Cunha no es casualidad

No es casualidad. No es casualidad venir como el ‘plan C’ para la delantera y convertirse en la primera opción de Simeone. No es casualidad empezar la temporada como el quinto atacante y llegar al derbi de diciembre con serias posibilidades de ser titular. No es casualidad que el ariete del 14º de la Bundesliga sea la referencia ofensiva de Brasil. No es casualidad, debió pensar Andrea Berta. Y con razón. Algo debía tener aquel espigado delantero para que el director deportivo del Atlético de Madrid optase por él. Su escaso cartel apenas invitaba al optimismo. El intenso interés por Dušan Vlahović había hecho del serbio el principal objeto de deseo de la hinchada rojiblanca. Por eso, un outsider de la Liga alemana sabía a poco. Más aún, tras el regreso de Antoine Griezmann.

Pero Berta tenía razón. El italiano, casi siempre vilipendiado por el aficionado colchonero, demostró que es uno de los mejores en su oficio. Pocos clubes en el mundo son más complejos para un director deportivo que el Atlético de Madrid. Nula inversión, salidas obligadas, exigencia total. No existe un cóctel más explosivo en el mundo del balompié. Sin embargo, el transalpino ha sabido moverse con más aciertos que fallos en esta encrucijada; en parte, gracias a la habilidad de Simeone para paliar los problemas del plantel. Matheus Cunha engorda la lista de los primeros. El brasileño se ha erigido como la sensación del equipo en este primer tramo de la temporada.

Calidad de minutos, no cantidad. Esa es una de las máximas habituales del ‘Cholo’. Ningún jugador de la plantilla ha cumplido ese dogma como el joven punta de Paraíba. Desde su testimonial debut contra el Villarreal, Cunha siempre ha elevado el nivel del Atleti con su presencia. Las estadísticas hablan por sí mismas. En los 303 minutos que ha disputado Matheus con la rojiblanca, el Atlético de Madrid ha anotado catorce dianas. Sus salidas desde el banquillo han contribuido a revertir resultados adversos como el del Espanyol, el del Getafe o el del Levante. Tal exhibición de méritos terminó llevando al ’19’ a la titularidad por primera vez frente al Mallorca. Una vez más, Cunha respondió: gol y una de las mejores actuaciones individuales del equipo.

Oporto fue la guinda del pastel. Matheus mostró en el Estadio do Dragão todas las cualidades que lo han erigido como un futbolista trascendental para el Atlético de Madrid: técnica, velocidad, capacidad de giro, profundidad y, sobre todo, inteligencia. Su pillería a la hora de sacarle la expulsión a Wendell y enmendar el error de Carrasco demuestran una virtud de la que este equipo carece. Sus condiciones son las de un joven talento; su mentalidad, la de un competidor veterano. Con todos estos ingredientes, no es de extrañar que Matheus Cunha sea la gran revelación. Cuestión de causalidad, no de casualidad. Palabra de Diego Pablo.

Autor: David Gómez

Alcarreño. Adicto a la buena música y a la escritura. Estudiando y haciendo periodismo con un micrófono y un papel. Esclavo de una pasión llamada Atlético de Madrid.

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