La noche y el día

Llegaba el Betis en Liga y Simeone necesitaba rotar. Las rotaciones no son sólo una cuestión de descanso físico, sino más bien de enganchar a los que parecen fuera, de recogerlos de la cuneta, hacerlos sentir importantes. Es una manera de decir, hoy te toca a ti, ¿qué creías? Quien consiga resolver la ecuación perfecta de las rotaciones conseguirá dominar el mundo porque lo cierto es que, al menos en el Atleti, hay algunos jugadores que elevan la dificultad de esto al rango del Premio Nobel de Física.

Salió Lemar de titular, con hermoso en el lateral izquierdo y por ahí se fue oscureciendo el partido del Atleti. Lemar no hizo nada bien, ni un pase, ni un regate, ni un desborde. Perdió balones en terrenos complicados, mostró su abulia natural, ni una carrera de más, todos los esfuerzos de menos. Fue una especie de agujero negro que fagocitaba toda posibilidad de encarrilar un partido, una evidencia de que jugar con él es jugar contra uno mismo, autolesionarse de forma gratuita. Simeone lo intenta una y otra vez porque sabe que lo necesita, pero el jugador le devuelve ruina y desastre.

El Betis trataba de canalizar su abrumadora posesión por el costado derecho, aprovechando las rebajas sin fecha que ofrece Trippier, otro jugador a cuya espalda se invita al peligro a cada rival. Ya no es nuevo, todos lo saben y lo buscan descaradamente. Tello tuvo ahí un carril por el que herir y sólo la consistencia que ofrecen Savic y Felipe, las ayudas, las coberturas, hicieron posible que Oblak apenas tuviese que intervenir en una ocasión, que fue decisiva, claro. Fue un desastre de primera parte, la noche más negra, las rotaciones no funcionaron, aunque Hermoso fuera mejorando, ni siquiera Torreira estuvo como el primer día, perdió mucha pelota, obligando en exceso a Koke. Con todo, Luis Suárez tuvo un mano a mano que se marchó por poco y que le sirvió William Carballo en una graciosa metáfora: la única ocasión tuvo que ser un regalo del otro.

En la segunda parte se alumbró el día. Simeone dispuso dos cambios de inicio: entraron Carrasco y Herrera por Lemar y Torreira y el partido fue otro desde el arranque. Apenas un minuto jugado y Llorente puso por delante al Atleti en una jugada de área en la que quebró a Mandy con velocidad endiablada y tocó de zurda para sorprender a Claudio Bravo, que esperaba el disparo cruzado y terminó viendo como la pelota entraba por donde no debía.

Con el marcador a favor, el Atleti fue muy superior al Betis, Herrera canalizó bien el juego en la medular y demostró que es uno de los que no quieren quedarse atrás, se agarra al remo para subirse al barco. Eso liberó a Koke y la entrada en el sesenta de Joao desató completamente el juego ofensivo. Carrasco falló un mano a mano contra Bravo, hubo intentos por ambos flancos y cuando Simeone puso a Lodi también en el terreno de juego, la banda izquierda se convirtió en una pesadilla para el Betis, que observaba como su posesión se diluía en las arrancadas rojiblancas. Pudo haber cerrado mucho antes el partido el Atleti: Herrera estrelló una pelota en el palo, y convirtió a Bravo en la estrella de un Betis que bajó definitivamente los brazos cuando el VAR mandó llamar a Mateu para corregir la tarjeta amarilla que había sacado a Montoya por falta a Carrasco en la frontal. El bético era el último hombre y fue expulsado. Con diez, el Betis sólo pudo acercarse en algún balón parado y Suárez terminó rematando el partido en un contragolpe con Lodi. Había saltado al campo también Vitolo por lesión de Carrasco, pero no ofreció nada.

El partido dejó tres puntos que aúpan al Atleti a la zona noble, poniendo distancia con Barcelona y Sevilla, pero dejó también la constatación de que hay jugadores que siguen sin estar y eso complicará mucho a Simeone las rotaciones, el lugar donde probablemente se fermente el germen del éxito.

Foto: GETTY IMAGES

Autor: José Luis Pineda

Colchonero. Finitista. Torrista. Nanaísta. Lector. Escribidor a ratos. Vivo en rojiblanco.

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11 Comentarios

  1. Ayer el Atleti volvió a ceder la posesión del balón al rival, y es una cosa que al equipo, a pesar de lo que digan los medios y sus afines, le viene bien siempre que no haya pérdidas de concentración que lleven a errores. Con esa premisa, solo le falta saber salir al contragolpe, a la vieja usanza, con velocidad y con efectividad, para que este Atleti suba un peldaño en la escalera de los equipos que optan a campeones.

    Cada partido es diferente, y cada jugador sufre altibajos en su juego que afectan al rendimiento del equipo, cualquiera que haya practicado deportes de equipo lo sabe perfectamente. Si analizamos uno por uno a cada jugador en cada partido nos encontraremos con esas diferencias y esos altibajos. Creo que el rendimiento de cada jugador se ha de valorar en función del rendimiento del bloque. Ayer es cierto que Lemar no estuvo acertado y tuvo que ser otro u otros compañeros los que compensaran ese desacierto, pero en el próximo partido puede cambiar la historia.

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    • El que me preocupa de verdad es Tripier, es un coladero y no tiene sustituto. A mi Arias me gustaba más y lo escribí aquí hace tiempo y Versaliko, o ocmo se escriba, parece, y ojala me equivoque, que es un exfutbolista, para su desgracia y la nuestra.

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    • Ojalá Che. Aunque lo haya puesto a parir en esta humilde crónica, te aseguro que tengo más ganas que nadie de que este jugador brille, pero reconozco que estoy empezando a perder la esperanza.

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  2. Mateu nos pitó la temporada pasada el partido contra el Leganés. Me pilló sentado detrás del «Vasco» Aguirre, que estaba en su área de entrenador de pie, cuando le grité a Mateu «Por favor Mateu, no des la espalda al portero cuando debe sacar de portería» : Y no sé si Aguirre lo oyó pero extendió sus brazos hasta la altura del codo, como diciendo «déjalo».
    Ayer la expulsión de Montoya es clara. No hay nadie cercano. No necesitaba ir al VAR. Es un arbitro que preferiría que nunca nos pitase.
    Pero esa expulsión nos ayudó y de que manera.
    Primero, Hermoso se había dedicado a secar a Fekir que contaba con la ayuda de Montoya y Lemar no estaba por la labor de hacer algo bien. No era su día. Con la entrada de Carrasco ya se equilibraba la «zona» y esa banda dejó de causar problemas. Más cuando Montoya fue expulsado y aunque Carrasco se lesionara, con Fekir «agotado» por el «trasteo» que le dio Hermoso, Simeone metió a Lodi por aquel y el partido se tornó muy claro.
    La verdad es que pocos pueden pensar en que cambiando un defensa se puede convertir en una posibilidad de ataque.
    Lo de Llorente…es para despedir a todo el cuerpo técnico Del Real Madrid, que durante todos los años que ha estado este chico en ese equipo, no hayan visto esas cualidades.

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    • En el Madrid, desde hace años, sólo interesan medias puntas.

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      • Ben, lo malo es que cuando tienes en tu plantilla a un jugador que aunque haya jugado en una posición, puede que le veas cualidades para que rinda más en otro sitio en el equipo y eso lo tiene que ver los entrenadores que están cada día con ellos.
        Cuando el Atletico fichó a Llorente lo hizo para cubrir la marcha de Rodri, pero en los entrenamientos Simeone vio que podía rendir más en otra posición.
        El resultado es que con sus cualidades y con espacio es un jugador que te da soluciones para romper un partido.
        Y como le siga dando partidos en ese posición, va a ser muy difícil sacarle del equipo titular.

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        • Vio eso y que perdía balones que le obligaban ha hacer falta con tarjeta amarilla y no le cuadraba, con razón. En el Madrid, en mi opinión, es mucho más sangrante el asunto James, a ese ni siguiera le tienes que cambiar de posición y está que se sale, nos hubiera venido de perlas, pero daños colaterales del 7-3.

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          • Pues totalmente de acuerdo.

  3. Yo no entiendo muchas cosas del Cholo, pero…. Al portugués, no duda en darle collejas, en vez de animarle; es un niño. Pero a Lemar, bunca le ha censurado, y, ¡¡eso que ya lleva siendo uno menos en su dquipo, hace más de dos años!

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  4. El equipo técnico del atlético, también se deshizo de jugadores que ahora están triunfando en Inglaterra. Raúl Giménez,, y Diego J.

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