Una noche para recordar

El partido frente al Sevilla en el Metropolitano, correspondiente a la jornada vigesimocuarta del campeonato nacional de Liga 2022-2023, quedará para siempre en la Historia del Atlético de Madrid. El conjunto colchonero humilló a aquel que durante años intentó usurparle el lugar en el fútbol patrio con un partido plagado de matices, de golazos, de buenas acciones, pero nada de todo eso, que fue mucho, puede siquiera hacer sombra al hecho que se conmemoraba esa noche: Diego Pablo Simeone cumplía su partido numero seiscientos trece al mando de la nave rojiblanca y superaba así el que parecía imposible récord de Luis Aragonés, leyenda eterna del Atlético de Madrid. Simeone se queda solo al frente de todos los números, es el mejor y más grande entrenador que ha tenido el Atleti en toda su historia.

El homenaje fue austero, como corresponde a estos actos cuando detrás hay un partido en juego. El hombre de negro salió al césped acompañado de sus hijas y de su primogénito, recogió una camiseta conmemorativa y, sobre todo, el aplauso unánime de una grada que lo admira, lo idolatra y sabe bien lo que le debe. Después regresó a su zona cabizbajo, como si en vez de seiscientos trece hubiera sucedido solo uno, pensativo, en ese corto trayecto tal vez el héroe reparase en la inmensidad de ese número, en la cantidad de momentos vividos, de emociones sentidas, en cuánto nos hizo reír y llorar, pero siempre de felicidad.

Pero fue un camino corto, en el que se acordaría, como en la previa con su carta, de su admirado Luis, de todos los que lo ayudaron a sostener esas cifras, de su idea inalterable de que no hay nada más importante que sentirse honrado por vestir la camiseta del Atlético de Madrid, de que no hay nada más urgente que el próximo partido. Así llegó a la zona de banquillos, se giró y comenzó a desgañitarse como si nada hubiera pasado, como si en aquel partido tuviese en juego su contrato, su vida misma.

Los jugadores le regalaron un partido a la altura de su figura. Destrozaron al Sevilla desde el minuto uno hasta el noventa. Seis a uno, que pudieron ser más. Dos de Memphis Depay para abrir el marcador, uno de Griezmann para resolver la zozobra que había traído el dos a uno conseguido por el Sevilla, uno de Carrasco para el cuarto y dos de Morata para cerrar la cuenta y dejar claro que los que salen desde el banco también lo quieren, también lo adoran, también le agradecen. Griezmann le regaló un partido de época, asistiendo en tres de los goles, marcando uno soberbio, siendo el mando único de su equipo y del partido. Un jugador descomunal, alto campeón del mundo, que recupera su mejor versión una vez se siente redimido de su traición. Simeone y Griezmann, que feliz pareja. Simeone y el Atlético de Madrid, qué comunión eterna.

Foto: atleticodemadrid.com

Autor: José Luis Pineda

Colchonero. Finitista. Torrista. Nanaísta. Lector. Escribidor a ratos. Vivo en rojiblanco.

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3 Comentarios

  1. Quisiera saber expresar mis sentimientos tal y como lo hacéis los que escribís aquí. Gracias por poner por escrito lo que mis palabras son incapaces de expresar

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  2. Simeone es el mejor y más grande entrenador que hemos tenido, y Griezmann, que ya era uno de los mejores de la historia antes de irse a Barcelona, que fue el mejor y más completo jugador de su selección campeona del mundo, que ya se estaba más que redimiendo la temporada pasada hasta que Carvajal lo sacó de la competición 2 meses, por supuesto sin castigo, es un jugador sencillamente maravilloso, además de uno de los más elegantes del mundo. Lo extraordinario en él es que su rendimiento y su influencia pueden ser iguales contra el Almazán, el Athletic, o quien sea. Es un jugador tan excepcional, que ni siquiera me molestan sus estrafalarios teñidos de pelo. No es que se pueda permitir ese lujo porque sea un chico muy guapo, que lo es, sino porque es un jugador descomunal que honra como pocos la camiseta rojiblanca ( este año, mucho más estrambótica y ridícula que su pelo rosa fantasía).
    La asistencia de Barrios a Carrasco, por cierto, es de la misma categoría superior que las que dio el mejor asistente de la liga, Antoine Griezmann.

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