Lo barato sale caro, repetía mi madre en un tiempo en el que ninguno de nosotros teníamos acceso a aquello que se denominaba caro, y en el que el concepto de barato, tan democratizado ahora, era despectivamente opuesto de la visión actual. Ahora buscamos lo barato, en aquellos tiempos de austeridad, gran paradoja, lo rehuíamos. Y a muchos de mi generación se nos quedó esa reticencia permanente, ese recelo de lo que es o parece ser barato. Tal vez por eso gastamos de más cuando compramos y tal vez por eso también miramos con otros ojos partidos como el que jugó el Atleti frente al Deportivo. A los quince minutos, ya sabíamos que aquello, que a todos nos parecía barato, iba a resultar bastante caro, aunque no se podía imaginar cuánto.
Simeone rotó, pero el once parecía interesante y justo. Todos quieren ver entrar en el equipo a Gaitán, todos reconocieron la oportunidad ganada a pulso a Correa, el sitio de Giménez, la necesidad de Augusto. Desde el comienzo el Dépor planteó un partido feo, igual que muchos de los que se han de encontrar los rojiblancos en esta campaña, porque ya acabó aquel tiempo en el que los rivales llegaban al Calderón con la alegría con la que se sale al patio del colegio. Ahora, el Manzanares ya es otra cosa bien distinta, muy parecida a lo que siempre fue. Los rivales llegan ahí muertos de miedo, sabedores de que solo dando mucho más de lo que tienen, encerrando su portería y redoblando esfuerzos, existe una mínima posibilidad de que, si los astros se alinean, puedan sacar algo. Se acabaron los tiempos de alegría y concesión. Y en eso se empleó y muy bien el equipo de Garitano, tanto que emborronó la partitura del Atlético, al que el partido empezó a atragantársele demasiado pronto.
Tan sólo una ocasión que Griezmann mandó fuera por poco activó un poco el desorden del Atlético, que durante unos minutos acosó la meta de Lux. Aquello se disipó rápido tras la lesión de Augusto, que se echó las manos a la rodilla haciendo temer lo peor (después se confirmó la ruptura del cruzado). Poco después, en el 35, Giménez se echaba mano al adductor y pedía el cambio anticipando su rotura. Con Gabi y Lucas en el campo, un Dépor sólido y un partido cuesta arriba para los de Simeone, en la prolongación de la primera mitad, Fajr cometió un error infantil y dejó al Deportivo, merced a su segunda amarilla, con diez jugadores para afrontar la segunda parte.
Tras la reanudación, el Atlético fue una apisonadora. Dobló el campo para convertirlo en un frontón y jugó casi con Oblak en el campo contrario. El Deportivo daba un paso atrás en cada acometida y daba la sensación de que acabaría con los diez que le quedaban en el campo dentro de la portería porque el Atlético lo arrollaba con su juego. Sin acierto, el gol parecía una cuestión de tiempo, mientras las manecillas del reloj no alcanzaran el territorio de la precipitación. Con Filipe y Gaitán por la izquierda, Carrasco y Juanfran por la derecha y Correa y Griezmann por el medio las ocasiones empezaron a sucederse y Lux a convertirse en el hombre del partido. Sacó un tiro a la escuadra de Yannick con ayuda del larguero, sacó otro tiro de Gaitán, otro de Griezmann, el rebote de Correa. Un disparo dentro del área de Filipe se fue rozando el palo. El partido era una agonía para los dos equipos, para el rojiblanco, que veía que el gol no llegaba y para el Deportivo, que veía cómo solo alcanzaba a despejar y tratar de aguantar el siguiente envite.
Simeone gastó el cambio que le quedaba en Gameiro, y de uno de sus desmarques eléctricos nació el gol que abriría el marcador y terminaría siendo el único a la postre. Ruptura, centro y Griezmann, siempre en el lugar adecuado, perforó la portería deportivista en un gol que fue el grito de una liberación. El Atlético, en una de esas nuevas caras que muestra, empezó a defenderse tocando el balón. No tuvo profundidad para resolver el partido con un segundo gol y al final sufrió alguna jugada a balón parado del Deportivo que buscó la gesta en los minutos finales. Tres puntos que salieron muy caros, por el esfuerzo, por las lesiones, pero que confirman la remontada. El Atlético ya es tercero y mira de cerca el liderato.
Foto: clubatleticodemadrid.com