 en los 60 para los merengosos adulteraron para siempre el fútbol español. El madrid y el sol eran los reclamos del boom turístico español, la primera industria nacional, aún hoy, y después del acierto, la fortuna y lo que hubiera, en el hito de conquistar las 5 primeras, era obligado que ese equipo jugara siempre la Copa de Europa, algo que solo podía hacer el campeón, como sabemos. En tiempos más recientes y por evidentes y estúpidos motivos políticos de intentar apaciguar las insaciables pretensiones de los nacionalistas, el Barçca ha conseguido, por fin, igualarse a su rival en indignidad, y hace 20 años, o así, que es tratado con el mismo descarado favoritismo. No solo competimos con los 2 mayores colosos del mundo, porque ni siquiera los clubes-estado les alcanzan, sino contra el asqueroso trato de favor de que gozan. Pero esa es, precisamente para mí, la verdadera gracia y el estímulo de competir contra ellos. Lo hacemos en inferioridad de condiciones no solo porque seamos menos poderosos y contemos con jugadores peores, sino,sobre todo, porque no se nos aplican las reglas por igual. LLevarles al límite para superarnos, ya es extraordinario. Ganarles títulos, el summum.
Y, ahora, a por el Eibar.
15 enero, 2020
Pero bueno, si todos condenamos la patada, démosle al Cholo los palos que se merece, fue el primero en felicitar a Valverde y además públicamente.