Ayer, mientras topamos en la televisión con un programa, bastante malo, por cierto, en el que estaba Koke con Llorente, y también con Enrique Cerezo, escuchando al capitán y alguna de sus respuestas, tan naturales, tan despojadas de ‘glamour’, tan identitarias en cierta forma, me quedé pensando en que ninguno de los que vamos con asiduidad al Metropolitano, ninguno, ni siquiera los que creemos tenerlo muy claro, somos verdaderamente conscientes de lo que es y representa Jorge Resurrección para este club.
En un fútbol totalmente entregado al negocio, tenemos a un capitán que parece salido de un álbum de cromos antiguo: nació del Atleti y llegó al club con seis añitos. Desde entonces, han venido más de seiscientos partidos, ha recogido, después de medio siglo, el estandarte de Adelardo, cuando parecía que éste ya lo tendría en propiedad, y se ha convertido en el emblema histórico del club, el jugador que más veces ha defendido sus colores. Lo ha hecho en un período hermoso en cuanto a triunfos, lo ha ganado todo, para mí todo, sí. Ha madurado, ha tomado el brazalete, y ha aprendido a ser el gran capitán que es.
Pero lo más importante de Koke no es la estela de éxitos que ha traído al club, ni su capacidad futbolística, ni la de liderar, ni siquiera sus cifras, que son asombrosas y espectaculares. Lo más importante de Koke es que lo mires por donde lo mires, lo mires cuando lo mires, es esencia rojiblanca. Es alguien que parece haber sido hecho con un molde para representar los valores que definen a esta pasión, tal vez porque nació con ellos y tal vez porque vivió con ellos de verdad. Es humilde, cercano, trabajador hasta la extenuación, inconformista, luchador. Un chico que se sale del prototipo de jugador actual, que parece traído del pasado, y que sigue igual, con 32 años, renovando año a año, sabiendo cuál es su rol en cada momento, sabedor de que ya no necesita ‘papeles’ para entenderse con el club de su vida.
Queda poco para verlo corriendo sobre el césped, celebrémoslo, porque Koke es lo que somos, el mayor regalo que nos ha sido dado a todos los que tenemos la suerte de vivirlo. Ni Ligas, ni Copas, ni Champions podrían igualar la satisfacción de haber tenido a un tipo como él sobre el campo durante todos estos años.
10 septiembre, 2024
Todo lo que se diga de Koke, es poco. Su historia dentro del club es tan grande, que pienso que se seguirá agrandadno cada vez más.