Tocaba fuera jugar fuera, y a lo que se ve, en este tramo de la temporada, tocaba pasar fatigas, o al menos hacérselas pasar a los hinchas, que fieles y puntuales, siguen consumiendo este esperpento de partidos que el Atleti está perpetrando fuera de su feudo. En esta ocasión era Osasuna, un rival que llevaba todo el año sin mantener la portería a cero, y ayer lo hizo, un rival, que con la excepción del extraño partido del Metropolitano del año pasado, llevaba desde 2014 sin ganar a los de Simeone, pero daba igual, daba todo igual, porque el Atleti sale a los partidos de fuera de casa como quien va a visitar a ese pariente incómodo, lo hace por obligación, porque no le queda más remedio, pero mostrando desde el inicio su disgusto, sus ganas de terminar con aquello y marcharse.
Simeone formó con un once más o menos de gala, con una defensa de cuatro formada por Llorente, Le Normand, Giménez y Javi Galán. El medio para Rodri de Paul, Barrios, Koke y Juliano, y Julián y Sorloth en la punta de ataque. El equipo fue inoperante, plano, no tuvo ni profundidad ni ambición ni siquiera el mínimo de tensión competitiva que se requiere para al menos defenderte de la vergüenza. A balón parado se adelantó el Osasuna con un remate poderoso de Catena a la salida de un córner. No hubo reacción, aunque pudo estar el empate en una jugada aislada de Barrios por la derecha que Sorloth, solo y a bocajarro desde el área pequeña, remató al muñeco.

En la segunda mitad hizo Simeone seis cambios. Los cinco reglamentarios más uno adicional por un golpe en la cabeza que recibió Barrios. Entraron al terreno de juego Lino, Azpilicueta, Nahuel, Griezmann, Correa y Gallagher. Solo se mantuvieron Oblak, claro, la pareja de centrales, Rodrigo de Paul, y Llorente. Dio igual, la inoperancia está integrada en el esquema, se demostró que no es una cuestión de hombres. Lo único que sucedió en el partido fue el segundo gol, también de cabeza, de Osasuna. Fue Budimir, un golazo de puro nueve. Así sentenciaron los navarros su ilusión y enterraron al Atleti en un sentimiento que haría sonrojar a cualquiera.
Vestir la camiseta debía ser suficiente motivación, dijo siempre Simeone, aunque se ve que este mensaje ya no cala en la plantilla. Quedan dos partidos y ahora sí hay un objetivo, penoso e inesperado, pero la tercera plaza está en juego ante un Athletic que ha olido la sangre del muerto. Y después vendrá el Mundial, estos jugadores necesitarán un gran reseteo mental para poder afrontar con unos mínimos esa competición, porque tal y como están ahora, no parecen capaces de ganar a nadie más allá de la frontera del Metropolitano.
16 mayo, 2025
En el recuerdo quedará el tremendo borrón perpetrado estos últimos cuatro meses.
Los cambios de Simeone ayer ejemplifican lo que hay, todo siempre a peor. Váyase a saber qué tiene este hombre en su cabeza. Está teniendo un final bastante patético como entrenador. Final demasiado largo, para nuestra desgracia.
Ser cuartos sería justo. A partir de ahí, a valorar lo hecho.
Aúpa atleti
16 mayo, 2025
Pasadas unas horas y ya con la cabeza más tranquila debo decir que ayer sentí vergüenza de ver a mi equipo en el campo.
Ha sido una temporada rara donde todo iba bien hasta que llego el mes de marzo y la eliminatoria contra el Madrid y la de Copa contra el Barcelona donde salimos hundidos.
A partir de ahí todo ha sido un desastre, los jugadores mal el entrenador peor solo la afición ha estado a la altura del club que tanto queremos, el domingo estaremos allí intentando poder aplaudir el juego de los nuestros y no despistarnos que nos podemos quedar sin el tercer puesto de la clasificación.
16 mayo, 2025
A este paso, ni el Zamora para Oblak.
A mí quedar 3° ó 4° me es indiferente, que quedar por detrás de un vecino completamente birrioso ya es más que deprimente.
Y ahora, a comprar a precios disparatados lo que no somos capaces de ver ni traer antes de que sean conocidos y carísimos, que esa debería ser siempre la política. Tarde, mal y caro. Y a Riquelme, a malvenderlo.
Todo son alegrías.
Que le compren entera la selección argentina, que seguiremos jugando a eso de «llevar el partido a donde creemos que podemos hacerles daño». O sea, a nada.
18 mayo, 2025
Lo mejor que podrían hacer los dirigentes del atlético, es hechar al entrenador de una maldita vez. Cualquiera que venga, peor que él, no lo va a hacer. Eso sí, cobraría bastante menos, y seguramente, nuestro equipo, jugaría mucho mejor al fútbol. Hay jugadores para ilusionar más a la gente. A demás con este entrenador, cada vez son menos los jugadores de prestigio que quieran jugar bajo sus órdenes, ya que prácticamente todos los grandes jugadores que están bajo su responsabilkidad, salvo escepciones, acaban desesperándose, ya que les vuelve locos, poniéndoles a jugar como a él le dé la gana, sin tener en cuenta la opción para sacar un mejor rendimiento al jugador. Él mismo dice que Gálaguer no juega mejor, por no jugar en su verdadera demarcación.
Lo que tengo claro, es que este entrenador, lo hace todo a propósito. Parra que la gente no le chille, en casa juegan mejor. Sus manías y supersticciones, perjudican gravenente al club. Por eso, estoy seguro, que con él, jamás ganaremos algo importante. Nunca en mi vida, he visto a unos jugadores arrastrar miserablemente por esos campos de España, la camiseta y escudo de nuestro equipo, como almas en pena. Y el entrenador, como ya ha cumplido su objetivo. ¡a vivir, y disfrutar!
Este hombre parece que ha maldecido la historia de nuestro club. Nunca dará un paso al frente, y por supuesto, jamás reconocerá su inutilidad cada vez más evidente, en el atlético.