En esta retahíla de partidos sin historia que nos quedan hasta el final de Liga, siempre aparece algo nuevo que contar. Hay equipos que han perdido el norte y otros el objetivo, y deambulan por la competición esperando el final. Es el caso de la Real, que ya sabiendo que el capitán del barco se baja en el siguiente puerto, han dejado la navegación al albur del mar y del viento, y también en cierta forma el del Atleti, que sin objetivo por arriba ni nada que defender por abajo, se debate entre agradar a su gente en casa y no hacer mucho el ridículo lejos de ella, esperando que esto termine cuanto antes, y venga el Mundial de Clubes, que de momento no es más que una incógnita.
Frente a la Real en el Metropolitano, la principal duda era como iba a suplir Simeone la ausencia de Julián Álvarez por sanción. El argentino se ha convertido en una pieza indispensable y todo parecía indicar que entraría Sorloth y Griezmann retrasaría su posición al enganche para paliar la falta del nueve argentino. Pero Simeone apostó por un medio poblado, premiando a Lino sus buenos minutos de Vitoria, y con De Paul, Barrios y Koke y Giuliano en la derecha, formaron en un cinco cuatro uno que dejaba solo a Sorloth en la punta.
El resultado no pudo ser mejor para el noruego y para el Atleti. A los once minutos había hecho un hattrick frente a su ex equipo. En el primero fusiló un pase adelantado e inteligentísimo de Barrios, en el segundo, en una jugada por la izquierda, se lo cocinó con un recorte en la frontal y un tiro cruzado al palo izquierdo y en el tercero, aprovechó el desaguisado de la defensa realista para mandar un obús desde el área pequeña ante el que nada pudo hacer Ramiro. Todavía antes del descanso hizo el cuarto en una jugada de área en la que controló un pase de Lino y sin dar tiempo a nadie a pensar, la puso ajustada al palo de nuevo. Desde ese momento, el partido ya perdió todo su sentido y todo se trataba de esperar a ver si sería posible que Sorloth hiciera un quinto gol, o quien sabe si un sexto, cuando suceden cosas tan extraordinarias como esa, meter cuatro goles antes del entretiempo, el fútbol te envuelve en una ensoñación en la que parece que cualquier cosa sería posible.
La cuestión es que pudo hacer el quinto, ya en la segunda parte, pero en esta ocasión el larguero repelió la hazaña y Simeone en el setenta y cinco lo sacó del campo para que descansara de ese atracón goleador y recibiera el cariño, la admiración y el reconocimiento de la hinchada por una noche que quedará en su historia personal y en la del club. Los cambios dieron un poco de dinamismo a un partido que había muerto hacía un siglo, y Correa pudo redondear la manita de no ser por que Ramiro, crecido en la ausencia de Sorloth, le sacó el gol en la misma línea.
Fue un partido fácil para el Atleti en el que se vio que Koke está para renovar, que Griezmann tal vez no, y que Sorloth es un nueve de los de antes, que hace goles como los nueves de antes, que asume las rachas y las sequías, que no se puede de esperar otra cosa. Un jugador con un gran rendimiento que es una pena que nos haya dejado tan solo a las puertas del éxito. Tal vez sea necesario asomarse primero a la puerta para darse cuenta de que puedes atravesarla. Lo veremos en breve.
12 mayo, 2025
«en el que se vio que Koke está para renovar, que Griezmann tal vez no»
Tal vez, NO. Seguro que NO. O la temporada 2025/2026, será otra temporada en blanco con un Griezmann protagonista clave en el patético rendimiento exhibido con De Paul y algún que otro en la segunda vuelta de la liga, en la vuelta de Copa y en la Champions, rendimiento clave para explicar el fracaso del equipo, pues de ellos se esperaba muchísimo más, lo diferencial.
Me temo que el Mundialito de Clubes va a ser otra carga pesadísima, incluso de cara a la próxima temporada, para la ya muy fatigada plantilla del ATM, a cambio de una buena rentabilidad dineraria para Gilmar y cía., ni soñar con ganarlo. A buen seguro que, de pasar a octavos (cosa nada segura), jugará prórroga tras prorroga si consigue pasar eliminatorias con el estilo ultra defensivo de Simeonetti de los últimos años (60 goles en la liga, un registro propio de equipos UEFA).
En el hipotético caso de que ofrecieran 300 millones de traspaso a un club árabe, trataría de «convencer» a Griezmann de que se fuera invitando a la reunión a todo el Frente Atlético para ser más convincente y persuasivo, pues me temo mucho que una oferta así, si no se aprovecha, es sangrar al equipo en lo económico privándole de recursos con los que fichar jugadores mejores que Lenglet, Lemar o Molina. Porque el Atleti no es una banda criminal como esas dos de mafiosos, ladrones, corruptos y traficantes de títulos como si de cocaína se tratase, mediando Piqué, Rubiales o quien sea (que los atléticos NO olviden, que recuerden bien la raíz del fraude y que no apunten al Cielo, que ninguna culpa tiene), que ganan lo que ganan como lo ganan, con corrupción y amenazas a los árbitros, con terror arbitral, cada vez más descarado.