El Atleti rescató un punto del Bernabéu en el alargue merced a un gol de Marcos Llorente, un gol que a los más talluditos les rescató el recuerdo de que aquella falta de Demetrio Albertini. Eran otros tiempos, y aquel empate postrero tenía el valor de un triunfo, pero ayer, después de evitar la derrota cuando ya todos la daban por hecha, cuando ya se empezaron a calmar los efluvios de la euforia, el Atleti se dio cuenta de que un punto era poco para el objetivo mayor, que tan solo aportaba un poco de justicia, que no es poco, y aguaba la fiesta del vecino, que es mucho.
Por lo demás, el derbi fue bastante típico, poco juego, domino a fases del Madrid, la sensación de que estaban más cerca del gol aunque las ocasiones realmente claras las tuvo el Atleti en la primera parte a balón parado. Un gol de Brahim fruto de tres carambolas que se lo puso todo de cara, pero el Atleti se sostuvo en el partido y en la segunda mitad, Simeone intentó ir a por él con los cambios. Entró Barrios, Lino, Nahuel, Memphis, Correa. En el cincuenta lo empató con un remate a la salida de un córner de Savic, pero no sabemos bien si el árbitro, el asistente, el VAR, porque ya no se sabe nada, lo anuló de una manera inverosímil por fuera de juego de Saúl, que pasaba por allí. La jugada es de traca, no solo porque ni Saúl está en la zona de influencia ni es obstáculo para Lunin en nada, el cabezazo de Savic es inapelable y el portero madridista estaba vencido dentro de su propia portería, lo es porque en la acera contraria se pueden rescatar decenas de ejemplos en los que el jugador en posición adelantada ejerció de estorbo de manera clara y el gol siempre subió al marcador. Situaciones cotidianas que ya dejan de ser noticias. El Atleti tuvo que seguir remando.
Después del gol interruptus, el partido entró en una fase de desconcierto, el Atleti acusó el golpe de verse despojado del empate y el Madrid, con un Brahim estelar, pudo haber aprovechado a la contra para matar el partido. Por el camino se afanaron en protestar tres supuestos penaltis que serán los que ocupen las portadas de los días venideros, tres jugadas de las que solo una, el encontronazo de Savic con Bellingham, está en el terreno de los grises y de las interpretaciones, pero aquí ya no importa la verdad, importan los preceptos del discurso único que es el que debe ser validado por todos.
La cuestión es que el Atleti se sostuvo, hasta que en el noventa y tres, una prolongación de Memphis sirvió para que Marcos Llorente batiese con la testa a Lunin. No hubo posibilidad alguna de anularlo y todo el estadio se quedó cariacontecido. Fiesta interrumpida por un rival al que no consiguen doblegar del todo en una metáfora perfecta de su existencia. Ustedes tendrán todo, pero aquí cerquita, en otro barrio, más humilde, hay alguien que no se va a dejar vencer.
La historia de todos los derbis fue el derbi de Liga, que terminó con un punto para cada uno, con una distancia tal vez insalvable para el campeonato, diez puntos, y con el Atleti pensando en la Copa y en el Bilbao, que asoma al horizonte.
5 febrero, 2024
Lo de los penalties o los goles anulados o los fueras de juego estará siempre en los debates porque es lo grueso. Pero yo quiero detenerme en el grano fino. Ayer Bellingham da un pisotón criminal a De Paul y se queda en falta (y encima se queja de que se la piten).
A continuación hay una amarilla a Saúl por nada y otra consecutiva a Hermoso por menos aún.
El mensaje es clarísimo:
«Tu no puedes hacer faltas y ellos sí, cuando se acerquen al area los tienes que dejar pasar»
Con esos condicionantes los jugadores del atleti estan presos y maniatados todo el santo partido… ahora no me vengas con penalties …
9 mayo, 2024
50 años con lo mismo en los derbis y otros partidos. Y encima se quejan hasta reventar de ser ellos los ladrones robados.
Protestar (e insultar, incluso al árbitro, impensable en el Atlético, frecuente entre los blancos) sin sanción para el Real Madrid y tarjeta amarilla para el Atlético de Madrid, si no es roja.
Faltas duras, amarilla para el Atlético y sin sanción para el Real Madrid. Y eso si llegan a pitársela en contra. Para que saquen una amarilla a un jugador blanco, tiene que ser una entrada de roja.
Errores de apreciación de fueras de banda y córner. Aplastante sesgo de errores en favor del Real Madrid.
Descuentos en los partidos. Los partidos duran hasta que el Real Madrid voltee el resultado a su favor.
Goles discutibles. Lo que al Atlético se le anula, al Real Madrid se le concede en ataque. Y en contra, los que le marcan al Atlético se conceden con mucha más frecuencia que se anulan, los que le marcan al Real Madrid se les suele anular en mayor número.
Fueras de juego en ataque. Al Atlético le pitan en ataque fueras de juego «dudosos» que al Real Madrid jamás se los sancionan.
Penalties a favor. Al Real Madrid le pitan a favor muchos simples contactos y muchos piscinazos. Al Atlético de Madrid, ya pueden apalear a sus jugadores, que no le van a pitar más que lo mínimo. Y le han llegado a sacar tarjeta amarilla a un jugador por simplemente resbalarse en área contraria.
Penalties en contra. Al Atlético le sancionan mucho más jugadas dudosas que al Real Madrid. Es inequívoco. Pitar un penalty contra el Real Madrid resulta sumamente peligroso para el futuro profesional de los árbitros.
Se ve claramente que el Real Madrid no quiere disputar la Liga, sino una supercompetición europea, un circo mediático futbolístico millonario con los equipos punteros del continente. Y para que la Liga siga, hay que hacer la vista gorda en favor del equipo blanco.
No hay que olvidar que en las dos finales de Champions entre ambos clubes marcaron un gol en una jugada de córner en la que Bale le pega un codazo en toda la cara a Juanfran no pitado incomprensiblemente y que en la otra final marcaron en fuera de juego claro tampoco sancionado. Tan garrafal fue el robo, que desde entonces, decidieron implantar el VAR dichoso. Dos finales europeas con dos jugadas clave para su resultado final. Y se quejan de los pocos errores que sufren en contra.
5 febrero, 2024
6 jugadores atléticos llegaron al área rival en el minuto 93 al posible remate, que finalmente hizo Llorente. Eso es determinación y ambición, y poner los medios para lograr el fin. Por cierto, la dejada de Depay es dificilísima, bastante más de medio gol. Lástima que no fuera el 1-2.
Y ya tenemos nueva regla : si en un córner el portero se mete solito en su portería y se traga un gol: fuera de juego impepinable del rival que pase por allí. Claro está, la duda ofende, siempre que el portero sea merengue. En otro caso, se estudiará.
8 febrero, 2024
Estudiado el caso si es al Barça también, tratándose de los demás será gol.
9 mayo, 2024
Gol absolutamente legal de Savic. Ni Lunin protesta y se lamenta por el gol, como sus compañeros. Otro triunfo atlético frustrado por actuación arbitral, que no por juego. La historia de décadas de corrupción antiatlética en derbis y de decenas de derbis robados.
Otro videoarbitraje letal desde RMTV. Si le llegan a anular un gol así al equipo blanco, lo retiran de la competición para jugar ese circo de superliga que quiere montar Florentino con los otros clubes millonarios.