El Atleti se asomaba a un nuevo parón de selecciones con la presión de defender una racha inmaculada de victorias y lo consiguió, esta vez sin remontada, pero no sin sufrimiento, para no perder las buenas costumbres. Llegaba al Metropolitano un equipo en un estado de forma envidiable, la Real Sociedad de Imanol Alguacil, cuyo juego recibe parabienes aquí y allá, merecidos, pues los donostiarras despliegan un fútbol ofensivo soportado por muchos jugadores de buen pie y mejores condiciones. Pero el Atleti no se amilanó ante eso, sacó galones, y se llevó un triunfo importantísimo y sufrido que recibe el receso por selecciones como una bendición para poder recuperar jugadores.
Simeone le pedía a Lino gol y Lino, el auténtico fichaje de la temporada, obediente, solícito, aplicado, se lo dio. Fue un pase medido del mejor Koke, con cuya recuperación han venido como siempre los resultados. Tiralíneas al espacio, un control orientado hacia la portería y Ramiro batido por su palo más cercano. Celebró Lino con humildad, como celebran los grandes y desató un vendaval del Atleti del que se libró la Real por mor de su buena fortuna. Griezmann perdonó a bocajarro dentro del área y hasta en dos ocasiones los palos fueron el mejor aliado de los donostiarras. La Real dominaba el balón de una manera insustancial, el Atleti dominaba el juego en su faceta más amplia. Sin conceder nada atrás, llegando con peligro siempre adelante.

Así se llegó al descanso y en la reanudación, Morata la volvió a tirar al palo en lo que pudo haber sido un comienzo calcado al de las últimas fechas, aunque esta vez el gol no entró y la tranquilidad no vino. La Real empezó a dominar con más sentido y encontró la debilidad en el flanco derecho del Atleti, donde Nahuel no tuvo su mejor tarde. En una jugada donde mostró su falta de contundencia llegó el gol de la Real, en un contragolpe en tres toques que terminó definiendo Oyarzábal mano a mano con Oblak. Antes, el VAR había llamado la atención del colegiado por una jugada absurda que afortunadamente Munuera no tuvo en consideración. La mano de Morata dentro del área estaba pegada al cuerpo y en una posición natural, sin interrumpir la jugada. ¿Para qué llamó el VAR por esa jugada? Misterios insondables.
El partido se encarrilaba al empate, con los cambios hechos, habían entrado en el Atleti Savic, Riquelme, Saúl y también Javi Galán para dar refresco al esquema, al borde del final casi todos daban por bueno el empate cuando un nuevo arreón del Atleti terminó en un penalti claro de Carlos Fernández que sacó con la mano un disparo de Griezmann con marchamo de gol. El principito francés convirtió la pena máxima y el Atleti se apuntó un nuevo triunfo, cinco consecutivos, para seguir peleando por todo.
9 octubre, 2023
Lo último en imbecilidad futbolera española : el Atlético de Madrid tiene que pedir perdón porque los árbitros acierten.
El tal Imanol, otro capullo para la interminable lista de imbéciles patrios.
Lo penúltimo: en medio de un maratón de partidos y con 6 ó 7 bajas, según la fauna opinante simulamos la lesión de un jugador y no lo convocamos, para así resaltar una foto en una cloaca social.
Peste de país.