Nadie dijo que fuera a ser fácil

Nadie lo dijo, pero después de que el Sevilla se comiera cinco en Girona, después de lo vivido frente al Madrid, seguro que muchos lo pensaron. Muchos pensaron que el Sevilla sería un rival asequible, incluso algunos irremediablemente, pecando a la mayor en la filosofía cholista, pensaron en el sorteo, en esquivar a los vascos, en que estaba más fácil que nunca. Pero la realidad siempre nos despierta de estas ensoñaciones para llevarnos de nuevo al camino de Diego Pablo, no hay que dar nada por hecho, ningún partido es más importante que el que se está jugando. Y el de anoche en el Metropolitano, los cuartos de final de la Copa del Rey, a partido único, fue un partido bravo, difícil, lleno de matices que se resolvió, como siempre sucede en estos casos, por pequeños detalles que fueron cayendo de lado del vencedor.

Después de lo acontecido en la previa, el fallecimiento de una familia sevillista en accidente de tráfico mientras se desplazaba para ver la eliminatoria, todo el mundo comenzó con un nudo en la garganta, una tragedia terrible por cuanto nos resulta cercana, porque todos hemos subido al coche a los niños, a los amigos, y nos hemos puesto en la carretera a perseguir nuestra pasión. Hubo un minuto de silencio sepulcral, respetuoso, emocionante, como no podía ser de otra manera, y el partido arrancó de una manera extraña. El Sevilla trataba de imponer un ritmo cansino, de jugar en campo propio, con dos líneas de cinco prácticamente y Ocampos intentando salir de allí de vez en cuando. Era uno de esos partidos de radiografía clara, el dominio posicional del Atleti invitaba a pensar que tarde o temprano caería el gol que abriría otro planteamiento más favorable, pero en cada minuto que pasaba la trampa propuesta por Quique Sánchez Flores era más efectiva y más desesperante.  

atletico madrid v sevilla fc copa del rey 1024x683 Nadie dijo que fuera a ser fácil
MADRID, SPAIN – JANUARY 25: Memphis Depay of Atletico de Madrid scores a goal which is later disallowed during the Copa del Rey Quarter Final match between Atletico de Madrid and Sevilla FC at Civitas Metropolitano Stadium on January 25, 2024 in Madrid, Spain. (Photo by Angel Martinez/Getty Images)

En el minuto veintiséis estuvo ese momento, hubo un penalti claro de Marcao a Molina, que había sido titular en detrimento de Llorente, pero Griezmann se resbaló justo en el momento de patearlo y lo mandó a las nubes. La infortunada acción fue un chute de adrenalina para el combinado sevillista y, como suele suceder por ley de los vasos comunicantes, un bajón para los locales. Llegó el descanso y parecía bastante claro que el partido estaría en los cambios, que Simeone empezó a introducir de dos en dos. Primero Llorente y Barrios reemplazaron a Molina y Saúl, y después, demasiado pronto, en el sesenta y cinco, Correa y Memphis entraron al partido por Morata y Griezmann. Esa apuesta era muy arriesgada y salió bien, porque fue esta pareja quien al cabo terminó resolviendo la eliminatoria. Correa volteó uno de sus giros mágicos dentro del área, dejó sentado a su par, y sirvió con el interior para que Memphis empujara a la red. El Metropolitano estalló en la euforia del por fin.

De ahí hasta el final, el Sevilla tuvo la dignidad de empujar con lo que tenía, de tratar de colgar pelotas al área que Sergio Ramos estuvo en dos ocasiones a punto de convertir en oro. El Atleti, como ya le ha sucedido bien en otras ocasiones, no manejó con presteza los minutos finales y el colmo de esto fue la última jugada del partido en la que Barrios se fue enrevesando consigo mismo hasta convertir una pelota intrascendente en una ocasión de gol para el Sevilla. Se tiró a la desesperada para barrer la opción de Lamela y el árbitro, un viejo conocido, Gil Manzano, no dudó en cobrar penalti. Por suerte para los colchoneros, el VAR llamó a consultas al colegiado, que ya en el monitor pudo observar su error. Barrios tocaba balón, el penalti quedaba anulado. La grada respiraba tras la angustia, y el canterano aprendía una gran lección, afortunadamente para él, sin consecuencias.

El Atleti vuelve a las semifinales de un torneo al que su gente tiene un cariño especial. Real Sociedad, Athletic de Bilbao y Mallorca, esperan en el bombo.

Autor: José Luis Pineda

Colchonero. Finitista. Torrista. Nanaísta. Lector. Escribidor a ratos. Vivo en rojiblanco.

Comparte este contenido en
468 ad

1 Comentario

  1. Nos dio un buen susto Barrios, enredándose con el balón cuantos más pasos daba en esa penúltima acción. Tuvo arrestos y fuerza, afortunadamente, para meter la puntera a tiempo y despejar, por un pelo. Lo divertido, como es habitual en estos casos, el ridículo del merengue, eterno acomplejado que necesita sacudirse hellín de sus montañas de lata robada, que entra desaforado a intentar hacer comparaciones imposibles y al que la tozuda realidad vuelve a dejar en evidencia.

    El año pasado, tras el mundial cataríquetevi, por las razones que fuesen el Atleti se convirtió en el mejor equipo y en el de mejor forma de España. Ojalá que pueda repetir ese estado este año, tumbar al Bilbao y al Inter, y entusiasmarnos.

    Escribe una respuesta

Envia un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies