La vuelta del parón de selecciones dio un serio correctivo al Atleti en Mestalla y ahora venía una piedra similar, Balaídos tras la diáspora de los equipos nacionales. El Atleti demostró que ha aprendido la lección, que no está dispuesto a cometer los mismos errores y venció al Celta con tres goles de Griezmann, que marcó el paso firme con el que marcha este Atleti en Liga: pasadas las diez primeras jornadas se encuentra a tres puntos del liderato, con un partido menos.
El partido estaba un poco como el tiempo, incierto, abanto, no se puede decir que los de Simeone salieron a dominar el partido, pero en el minuto veinticinco sucedió una jugada que lo definió por completo: Iván Villar falló en una salida y el balón se quedó muerto a los pies de Morata, que lo adelantó para dejar atrás al portero y dirigirse hacia el gol, el cancerbero del celta, desesperado, lo derribó, lo que devino en penalti y expulsión. Marcó Griezmann la pena máxima y puso todo de cara para lo que restaba del partido.

Parecía todo tan fácil que no lo fue. El Celta presentó pelea, colgó pelotas, intentó acercarse, hizo aparecer a Oblak y el Atleti parecía estar en un entrenamiento, jugaba a ratos tratando de tener la pelota, presumía la sencillez de ganar un partido que ya iba ganando frente a un rival con uno menos, pero vivió intranquilo hasta que llegó el segundo gol, ya tras el descanso, en una cabalgada impresionante de Antoine y un centro en semifallo a Morata que terminó batiendo a Guaita. Con el dos a cero el Celta bajó los brazos y el Atleti, con los cambios realizados, con De Paul y Correa en el campo, barruntó una goleada que finalmente no llegó por falta de precisión en los últimos metros.
Griezmann completó su primer hattrick tras la vuelta en un contragolpe fulgurante y precioso entre Morata y Nahuel que el francés acabó empujando a la red. Dominó a placer el Atleti, se gustó con el balón, frente a un rival que había entregado sus armas tras el segundo gol y el tremendo esfuerzo realizado. Tres puntos en un campo que siempre fue complicado, en un tiempo que siempre es difícil, a la vuelta de las selecciones. Antoine lidera y Antoine golea, el principito marca el paso firme de un Atleti al que ya espera la Champions.
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