Tras el hundimiento definitivo en la Copa llegaba el Pizjuán, un estadio otrora complicado, y ahora, debilitados en su propia guerra interna, no tanto. Llega el Atleti con el ánimo por los suelos, y con las bajas de Paul y Correa por sanción. Formó Simeone con defensa de cuatro poniendo a Nahuel y Azpilicueta en los laterales y llevando a Llorente al medio, que junto a Gallagher, Barrios y Giuliano dejaban la punta de ataque a Griezmann y Julián.
A los siete minutos de partido, Agoumé colocó con el interior del pie derecho un rechace que cayó a la frontal, en la que solo estaba él, lo hizo fuerte y de primera, y entre una gran maraña de jugadores, Oblak solo pudo ver el balón cuando ya estaba en la red. El ímpetu local culminaba en el gol, pero estaba ya en cada balón dividido, en cada disputa, en la que el Atleti parecía lo que tal vez era, un equipo apocado y timorato, incapaz de sobreponerse a la adversidad. Barrios, Llorente, Gallagher, Julián, unos pocos nombres trataban de sostener el tinglado, de mantener vivo el partido ante la inoperancia de Griezmann o el desastre de Nahuel en el lateral. En una internada del inglés en el área, en el minuto 25, vino el gol que dio el empate y empezó a vislumbrar un partido nuevo. El Atleti trasladó la incertidumbre y el miedo al rival, y poco a poco, fue armándose, hasta que llegó el descanso.

En la segunda mitad, Molina, cuyo infame partido merecería un capítulo aparte, se quedó en el vestuario. Lo sustituyó Javi Galán, lo que llevó a Azpilicueta durante diez minutos al lateral derecho. En el cincuenta y cinco entraron Koke y Sorloth por un errático Griezmann y también por Azpilicueta. Hubo nueva reestructuración: Llorente al lateral, Griezmann al medio, Julián cayendo con libertad por detrás de Sorloth. Ahí el equipo mejoró considerablemente, Koke aportó claridad en el pase, el tempo que necesitaba el partido. El Sevilla fue un equipo que empezaba a quebrarse, a dejar espacios entre líneas, a no volver tan rápido cuando salía, y el Atleti aprovechó eso a la perfección comandado por su capitán y leyenda. Sin ocasiones claras, había un dominio absoluto y la sensación de que el gol llegaría, de que el partido estaba por resolverse de la parte rojiblanca. La tuvo Gallagher en una contra que no supo finalizar bien. Simeone metió a Riquelme y Lemar acometer el asalto definitivo, pero fue Pablo Barrios, con una conducción desde el centro del campo, batiendo rivales, y ajustando un disparo de zurda desde la frontal, quien consiguió la victoria postrera y los tres puntos.
Hay quien piensa que un pleno de victorias todavía podría dar el título, recuerden que el fútbol no es más que una nueva ilusión a la que agarrarse y así, en Sevilla estuvo la primera. Lo único cierto es que el Atleti no debería despegarse de su mantra, ahora más que nunca. Valladolid.
7 abril, 2025
8 partidos por disputar. Se necesitaría ganar los 8 y esperar que la fatiga haga efecto en los dos corruptos, además que sus rivales ayuden restándoles puntos, como este fin de semana Valencia y Betis. Quiera Dios que tengan que jugar prórrogas en la Champions hasta la final (mejor que lleguen ambos a semifinal y solo uno a la final y la pierda). También vendría de perlas una prórroga con penaltis (y anulación de gol por «doble toque» figurado) en la final de Copa.
Pero en Sevilla se volvió a jugar con fuego, solo se ganó cuando se fue decididamente a por la victoria sin especular, y no se suele salir a ganar ya desde el principio. Los 8 equipos a los que se enfrenta el ATM hasta el final de temporada, tienen mucho menos presupuesto que el Atleti y no deben ser obstáculo para ser batidos ahora que no hay partidos de competición europea.
Barrios, por fin, se echa el equipo a los hombros como se espera de él, canterano y atlético, y lidera la remontada. Y Koke ha vuelto muy bien y jugando los minutos necesarios para rendir, no ya todo el partido, que sería demasiado. Su aportación puede ser muy positiva en lo que queda de campeonato. Se le debe alternar con De Paul dejándole jugar al menos media hora final, cuando el argentino ya no puede ni trotar al ritmo discotequero suyo habitual que tanto acusa todo el equipo por su falta de aportación en momentos clave.
Griezmann ya no está. Lo siente todo el mundo mucho por lo mucho que ha dado al equipo, pero ya le llegó la hora de decir adiós al ATM como a todos los jugadores tan queridos del pasado. Ya no puede con las botas, ya no llega a los remates, ya no da un pase a derechas, ya no inventa jugadas, ya no se incorpora al ataque, ya no tiene velocidad. Ya no rinde. Es hora de que su puesto lo ocupe Giuliano Simeone, por su velocidad, acompañando a Julián Álvarez arriba y dejando el interior derecho a Llorente y el izquierdo a Riquelme, que jugó muy bien ayer los minutos que estuvo, pero, por favor, por la izquierda, a pierna cambiada para que pueda chutar más a puerta, que sin chutar no hay victoria posible. Riquelme, que es muy rápido e inteligente en los metros finales, puede dar mucho al equipo y debe jugar mucho más a menudo, incluso desde el principio. Se viene comentando ya mucho, pero Simeone no acaba a confiar en él por a saber qué manías o supersticiones. Riquelme es mejor que Lino, debe jugar con prioridad a él. Y Gallagher puede ser un recambio importante para evitar la fatiga de los dos medio centros, para defender un resultado favorable en dos o más goles o para dar descanso a Llorente en el centro por la derecha.
Lo malo, otra vez más y ya van muchas y Simeone erre que erre cometiendo el mismo error a modo de fetiche, el lateral derecho a cargo de Nahuel Molina. Cuanto más juega Molina, más peligro hay de encajar goles y centros peligrosos por su banda. Si se quiere perder las últimas oportunidades de darle una alegría a la decepcionada afición del Atlético de Madrid, póngase a Nahuel Molina en el lateral derecho, veremos qué rápido eliminan la exigua ilusión de ganar. Lo de ayer fue de traca. Por su lado viene todo el peligro y vino la jugada del gol. No es capaz de defender ante ningún extremo. No se entiende cómo insistió Simeone tanto en traerle. Un gol casual ante el PSG no justifica que este jugador siga en la plantilla del equipo por más tiempo. No tiene nivel ni ofensivo ni defensivo. No sería titular en ninguno de los diez primeros equipos de la Liga. Que lo traspasen lo antes posible o que asuman sus errores que pueden costar títulos. Basta ya de cometer el mismo error miles de veces. Que Nahuel Molina no aporta nada, ni siquiera cuando su extremo ya está muy cansado.
7 abril, 2025
Todos decimmos que Griesman no está. Pero quien le pone, es el entrenador. Soy mal pensado, y el Cholo, para tratar de desviar críticvas a sus planteamientos, pone a jugar a Griesman y a Nagúel, para que se hable de eso.
En cuanto a hacerse ilusiones, por Dios, (nada de nada) Este hombre se empeña en tirar la mitad de cada partido, y lo hace a propósito. Supongo qye or alguna manía de las suyas. y así, durante varias temporadas, se han perdido muchos puntos, seguro que bastantes títulos.
9 abril, 2025
Que te pongan a ti, tú con un palillo en la boca sientas cátedra.
10 abril, 2025
Mejor atí. Tu seguro que lo harías bastante peor.