El Cholo aprendió la lección de la visita a Gran Canaria y tuvo claro qué cosas tenía que hacer su equipo para derrotar al rival. Para ello, y aprovechando el partido del martes ante el Inter, Simeone decidió hacer rotaciones, destacando el nombre de Marcos Llorente, quien se colocaría en la punta del ataque. Una alternativa que no solo dio gol al Atleti, sino que contribuyó a la presión que deshabilitó a la UD Las Palmas durante la primera mitad.
Correa, el acompañante de Llorente en el ataque, fue el primero en encontrar los frutos de la presión, pues gozó de dos ocasiones prácticamente seguidas a raíz de errores defensivos que a punto estuvieron de estrenar el marcador. Una se marchó por alto, con el portero prácticamente vencido, y la otra salió desviada por un lateral de la portería. El Atleti comenzaba a oler la sangre como si de un tiburón se tratara y no dejó de presionar y ahogar a los futbolistas canarios. El primer golpe llegaría a partir de un rebote que aprovechó Marcos Llorente, el invento de Simeone, tras un balón que golpeó en un defensa rival tras una buena conexión de Lino y Correa.
Pocos minutos después, el equipo rojiblanco no dudó en seguir con la misma idea de adelantar líneas y provocar el error del rival, manera con la que llegó el segundo gol. «Angelito» volvió a atosigar al defensor de Las Palmas, quien se hizo un lío con el balón y provocó que el argentino se lo arrebatara prácticamente al borde del área. Correa, con amabilidad, decidió darle un «pase de la muerte» a Marcos Llorente para que este pusiera el dos a cero en el marcador.
En este punto, el Atleti dejó de pisar el acelerador y decidió que Las Palmas volviera a tener la posesión del balón. Estos consiguieron amenazar en un par de jugadas a Jan Oblak, pero el esloveno apenas tuvo que esforzarse para evitar el tanto rival. El Atleti dio un último susto en un balón parado que dejó a Lino solo con un gran pase de Correa que fue detenido por el guardameta con una gran estirada.
La segunda mitad comenzó con el Metropolitano celebrando el tercer gol de Ángel Correa al minuto de comenzar. El argentino, tras un pase de cabeza de Koke, aprovechó la desconexión de la defensa rival para colocarse frente al portero y batirlo sin complicaciones. El frenesí del Atlético de Madrid no tenía fin, y llegados a la hora de partido, Correa puso el cuarto desde los once metros tras un penalti sobre Lino revisado por el VAR.
Con el partido más que encarrilado, Simeone decidió darle descanso a Llorente, Lino, Koke, Giménez y Barrios para que Memphis, Riquelme, De Paul, Witsel y Vermeeren gozaran de minutos en un partido «tranquilo». Las Palmas parecía que recuperaba la posesión del encuentro ante un Atleti que comenzaba a esperar atrás para salir a la contra con velocidad. De esta manera llegó la parada más importante de Oblak en todo el partido en un balón suelto que quedó en el área y que detuvo con autoridad con una gran parada.
A pesar de esa jugada, el Atleti apenas sintió incomodidad ante su rival, todo lo contrario. Y es que la manita llegó para cerrar el partido en los pies de un Memphis que, con un gran golpeo, puso el cinco a cero definitivo en el marcador. Desde el primer momento, Simeone supo ganarle la partida a García Pimienta y controló un partido que pedía a gritos tranquilidad tras la última semana que ha vivido el equipo rojiblanco y el viaje próximo a Milán. El Atleti volvió a la senda de la victoria tres partidos después y con una goleada para recuperar confianza y sensaciones antes de la batalla del próximo martes ante el Inter.
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