Maldita competición, corrompida y alejada de los aficionados por la Federación para favorecer a los de siempre, y malditos minutos finales que siempre truncan la felicidad frente al rival maldito. El Atleti parece padecer una maldición bíblica que lo persigue frente a su eterno rival, malditas prórrogas, malditos los momentos puntuales, casi siempre desfavorables.
Las semifinal de este engendro en el que han convertido la Supercopa fue un partido vibrante, que terminó con tres goles a tres en el tiempo reglamentario, y que el Atleti perdió por dos goles del rival en la media hora suplementaria. Hasta ahí, hasta el minuto noventa, el Atleti había mostrado lo que todos sabe, que con su once titular es un equipo poderoso, que puede tutear a cualquiera, que puede lastimar en campo rival, pero que tiene una fragilidad defensiva que parece increíble de reconocer en un equipo de Simeone.
Se adelantó Hermoso nada más iniciar en un cabezazo a la salida de un córner, pero duró poco la alegría poque pronto el Madrid devolvió la moneda en una jugada idéntica, con Rudiger como goleador. Ahí entró en depresión el Atleti y nadie como su eterno rival para aprovechar las debilidades ajenas. Sin apenas nada, ya estaban ganando con un gol, ver para creer, de Mendy a pase de Carvajal. Antes del descanso equilibró el marcador y la balanza de la justicia un Griezmann desaparecido hasta entonces, pero que emergió como un titán para hacer un gol de crack, driblando de tacón a Modric en la medular y abriéndose un pasillo hasta la frontal desde la que cruzó su disparo con pierna derecha para hacer un gol histórico, el que lo sitúa en el escalón más alto de todos los goleadores que en el Atleti han sido. Un gol especia, por dónde lo hizo, por a quién se lo hizo, por lo que significaba, un gol que recordaremos siempre aunque a la postre no sirviera para nada, porque hay cosas que aunque parezcan vacías, llenan, pero solo algunos pueden verlo.
En la segunda mitad el partido bajó el ritmo, vinieron los cambios, salieron del partido Saúl, que había completado una buena actuación, y también Lino, algo irregular. Entraron Nahuel y Riquelme. El Atleti se encontró con el tres a dos en una de las peleas imposibles de Morata, que acabó con un gol en propia meta de Rudiger. Ahí estaba la final, el pase, solo había que aguantar diez minutos. Pero no puede este equipo sostenerse diez minutos, convendría regresar al barrio, recuperar la palabra canchero, darse cuenta de una vez de que no pueden escaparse más veces la gloria en los minutos de atrás. Giménez, que había hecho un gran partido, tuvo su lunar, le dejó unos metros a Vinicius, pudiendo haberlo derribado en medio campo no lo hizo, tal vez excesivamente confiado y eso provocó el empate cuando solo restaban cinco para el final.
La prórroga fue un desastre significativo. El Atleti encerrado, el Madrid empujando. Los cambios del Atleti no dieron nada, los del Madrid, la victoria. Simeone acabó poniendo a Javi Galán de mediocentro, en un mensaje claro para todos. Esto es lo que tengo, esto es lo que hay. Ancelotti, en cambio, usó a Brahim para ganar, desequilibró y lo volteó. Y de nuevo el Atleti se queda con la dignidad de haber competido, de haber llevado al superpoderoso hasta el final, hasta los últimos estertores de la prórroga, algo que ya no alcanza para que los chicos puedan dormir tranquilos. El colegio del día siguiente viene a ser como el campo árabe, un territorio hostil, donde todos apoyan al enemigo. Así fue y así es y probablemente así continuará siendo. Y ahí también reside la grandeza.
11 enero, 2024
La forma de celebrar ayer de los merengues, como si hubieran ganado la copa del mundo, siendo una simple semifinal de una supercopita, es la constatación de la recuperación absoluta de la grandeza del Atlético con Simeone. La enjundia del rival y la dificultad que entraña vencer al enemigo es lo que otorga prestancia a las victorias. Como muy bien escribió uno de vosotros hace no mucho (volveré a buscarlo) el Atleti, a pesar del impostado desdén con el que pretenden tratarlo siempre, es el enemigo, el verdadero enemigo del merengue, y no el Barça. Y nos aborrecen y odian como nosotros a ellos, solo que es su incurable complejo de culpa la razón que los mueve, porque si realmente se creyeran su obsceno palmarés, no tendrían motivo para el odio, solo para el menosprecio, y no celebrarían un triunfo en una semi de una competición menor de forma tan desproporcionada.
Cierto que nos han plantado el logo de una aerolínea árabe en la camiseta. Y aunque no están los tiempos para remilgos en patrocinios, eso no tiene punto de comparación con el hecho de quitar la cruz, símbolo de la civilización occidental, de su horripilante escudo, para venderles camisetas a los muslimes.
No creo que ninguno confiara en que pasáramos por penaltis frente al detestado vecino, pero lo que no sé es si hay alguno que no piense que Savic, además de malo, es un maldito gafe. Todos los jugadores fallan, pero los fallos de este tronco acaban siempre en desgracia.
Antes de lo de ayer, y siempre, prefiero mil veces superarles en Copa que en la supercopita. A estos y a cualquiera. Las supercopas engordan el palmarés como la comida basura: todas las calorías y nada de sabor. Antes, al menos, jugarla implicaba haber salido campeón el curso anterior, o en Liga o en Copa. Era un premio añadido que realzaba el valor de lo ya conseguido. Ahora es todo una cosa grotesca, digna del circo feminazi que montaron con la choni que se dejó besar por el capullo que montó este engendro de competición.
A ganarles en la Copa, que eso es lo importante.
11 enero, 2024
Jajaja, acomplejado, claro que no os odiamos, sólo nos gusta reírnos de vosotros, sigue llorando
11 enero, 2024
Ya tenemos al tonto las champions de turno, que no tiene suficiente con la central lechera y tiene que venir a dar el coñazo. Por cierto llorar lo que se dice llorar, sabeis que tambien sois los putos campeones no?, que si la superliga, que si el var, que si los arbitros, que si el deficiente de Vinicius, que si Tebas, que si la madre que os pario, etc…
La proxima vez vete a intentar dar por culo a cualquier medio controlado por el cabron de Florentino. Y si nosotros estamos jodidos por la mierda de directiva que tenemos, tientate el bolsillo, porque la ruina que os estan dejando va a ser mucho mas que la del Barcelona, que ya es decir.
Y ahora a mamarla subnormal.
12 enero, 2024
¡Ay Alejandro! qué penosa ha de se tú ruin vida para tener que venir a escribir donde te desprecian y odian todo lo que representas.¿Tan desgraciado y solo te sientes que necesitas que te insulten para sentirte algo? Nada hombre, todo pasa. Ánimo.
11 enero, 2024
Lo dijo Simeone hace mucho tiempo (y yo antes que Simeone): La diferencia son 300 millones.
Además yo añado a esos 300 millones, una pequeña cosa, casi sin importancia: El Jefe del negocio es el dueño de ese equipo.
11 enero, 2024
Vaya, vaya, si hasta aquí llega la basura blanca. Aburridos de sí mismos, insatisfechos crónicos, hastiados de autobombo, incapaces de respetar lo ajeno ni disfrutar lo propio, vivís pendientes permanentememte de lo que hace y dice el Atleti. Entrando a un foro atlético, minoritario, te delatas. A mí, ni en la fiebre más delirante, ni como la más penosa de las penitencias, se me ocurriría meterme en uno de mandriles a mirar soplapolleces. Repugnancia visceral es lo que me produce vuestro malhadado club, y vosotros, sus cómicos seguidores, cómicos por lo ruin, no por lo gracioso, el más olímpico desprecio.