Hay muchas cosas que no funcionan en este Atlético de Madrid, que lastran al equipo y que hacen que cada partido sea una auténtica aventura. Lo que antes era cemento armado, ahora hace aguas. Lo que antes era un gol seguro, ahora va a las nubes. Lo que antes era perseguir al rival, ahora es seguirlo con la mirada.
Tengo claro que el culpable no es Simeone y sí los jugadores. En San Mamés brilló el ‘cholismo’ y ante el Rayo Vallecano se jugó una de las mejores primeras partes que recuerdo, con un 4-4-2, con doble pivote defensivo, las líneas bien juntas, existía esa intensidad para recuperar en campo rival y se dio esa libertad a Griezmann para que hiciera un partidazo. Sin embargo, tras el descanso llegó la empanada.
No os creáis que estas ‘carajas’ no ocurrían en 2014 o 2016, por supuesto. Lo que pasa es que teníamos a dos bestias como Gabi y Tiago peleando en primera fila de batalla y detrás le cubría la espalda Godín. Una entrega infinita de estos veteranos que contagiaba a todo el equipo sobre el césped y hacía que hasta los Vietto, Gaitán o Kranevitter se contagiaran para correr defensivamente aunque no les diera el físico. El problema actual es que algunos jugadores han bajado muchísimo su nivel y encima no lo camuflan con sacrificio y entrega. Vamos, que no dan la talla o no les apetece lesionarse.
No quiero poner nombres, pero todos tenemos claro aquellos jugadores que ya están pensando en el Mundial. O al menos eso es lo que parece. La segunda parte faltó actitud de gran parte del equipo, se confiaron y creyeron que eran capaces de mantener su nivel defensivo hasta el final. Y claro, queridos, Reinildo no puede con todo. Hubo relajación, no se perseguía al rival, llegaban tarde a las acciones y otros es que ni metían la pierna.
El camino a seguir: Pizjuán, San Mamés, Brujas, Girona y Rayo
Desde el partido en el Sánchez Pizjuán se están haciendo grandes cosas. No nos vamos a engañar. Los encuentros ante Sevilla y Bilbao fueron muy completos, donde vimos a un equipo compacto, goleador y dejando la portería a cero. Básicamente esto es lo que queremos.
Ante el Girona pienso que fue un partido muy engañoso, el Atleti pudo haber metido cuatro goles sin despeinarse hasta que Riquelme anotó desde un tiro lejano que sale desviado al tocar en Savic. Eso es mala suerte. A partir de ahí, vino la empanada correspondiente y el equipo supo sufrir defendiendo para mantener el resultado.
Es cierto que se perdió en Bélgica, pero también es verdad que fallamos como nunca: ¡hasta erramos un penalti! Luego, en el Metropolitano, el Atleti asfixió al Brujas e hizo con el equipo belga lo que quiso… pero faltó lo de siempre, el gol. Ante el Rayo Vallecano, para mi gusto, los rojiblancos realizaron la mejor primera parte de la temporada, con buen fútbol, espectáculo y bastantes ocasiones. De hecho, pese a lo mal que se jugó en la segunda parte, Cunha tuvo cuatro oportunidades claras para finiquitar el encuentro. Y al no matar el asunto, nos anotaron tras un penalti absurdo…
Con todo esto quiero decir que el Atlético de Madrid está en buen camino. Está recuperando su nivel defensivo, Simeone cambió al 4-4-2 y estamos viendo a un equipo que trabaja en bloque. Solamente faltan dos ingredientes que en el fútbol son clave: el gol y la intensidad en los minutos finales. Los goles llegarán porque hay ocasiones y la intensidad espero que también… porque igual muchos no merecerán jugar un solo minuto hasta el Mundial.
20 octubre, 2022
Bueno, que no se exima a los jugadores de culpa, es cierto, pero que se diga que el Cholo no tiene culpa, bajo mi punto de vista no es cierto. Hay jugadores que no dan la talla, como por ejemplo Carrasco, y a diferencia de Joao, juega con frecuencia. Otro defecto que le veo al Cholo, es que no cuenta con ningún canterano, y, ¡hombre! alguno si jugase lo haría mejor que bastantes jugadores q titulars que todos sabemos.
20 octubre, 2022
El Atleti empató el partido porque no fue capaz de marcar en las contras claras que tiró, especialmente desafortunado Cunha, aunque lo dio todo, no tuvo suerte.
El gol de Riquelme pega en Jiménez, no en Savic y la mano de este partido para el penalty también en Jiménez.
A Morata va a ser difícil que le pinten algo a favor en toda la temporada, y llevamos así diez partidos, en fin, nada nuevo bajo el sol.