El Atleti tiene mucho más que ver con la vida que con el fútbol. Los valores que el equipo del Cholo representa van más allá de lo meramente futbolístico, porque este equipo al que muchos veían campeón en febrero, nadie del Atleti lo pensó, y todos veían derrotado en abril volvió a demostrar la importancia de creer en tus valores.
Podría hablar de la agonía del partido contra el Alavés, o la del día de la Real o incluso la de Elche y que decir del día de Osasuna, podría hablar de la cantidad de veces que en momentos concretos de cada partido en el último mes todos hemos pensado «qué gilipollas, como hemos tirado la Liga», pero es que todos lo hemos vivido de una manera tan similar que no aportaría nada, porque hasta esos momentos han sido increíbles.
Tan increíbles como lo vivido en el parking del Metropolitano, algo único para todos los que lo hicieron posible. El título es ser del Atleti, eso que se sintió en el fondo sur de Zorrilla, tres mil tíos demostrando otra manera de vivir la vida, dejando de lado poder ver el partido por si, aunque solo fuera una gota de aliento, su voz se escuchaba dentro de ese estadio. Esa gente no es del Atleti, es el Atleti.
Another way of living que dice el lema del club y sobre todo una familia, una familia atlética en cada rincón del mundo que ha sentido lo del pequeño Saul con un dolor indescriptible, con cada persona del Atleti que te encontrabas el lunes o el martes, el mensaje era idéntico «¡Vamos campeones!» seguido de un «Puff pero que lástima lo del niño».
Esta Liga es la de Oblak, la de Suárez, la de Angelito Correa, la de Llorente y la de nuestro capitán, con su deje madrileño-vallecano nadie encarna como Koke los valores inmateriales que llevan haciendo leyenda desde 1903 que Simeone de la mano de Gabi o Koke ha hecho volver a florecer con un lustre inmaculado.
Foto: atleticodemadrid.com