Por fin ganó fuera el Atleti, y lo hizo con una grandísima primera parte a la batuta de Barrios dirigiendo la orquesta y con un Álex Baena estelar asociándose con todos, ocupando espacios, clarificando el juego y llevándolo siempre a una faceta ofensiva. Ese era el comando de operaciones y luego estaba Giuliano que conformaba por sí mismo todo el frente de ejecución. -un físico exhuberante que le permitía doblegar a jugadores del Betis como si fuese en los dibujos animados, que estaba aquí y allí, bajando y subiendo, como si lo hubieran conectado a un alimentador adicional. Pero además, en el minuto tres, enganchó una volea de zurda en la frontal que fue un golazo y supuso que el partido arrancara con todo a favor.
Después el Atleti sucumbió a su patrón de esta temporada, buenas ocasiones, especialmente una de Julián, que no se materializaron y por ende, dieron vida al rival. Aunque hubo una diferencia, al término de la primera parte, Baena agarró una pelota en el pico del área y se acomodó a su pierna buena el regate para poner la pelota en la escuadra y llevar al equipo al receso con una ventaja tranquilizadora.
En la segunda mitad, el peor Atleti. Poco a poco el Betis lo fue metiendo atrás y los cambios que Simeone propuso para intentar salir de allí no resultaron. El primero fue Gallagher, que entró por un Barrios lesionado. Después, Griezmann y Sorloth dieron refresco a Julián y Koke, pero el Atleti se hundió definitivamente en el bloque bajo y no consiguió conectar ni una sola contra. El noruego, que salió para eso, y también para quedarse alguna, para dar respiro al equipo, no hizo ni una cosa ni la otra, sino lo que desgraciadamente viene siendo habitual en él, un partido desastroso de un jugador que no aporta nada. El Betis no tuvo claridad ante la muralla que le oponían los de Simeone y así el partido terminó en victoria, pero con la sensación de que por ese camino, el de encerrarse a defender un resultado, se llega a un lugar que se conoce bien esta temporada, y que no suele gustar a nadie.
28 octubre, 2025
Bueno, se ganó, pero sigo viendo al equipo tirar un tiempo. Esto no es nada bueno, y casi siempre pagamos esos fallos.
28 octubre, 2025
«El noruego, que salió para eso, y también para quedarse alguna, para dar respiro al equipo, no hizo ni una cosa ni la otra, sino lo que desgraciadamente viene siendo habitual en él, un partido desastroso de un jugador que no aporta nada.»
Tal cual. Y Griezmann y Nahuel Molina, idem.
«por ese camino, el de encerrarse a defender un resultado, se llega a un lugar que se conoce bien esta temporada, y que no suele gustar a nadie.»
Y no ocurrió ayer lo del Español, lo del Elche, lo del Alavés, lo del Liverpool, lo del Mallorca, lo del Celta y lo de Arsenal, porque además de Baena en ataque, estaba Giménez en defensa, que se nota, vaya que si se nota el uruguayo, en comparación a Lenglet.
29 octubre, 2025
Barrios lesionado. Afortunadamente para 7 o 10 días. Exceso de carga para unos, mientras no cuenta con otros: Marc Pubill y Carlos Martín.
¿A qué espera Simeone para hacer relevos, para rotar el 11?
¿Pretende ganar algún título sólo con 14 o 15 jugadores incluyendo al reumático Griezmann, a los coladeros Lenglet y Molina y al falla que te falla y vuelve a fallar Sorloth?
Simeone NO cree, NO cree en absoluto. Pensar que Simeone cree en el Atlético de Madrid es engañarse. No hace sino repetir una y otra vez la misma alineación, fatigando siempre a los mismos, a los mejores. ¿Cómo se puede llegar así al mes de marzo, que es cuando se tiene que jugar el todo por el todo, si en los partidos menos exigentes como el del Betis no saca a los menos habituales y obliga a los habituales a dosificar con gran peligro de verse remontar el partido, como ya le ha pasado con Español, Elche, Alavés, Mallorca, etc.?.
De creer Simeno, sería valiente. Sacaría a Carlos Martín y a Marc Pubill ya, para dar descanso a los habituales. ¿A qué espera, a que también se lesione Llorente, Julián Álvarez y Giuliano, los mejores junto con Barrios?
D. P. Simeone dice «nunca dejes de creer», pero él nunca deja de temer.