Fin

Llegó el final y lo hizo de una manera cruel, como no puede ser de otra manera con este equipo, rompiendo las ilusiones de una hinchada que tal vez ya había mirado demasiado lejos alentada por el poco nombre del rival, por el formato de esta Champions, por la euforia de Anfield, por el ansia desmedida que existe por ganarla y ajustar esa lacerante cuenta con la historia. La cuestión es que todo eso pareció trasladarse a un equipo que dudó desde el minuto uno, que no tuvo ni la convicción ni la actitud necesaria y que se encontró enfrente a su némesis. El Leipzig fue un equipo dinámico, rápido, con las cosas muy claras, que, ayudado por la pizca de fortuna que se necesita en estos casos, tumbó al Atlético y todas las ilusiones que le quedaban en esta temporada.

Desde el principio quedó claro que no sería fácil. Los alemanes se movían con fluidez con su juego a un toque, respaldados por un gigante, Upamecano, que generaba una seguridad inusitada en el fondo de la zaga. Cualquier intento del Atlético topaba con el central francés. Diego Costa parecía un juvenil chocando una y otra vez sin éxito contra la muralla que conformaba en la defensa alemana. Además, el defensa del Leipzig sacaba la pelota jugada, rompía líneas, servía y regresaba. Un jugador descomunal desde el que partía toda la solidez del Leipzig que corrió y corrió, hacia adelante y hacia atrás, con pelota y sin ella, sumiendo al Atlético en un estado irreconocible, pues no sabía cómo esperarle, ni como atacarle.

El Atleti formó con Herrera en la medular, pero el mexicano no tuvo un buen día, sólo por la izquierda lo intentaban los de Simeone con Lodi y Carrasco, uno de los pocos jugadores inspirados, que tuvo la primera gran ocasión del partido con un disparo que Gulacsi mandó a córner. Hubo también un penalti absurdo sobre Saúl que ni el árbitro ni el VAR decidieron señalar: no era la noche para los rojiblancos que, tal vez por una cuestión de cábala, vistieron de negro. El Atleti acabó la primera parte casi pidiendo la hora, con Llorente y Costa desconectados, Trippier sufriendo muchísimo en defensa y un Leipzig crecido, acercándose cada vez más a los dominios de Oblak. De la misma manera comenzó la segunda mitad hasta que sucedió lo inevitable. Después de una jugada combinativa por la derecha, Sabitzer metió un centro que el español Dani Olmo cabeceó a bocajarro frente a Oblak para poner por delante a los de Nagelsmann.

Apenas siete minutos después del gol entró Joao Félix al partido, al borde del sesenta, y el Atleti fue otro. Dos exquisiteces del portugués conectaron de nuevo a los hombres de ataque y se recuperó el fervor, las ganas que parecían desaparecidas. En una jugada rapidísima, en el 70, Klostermann cometió penalti sobre el menino que él mismo transformó poniendo el empate en el marcador. Desde el gol, el partido entró en una fase de calma, el Atleti estuvo mejor, lo intentó, entró Morata, pero no hubo un aporte fundamental. Todos esperaban ya la llegada de la prórroga para ajustarse, Simeone reservaba los cambios, hasta que llegó una internada de Angeliño por la izquierda en el ochenta y ocho, sirvió atrás para que Adams, que acababa de ingresar al campo, enganchase un disparo que batió a Oblak al golpear en Savic y desviar su trayectoria. Fue cruel, pero tal vez merecido.

En un campo vacío, lejos de su gente, el Atleti se sintió perdido, demostró que efectivamente era una temporada de transición, que todavía este equipo no estaba preparado para grandes gestas y que necesitará aprender mucho y no desviarse del camino que ha traído los éxitos. Se acabó la fiesta, se enterraron las ilusiones, habrá que esperar al próximo intento.

Autor: José Luis Pineda

Colchonero. Finitista. Torrista. Nanaísta. Lector. Escribidor a ratos. Vivo en rojiblanco.

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12 Comentarios

  1. Lo que ayer ocurrió fue la repetición de la historia misma del Atleti, capaz de ganar al campeón de Europa y acto seguido perder contra un rival sin nombre.

    Ha sido así siempre, cuando no ha sido un juego desastroso, ha sido un gol inverosímil encajado, cuando no ha sido la mala suerte, han sido las decisiones arbitrales. Siempre ha existido en este equipo algo que ha impedido, de forma rocambolesca, cuando parecía a su alcance, conseguir la Copa de campeón de Europa.

    Vicente Calderón acuñó el término de «Pupas» hace muchos años, y a veces parece que ese apodo está incrustado en el ADN de este equipo.

    Ayer el Atleti perdió porque fue inferior al Leipzig, pero uno que sepa como funciona este negocio, no se quedará en esa lectura idílica del espíritu deportivo, y se dará cuenta que en este fútbol moderno donde priman los intereses económicos, no siempre los que peor juegan tienen que caer eliminados.
    Yo, que soy muy mal pensado y cuando hay dinero de por medio me guardo la ingenuidad en el bolsillo, mantengo desde la Final de Lisboa, que el Atleti no ganará nunca la Champions, porque existe un dueño en este negocio (parece que acostumbrado a resolver cuestiones con llamadas de teléfono) que representa a un club poseído por una histórica inquina hacia el Atlético de Madrid. La podrán ganar antes el Leipzig o el Timisoara, pero para que la ganara el Atleti tendría que contar con un potencial económico al nivel de los 5 ó 6 clubes mas poderosos y con una influencia mediática acorde a ese nivel, cosa que ni tiene ni se atisba que pueda tener.

    Contando con lo anterior a lo mejor ayer el árbitro no hubiese dudado en pitar penalti a Saúl e incluso en haber mandado a la caseta a algún jugador alemán, cosas peores se han visto en esta competición.

    Alguno dirá que ganar así es contrario al espíritu deportivo del Atleti y con toda la razón, pero en este fútbol moderno en el que está incluido el Atleti, estos «empujones» están a la orden del día y en la siguiente eliminatoria con un «pelillos a la mar» quedan olvidados.

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    • En el partido entre el Sevilla y los ingleses en cuartos de Europa League, hubo un penalti en contra del Sevilla. Claro.
      Los comentaristas, que vieron perfectamente que el penalti debió repetirse por doble irregularidad en el lanzamiento, alegaron que «bueno, no seamos nosotros los que lo denunciemos». Así, sin inmutarse.
      En la jugada de Saúl, que hubiera llegado al balón de forma clara si no le toca en el talón el portero, el comentario fue «Bueno, quizás no es suficiente». También sin inmutarse.
      El señor Valdano, que me parece muy bien que se gane la vida comentando con su magnifica verborrea los partidos de futbol en televisión, no es el más adecuado para hacer una critica sobre los partidos que juega el Atletico de Madrid, por una razón fundamental. Desconoce la equidad. A los dos minutos de partido del viernes, ya estaba criticando la poca posesión de balón que tenía el Atletico. !!!A los dos minutos¡¡¡

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  2. Respeto todas las opiniones, pero me parece muy pobre, querer justificar este ridículo del atlético, con la influencia del Real Madrid. ¡Está eliminado! No No podemos cerrar los ojos a la realidad, y justificar al Cholo por encima de todo lo humano y lo divino. La película de ayer, la hemos visto muchas veces, se tira un tiempo del partido, luego si se marca un gol cuando vamos por de tras en el marcador y y empatamos, vuelta a jugar a defender. Hay que analizar las declaraciones que hizo Saúl en televisión, y quien quiera entender que entienda.
    Poco más voy a decir del entrenador del atláético de Madrid, que no haya dicho en otras ocasiones; ayer me demostró que en este club, se convirtió en un auténtico mercenarrio.
    Sé que con este entrtrenador jamás ganaremos la Chammpions, y creo que los buenos jugadores, querrán a parte de ganar dinero, intentar conseguir títulos y ser alguien importante en el fútbol. Me parecen las del Cholo, exfcusas sin sentido; la liga se paró en prácticamente toda europa, y todos los dquipos pasaron por tránces difíciles.
    Ahora a esperar que pasa, y desear con todas las fuerzas que el Cholo se martche, pero claro aquí está muy a gusto. ¡de Madrid al Cielo!

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  3. De la anécdota a la categoría: Savic es gafe. Es ese jugador que siempe que falla provoca el desastre. Aunque, allá en Milán, el deportivo central merengue estuviera en fuera de juego, lo esencial es que se le escapó, y fue gol. Y tiró por la borda la remontada de semifinales de Champions en el Calderón dejando que se le escapara Benzema por la línea de fondo, que era lo único que tenía que tapar, plantándose en ella. Y fue gol. Y ayer volvió a poner blandito un pie, por enésima vez, ante un tiro del rival en la frontal, y desvió el balón, otra vez, y fue gol.
    Primero, nunca lo hubiera fichado, que para despejar balones sin criterio, que es lo único que sabe hacer, me vale cualquier central del filial. Segundo, hace años que lo hubiera largado. Tercero, como ha dicho Cerezo, quien discuta a Simeone, o a su central, que se compre un equipo. Así que a tragar con ambos hasta su jubilación.

    Simeone, la categoría : «no teníamos más y nos tocó perder». Así que 400 millones largos de presupueso y 20 millones largos de ficha después, redondeando por abajo, a eso se redujo todo. Echamos una moneda al aire y nos salió cruz. Y, además, el rival, que supongo que vino en una lanzadera espacial de un planeta sin virus chino, o quizás volando con las alas que dice que da la marca de bebidas que lo patrocina, no le duró la temporada un año entero, ni tuvo parones ni afrontó la surrealista realidad que todos padecemos.

    El Atlético de Madrid ha tirado en este curso una de las Ligas más abiertas y menos complicadas de ganar en décadas, entregándose a una absurda cosecha de inútiles empates con los que es imposible aspirar a nada, y que fueron la consecuencia lógica de su desesperante juego, que es la nada. El Atlético de Madrid tiró a la basura, como viene siendo costumbre, la Copa ( como si hubiera 15 competiciones ) ante un 2ª B. Y el Atlético de Madrid tiró ayer una de los más accesibles caminos a unas semifinales de Champions jugando a lo que viene haciendo con Simeone desde hace mucho más que demasiado tiempo, a nada. No tenemos gol, no tiramos a puerta, ni de cerca ni de lejos, ni en lanzamientos de falta, ni de banda, ni de esquina. No combinamos, no regateamos, no conducimos, no presionamos, no hacemos más faltas, no jugamos al fútbol un carajo. Y el rival, da igual quién sea, la Cultural, el Leipzig, un gordo, un mediano o un equipo que intenta no descender, siempre, siempre, salvo que tenga su día negro, Osasuna por ejemplo, tiene más fútbol que nosotros, más frescura que nosotros, juega con más criterio, nos hace más ocasiones. más faltas, más pases, más tiros.

    Pues señor Cerezo y señores de este blog que vivís en la permanente contradicción de vilipendiar a una directiva que mantiene sin discusión y sobrepaga escandalosamente al entrenador al que idolatráis, a mí este Atleti, ya puede quedar ochenta veces seguidas tercero y clasificarse sin parar para la Champions de los cojones, me provoca la más gélida de las desafecciones, y no se me ocurre forma más triste de minar ese vínculo sentimental que constituye la razón de ser de este deporte.
    Y esa manida frasecita, esa gilipollez me atrevería a decir, de «los valores de este Club», como si algún club de fútbol pudiera representar algún valor moral de algún tipo, se suponía que era exactamente lo contrario de lo que hace este desangelado equipo : jugar sin miedo, jugar sin complejos, jugar con intención, jugar para ganar las competiciones aunque se haga en inferioridad de condiciones. Con las armas que se tengan, que hay muchas, pero jugar para ganar. En definitiva, jugar al fútbol, que es lo que no hace. Jugar al fúltbol y hacerme vibrar, sí, a mí y a millares más. Que esa es la razón de su existencia.
    Señor Cerezo y señor Simeone, yo no me tengo que comprar ningún equipo, que lo tengo desde hace 50 años. Lo que tienen que hacer ustedes, que esa es su jodida obligación, es que yo no deje de vibrar con él, que ganar y perder lo he hecho mil veces y seguiré haciéndolo, salvo que ustedes consigan finalmente que el Atleti me acabe importando lo mismo que sus opiniones.

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    • Aunque no importe nada, el comentario anterior que salió como anónimo, es mío. Que si digo algo, lo firmo.
      Por cierto, al descanso, Barcelona 1- Bayern 4. No sé cuál me cae peor, pero lo que lamento ahora es haber eliminado al Liverpool, sobre todo después del partido infame de ayer.

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      • Completamente de acuerdo en lo de Savic y lo de haber eliminado el Liverpool para esto.

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  4. Ayer fue un día en el que leí y escuché muchas opiniones sobre el partido del viernes. Con los mas variados y acertados puntos de vista.
    Aquí leí al periodista, a Che y a Seudónimo, el cual creo que esconde el nombre de una persona, cuya opinión respeto en gran medida por sus conocimientos y cariño al club. Un gran aficionado del equipo.
    Cada uno dio su opinión, para mi respetuosa, ya que de eso se trata. De respetar.
    Yo también tengo la mia.
    El partido fue el peor que ha jugado el Atletico en la época de Simeone. Digno de compararse al que jugaron contra el Qarabag en el Calderón.
    Por parte de los jugadores, sin actitud, sin ambición. Ya no hablo de la calidad del juego, no. Nunca ganaron un balón dividido y eso no es culpa del sistema, si no de actitud. Por ello no comparto la opinión de Simeone intentando justificar a los jugadores con que “lo dieron todo”.
    Pormenorizar en alguno de ellos no quiero. No salvo a ninguno. Si acaso 15 minutos de Joao del tiempo que jugó.
    ¿Simeone?
    Entiendo que plantee el partido a ganarlo en el segundo tiempo. El sabe como estaba el equipo y para cuánto tiempo. Esto sí era una partido de final.
    Entiendo que juegues atrás, es tu sistema. Nunca has engañado a nadie.
    Entiendo que tus precauciones las tomaras al no saber si este equipo era el de antes de la pandemia o el de después. Son dos equipos totalmente diferentes.
    Entiendo que Llorente se ha ganado el jugar de delantero. Ha sido, este año anómalo, con Morata el mas decisivo.
    Entiendo que esta forma de jugar, que ha hecho del equipo un conjunto muy REGULAR dentro de sus posibilidades, no guste a parte de la afición y de que ello, seas el responsable.
    Todo eso lo entiendo.
    Pero lo que no entiendo es que viendo que tienes delante a un equipo muy flojo, el Leipzig actual lo es, no hicieras ya en el descanso tres cambios que estaban cantados.
    Teníamos a un lateral derecho que era un flan. Un medio centro que no llegaba nunca y un delantero centro que dejaba al central del equipo rival, llegar hasta diez metros de nuestra área.
    También no entiendo que solo hicieras tres cambios. El ultimo de Koke, testimonial.
    Si ves que el equipo no llega, mueve el banquillo.
    Algo no funcionó en nuestro banquillo. No sé si fue el ultimo partido de Burgos o si la pandemia, que también, arrastra consecuencias físicas y de concentración en el partido. Pero fallaron todos.
    No merecimos pasar.
    Otro punto de vista.
    Me he “cansado” de leer y escuchar sobre la versatilidad del sistema de juego del Leipzig, poniéndolo por las nubes.
    Y me pregunto si es que yo veo otra cosa.
    Y lo que vi, es un equipo que toco el balón en el espacio que le dejaba el repliegue del Atletico y el sistema de Simeone, pero este equipo alemán, el actual, es una perita en dulce. En España no se clasifica para Europa.
    Dentro del área llegó dos veces y tiró tres veces a puerta. Ha sido uno de los pocos partidos en los que Oblack solo ha intervenido para recoger el balón de dentro de la portería y un remate de cabeza del central, que estaba solo.
    En este país tendemos a glorificar deportivamente, leyendo la Wikipedia o viendo recortes en Youtube. Pero creo que Neymar y Mbappé se están relamiendo.
    En cuanto a su entrenador, espero que no vuelva a decir que “el Atletico es un equipo que después de perder el balón te deja un regalo”. Yo creo que él sí entrena como hacer faltas que no lleguen a la tarjeta, pero que son igual de eficaces.
    Antes he escrito “un conjunto muy REGULAR” esto ultimo con mayúscula y quiero explicarlo.
    Considero que el gran logro de Simeone en estos años, no son los pocos o algunos títulos que ha obtenido con el equipo, no. Tengo la suerte de que en mi casa hay títulos, pero sobre todo hay una trayectoria deportiva.
    La REGULARIDAD de Simeone corresponde a su trayectoria. El haber sido mínimo tercero en una competición regular como es la Liga, es lo que le califica.
    Y sí, es cierto que a todos nos gusta el futbol bonito. El que ha desplegado en los últimos doce años el Barca, por ejemplo.
    Pero en esa competición particular que mantienen Real Madrid y Barca, me gustaría conocer la opinión de aficionados del Real Madrid. Con qué se quedan, si tuvieran que elegir. Si con el futbol espectacular o con las Champions.
    Es notorio que en el Bernabéu han visto muy poco futbol. Hasta planteamientos más defensivos que los de Simeone. Pero ellos nunca hablan de eso.
    Solo hablan de resultados.
    Por ello, a mí que me gusta el futbol como espectáculo, “el conjunto muy REGULAR” que ha conseguido Simeone, con sus errores y planteamientos, voy a apoyarlo, de la misma manera que apoyo la política del club. El día que desde la SAD decidan que el ciclo de Simeone o él mismo, ha terminado, yo seguiré siendo aficionado.
    Venga, empieza una nueva temporada.

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    • El Atleti de Simeone tiene la esencia del Atleti de toda la vida pero recubierto con más eficacia y, coincido con Florencio, con una regularidad desconocida hasta la fecha. En su contra está el ser un equipo con poca capacidad de reacción ante adversidades.

      La esencia del Atleti (excepto en las temporadas de principios del 2000 donde el equipo perdió toda identidad) es la de un equipo peleón, agresivo, con coraje, con derroche físico y con pocas concesiones al fútbol de toque. También en su esencia está la bipolaridad, arriba o abajo, el éxito o la decepción, la de cal y la de arena. Son muchos los ejemplos de ello a lo largo de los años.

      Lo del jueves no fue más que la constatación de la esencia del Atleti, perder por un gol de rebote contra un equipo sin nombre tras eliminar al campeón de Europa. ¡A ver qué equipo en el mundo es capaz de hacer eso!. En esta Liga se han perdido bastantes puntos por faltas de concentración en momentos determinados y por goles o golazos «poco habituales» encajados.

      Nos guste o no, la derrota del Jueves entra dentro de la lógica del Atleti, la versión del Pupas de Vicente Calderón pero también la versión del Pupas de Luis Aragonés:
      «¿Si el Atleti, con todos los títulos que ha ganado, es el Pupas, el resto de equipos que no han ganado nada, qué son, los costras?».

      Otro tema es el del Leipzig, o mejor dicho, el de su entrenador. Cuyo mérito principal no es haber llevado a este equipo a semifinales de la Champions, sino haber tenido conversaciones de futuro con el real madrid. Eso le otorga ya una cobertura mediática especial que le evita, entre otras cosas, tener que dar explicaciones sobre las patadas que dio su equipo durante el encuentro, cuando el equipo violento era el Atleti según él.

      El resultado de esta edición de la Champions nos deja un mediocre real madrid eliminado antes del tiempo habitual, pero con el título de Liga exigido por decreto y otorgado por las ayudas arbitrales en los últimos encuentros.
      Batacazo del Barcelona y eliminación del Atleti ante un entrenador con posible futuro merengue.

      El dueño del tinglado puede dormir tranquilo, todo sigue igual.

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      • Creo que es un multinick. Cuando se recurre al insulto como argumento, no hay que hacer caso.

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  5. Vaya argumentos para defender al Cholo, así nos va.
    Lo de las llamadas telefónicas sublime, ese es el análisis por eso perdimos. Como siempre Pepe Fer acierta, lamentable lo de éste entrenador, para mi un inútil y egolatra.

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  6. Creo que el Cholo hace en el atlético, el mismo daño que Mesi en el Barsa o en la selección argentina.

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