El Atleti tenía que ganar y ganó. Llegaba a San Mamés, una de las salidas más complicadas de la temporada, ya con el agua al cuello tras el ritmo imparable de victoria sobre victoria que ha impuesto el Barcelona. Llegaba, además, con las dudas que dejó en el equipo el inesperado empate en casa ante el Espanyol. No había muchas cosas para invitar al optimismo, pero el Atleti ganó aferrado a los principios de la doctrina Simeone. Una primera parte recia, con un equipo sólido, unido, que ahogó al rival, lo minimizó, y tuvo ya ocasiones para ganar el partido. Y una segunda parte donde fue abriendo las puertas de su cueva, dejando entrar poco a poco la luz hasta que Correa, muy al final, fue el relámpago que atrapó los puntos. Cero a uno y tres puntos de oro en una carrera que exige el vértigo para estar en ella.
Simeone dispuso un once que puede asemejarse bastante a lo que será su equipo inicial. Le Normand, Giménez y Reinildo en el centro de la defensa, Lino y Llorente en los costados. Koke, Gallagher y Barrios en el medio y Griezmann y la Araña en la punta de ataque. El primer tiempo estuvo marcado por el carácter defensivo, el Atleti salió a confundir al Athletic, a tapar sus flancos, minimizar a los Williams, taparse por dentro para evitar la sangría a la que fue sometido la temporada pasada. Destacó Gallagher, un tipo que parece haber caído de pie en el equipo, pero destacó sobre todo el bloque, férreo, solidario, como antaño. Estuvo gris y desaparecido Griezmann y eso provocó que no hubiera transiciones en ataque, no que hubiera contras, que el plan no fuese perfecto. Con todo, las ocasiones fueron para el Atleti, un mano a mano que erró Julián y un disparo desde fuera del área del pitbull inglés que se fue por poco. Musso, que debutó en la portería del Atleti por una indisposición de Oblak en la mañana, permaneció sin trabajo en los primeros cuarenta y cinco minutos.
El plan estaba en marcha y pudo desbaratarse nada más iniciarse la segunda parte en un despiste, que provocó un gol de Williams anulado por fuera de juego. Fue el toque de atención que el equipo necesitaba, a partir de ahí todo comenzó a fluir. Griezmann decidió aparecer en el partido y desde sus botas iban desarbolándose las intenciones de los leones, el Atleti comenzaba a salir con claridad, Llorente corría hacia arriba, Lino también, y la presencia ofensiva empezaba a ser patente. En el setenta, Simeone hizo cambios para dar refresco: entraron Riquelme por Lino, De Paul por Gallagher y Sorloth por Julián. Musso hizo su primera parada a un peligroso disparo de Sancet, el partido podía caer de cualquier lado y Simeone quiso ganarlo, metió a Giuliano y a Correa y este último, ya en el descuento, agarró una contra mortífera que le lanzó Sorloth y batió a Arrizabalaga para poner el resultado que fue definitivo. De nuevo Correa. Siempre Correa. Todavía tuvo tiempo Sorloth de hacer dos goles más, en un mano a mano que erró, y en un remate que le sirvió Giuliano tras una galopada por banda izquierda. El Atlethic apenas colgó un par de pelotas en el área de las que se encargó con solvencia Giménez, otro de los destacados del encuentro. En definitiva, un ‘triunfazo’ por dónde era, por cómo fue, la mejor manera de irse a un parón de selecciones.
1 septiembre, 2024
Se ganó, pero creo que este equipo, tiene jugadores para jugar a otra cosa. Sorlo, debe ser titular. Pienso que puede jugar con la Araña. El Barsa con un entrenador que acaaba de llegar, va imparaable. Gracias a no poder fichar, jugadores commmo Lamín, Fermín, y otros jugadores, están jugando en primera. Si el Barsa pudiera fichar, estos jugadores estarían jugando en equipos inferiores.
2 septiembre, 2024
EL atleti tiene jugadores para jugar otra cosa pero en Bilbao mejor no hacerlo. Si vas a Bilbao a encerrar al atlethic en su área es suicidarse, si roban y salen con los Williams te la lían.
Otra cosa es que esperemos encerrados atrás en Valladolid, Las Palmas o Cádiz o en nuestro campo.
Veremos cómo transcurren los acontecimientos
2 septiembre, 2024
3 porterías a cero, siete puntos. Ese es el camino. La anécdota es el triunfo en Bilbao y el empate en casa con Español, porque por dominio y ocasiones, hubiera sido más lógico al revés. Un tiro a puerta del rival local, y desde fuera del área. Eso es anularlo. Y así se compite en la liga para pelearla.