Hay muchas maneras de enfrentar una derrota y la forma en la que anoche, en el Metropolitano, el Atleti encaró su tropiezo frente a Las Palmas del viernes fue la señal de un equipo campeón. Regresaba el Celtic al Metropolitano tantos años después para jugar en la Copa de Europa y se llevó de vuelta a Escocia una goleada histórica, un seis a cero que quedará en los libros y que puso de manifiesto tantas cosas, que los tiempos han cambiado, que el fútbol iguala a veces pero otras se descose pero sobre todo, que este Atleti vuelve a tener el alma que Simeone trajo de vuelta hace ya tantos años que nos parecen pocos.
Salió el Cholo con Griezmann de interior acompañando en la medular a Koke y Barrios y dejando a Correa como pareja de Morata. Los primeros minutos fueron una ilusión, pues el Celtic fue fiel a la filosofía que ahora le domina y trató de ser dominador con el balón, trató de combinar, pero fue apenas una neblina leve porque en seguida el Atleti activó el modo apisonadora y llevó el partido al extremo opuesto. En el minuto seis Griezmann puso en marcha el marcador con un zurdazo cruzado desde la frontal y con ese gol, desató el tarro de las esencias, porque el principio francés hizo uno de esos partidos para recordar, uno de esos de jugador total. Por allá donde aparecía el foco de cámara, estaba el siete rojiblanco. Tirado al suelo para recuperar un balón, tocando en corto una pared, abriendo el juego, encarando a un rival, chutando a puerta. Griezmann se ha convertido en el jugador total y ya nadie se asombra de lo que es asombroso, a su edad, está en la mejor versión, es un futbolista descomunal al que no pueden encontrársele defectos ni fisuras.
En el minuto veintitrés Maeda, en un exceso de ímpetu hizo una entrada fea a Hermoso que le costó la roja y eso fue el desastre para el Celtic, porque si ya a duras penas podía contener la riada de fútbol que lo inundaba, con un jugador menos y con tanto tiempo por delante, no pudo sino resignarse, tratar de mantener la dignidad y aguantar el chaparrón de goles que le acabó por venir. El Atleti era una máquina de generar fútbol de ataque, no llegaba el segundo gol, pero era lo de menos, porque las ocasiones se sucedían una tras otra. Ya al borde del descanso, Griezmann trazó un tiralíneas de cuarenta metros para poner la pelota en la cabeza de Giménez que cedió atrás, generoso, para que Morata continuara su idilio con el gol y rubricase el gol que daba la tranquilidad.
En la segunda mitad entró Llorente por Barrios y el Atleti salió al partido como si estuviera perdiéndolo. El mejor Koke en el eje de un equipo que bascula de un lado a otro del frente de ataque con una armonía de bailarín clásico, empujaba y empujaba al Celtic contra Hart. En el sesenta, Griezmann, de media chilena, hizo un golazo para el tres a cero y justo después, Simeone entendió que el partido estaba resuelto y que había que repartir minutos. El Metropolitano se vino abajo para reconocer el fútbol de su hijo pródigo y entraron al partido Lino y Saúl para sustituir al francés y a un Riquelme que también hizo un partidazo. Debió pensar Lino, que volvía tras la lesión, que el canterano no había perdido el tiempo en su ausencia y que tenía mucho terreno que recuperar, porque en la primera pelota que cogió dentro del área, quebró hacia su pierna mala y colocó un derechazo en la escuadra para rubricar el cuatro a cero. El brasileño siguió como si en ese partido estuviese todo su futuro y asistió a Saúl en el quinto gol, y también a Morata en el sexto, que fue un zurdazo desde la frontal, que dejó a todos ojipláticos. Morata por fin es el delantero que todos creían que sería.
Jugaron también Azpilicueta y Soyuncu y el Celtic casi pudo darse por satisfecho con la media docena, porque su mejor hombre fue Hart, y entre él y los palos salvaron la noche de que el resultado no solo fuese histórico y escandaloso, como fue, sino incluso inverosímil. El Atleti lidera el grupo pero la goleada no abre ninguna puerta, la clasificación sigue en el aire, pasa todavía por dos partidos durísimos frente a Feyenoord y Lazio, pero lo cierto es que el equipo despeja dudas, transmite buenas sensaciones. Anoche se mostró en el mejor de los escaparates posibles.
8 noviembre, 2023
Alguien ha visto a Pepe Fer? No.
Seguro que no? Vaya, pues va a ser que no.
8 noviembre, 2023
Siendo sensacionales muchos de los goles, Lino y el 2° bárbaro de Morata especialmente, después de recrearme en las repeticiones, lo que más extraordinario me parece es el pase de Griezmann a Giménez para la soberbia jugada del 2-0. Como en muchas ocasiones en todo este 2023, simplemente el mejor fútbol del mundo, el del Atleti de Simeone.
Cierto que el rival estuvo mucho tiempo con 10 y que habrá que ganar en Rotterdam y a quí a los romanos, pero lo de anoche fue memorable.
9 noviembre, 2023
Estoy aquí. Y lo que tengo que dedir,es que si el atético jugase así frente a Lasl Palmas o Valenciaq, seguro que no se perdía. ¿Es tan difícil jugar así? Pues los jugadores,son los mismos.
9 noviembre, 2023
Oficial: el Atlético renueva a Simeone hasta 2027.