Abrazados a la tristeza

Debuto en esta nueva aventura en La Vida en Rojiblanco escribiendo un artículo que realmente me entristece, pero creo hay que hablar sobre ello. La temporada del Atleti está siendo la peor sin ninguna duda desde que está el Cholo en el banquillo. Muchos jugadores no creen en la idea del míster, la solidez defensiva de la que tanto presumíamos ha desaparecido, para meter un gol hace falta que nos pongan porterías de rugby, y a todo esto se le junta el para mí, sin duda mayor problema que estamos teniendo esta temporada: la división en la afición.

Históricamente la afición del Atleti ha sido de las mejores de España, irían bien, regular o mal las cosas. Obviamente siempre ha habido protestas hacia jugadores y entrenadores que no estaban dando el 100% por las rayas rojiblancas, pero lo que está pasando esta temporada, va a ser muy difícil de digerir. Hablando claramente, yo me posiciono en el lado de toda la gente que quiere que vuelva nuestro escudo de verdad, quieren que el Cholo se quede y por supuesto desean con todas sus fuerzas que la familia Gil desaparezca de este secuestrado club.

Desde que empezó la temporada, el run run se ha ido incrementando en las gradas. Pitos a los cánticos a favor del Cholo, pitos a los cánticos en contra de la familia Gil, pitos a los cánticos pidiendo la vuelta de nuestro escudo. Últimamente las cosas se han puesto muy tensas. Una de las razones por las que no hay animación el Metropolitano, es por eterno cachondeo que muestra la directiva hacia sus aficionados. Primero dicen que van a valorar todas las peticiones por parte de la afición, que admiten haberse equivocado haciendo las cosas a su manera, y después cuando todo parece que se van a empezar a hacer las cosas bien y se va a llevar a cabo una votación entre los socios de si se vuelve o no al escudo antiguo, se echan para atrás y deciden dejarlo todo para final de temporada. Una más, y ya van muchas veces las que juegan con nuestros sentimientos. Luego se creen que con pedir unión en la grada y que nos dejemos la garganta por el equipo, es suficiente. Señores, el Atleti somos nosotros, y sin nosotros, no sois ni seréis nadie.

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MADRID, SPAIN – Vista General del Estadio Metropolitano antes del partido que enfrentó al Atlético de Madrid y el Getafe el 4 de febrero de 2023. Foto realizada por Denis Doyle/Getty Images

La gota que colmó el vaso fue el día del derbi en Copa, aquella pancarta que apareció con el lema de: “Madrid odia al Real” junto a un muñeco colgado con la camiseta del Madrid y el nombre de Vinicius. Aquel día, toda la gente que ama este equipo y da la vida en cada partido y en cada desplazamiento por los suyos, fue insultada y duramente denunciada. Sin motivo ninguno, ya que el individuo o individuos que hicieron eso, no son el Atlético de Madrid al completo. Desde que el ambiente se fue poniendo tenso en el Metropolitano, siempre he pensado que las aguas volverían a su cauce, pero hoy en día, mi opinión tristemente ha cambiado. Veo a mucha parte de la afición contaminada por medios de comunicación echando por tierra todo lo hemos sido y pidiendo la salida del Fondo Sur a la gente que sin duda ha mantenido en flote año tras año a nuestro equipo: el Frente Atlético.

Lo que tendría que ser una fiesta ver al Atleti en el Metropolitano, actualmente es un funeral. Duele mucho más respirar el ambiente que se respira, que ver al Atleti perder puntos en casa. Sé que lo que yo escriba y puedan leer aquellas personas a las que dedico estas últimas palabras dará igual, pero bueno:

Hermanos y hermanas colchoneros… por historia, siempre hemos sido una afición peculiar, hemos dado más de lo que tenemos por seguir a donde haga falta a nuestro Atleti, todos juntos hicimos del Calderón el mayor lugar de peregrinación colchonera, juntos supimos sobrevivir a los años negros de Segunda División, todos juntos lloramos de alegría las noches de conquista, todos juntos lloramos de pena tras las finales perdidas, todos juntos somo el ATLÉTICO DE MADRID. No lo olvidéis jamás, ni dejéis que nadie os coma la cabeza señalando a los que ellos tanto temen como los culpables. ¡Sigamos siendo la mejor afición de España!

Foto: Getty Images

Autor: Iván García

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1 Comentario

  1. Es fundamental que todos hagamos un análisis mental de la realidad para que nuestras ilusiones no nos lleven por caminos equivocados.
    No voy a repetir mi opinión sobre el grupo situado en el fondo sur porque los que leen asiduamente los comentarios, lo saben perfectamente.

    Ahora bien, creo que conviene aclarar algunos puntos que no se quieren entender.

    Lo primero es que animar en un partido es un acto voluntario, lo hace el que siente que debe hacerlo, pero nadie está obligado a ello, de la misma forma que el que anima no puede obligar a un reconocimiento por parte de los demás. El hecho de animar con más o menos vehemencia, no implica un retorno o un agradecimiento, no gana puntos en el sentimiento rojiblanco de cada uno. Es lo que nos gustaría, pero no es así.

    Lo segundo es que siempre se incrementan las protestas contra la directiva cuando el equipo atraviesa momentos deportivos difíciles, y eso quita toda la credibilidad a una actitud que en su momento tenía toda la razón de ser.

    ¿Qué mejor momento para reivindicar la usurpación de un club que por ejemplo, cuando se ganaron las últimas ligas?.
    Pero es muy duro no festejar, no vivir el ambiente de euforia que se genera tras lograr un título con tanto esfuerzo y nadie se lo quiere perder. Es comprensible, pero que luego no se queje nadie si lo acusan de falta de crédito.

    Y por último, hay que entender que el fútbol es un negocio millonario sujeto a normas cada vez más restrictivas para el aficionado, con el único objetivo de preservar y generar ingresos cada vez mayores para unos pocos. Ha cambiado el paradigma y el aficionado es solo un decorado y además prescindible, como se comprobó durante la pandemia.

    Y para terminar, un apunte. Eso de que «…todos juntos lloramos de pena tras las finales perdidas…» fue precisamente el discurso de la Caverna para desviar la atención de los dos mayores atracos deportivos sufridos por el Atleti y evitar así que se hablara de indignación y enfado.

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