Mientras la mitad más numerosa de Madrid celebraba el enésimo título de Liga, la mitad contestataria se reunía para celebrar a sus niños, en ese día en el que el Metropolitano adquiere un color especial, lleno de chavales que todavía no saben que han sido elegidos por el lado bueno de la historia, que inician un camino que será tortuoso, diferente, pero lleno de valores que les van a servir y mucho, no solo de domingo en domingo. Lleno también de padres y madres orgullosos que ejercen la misión que les ha sido encomendada, la de dar la mejor educación posible a sus pupilos, instruirlos en la fe rojiblanca, en los valores de aquellos que, en un sitio tan hostil por la sombra que genera el enemigo, tienen la obligación de combatirlo.
Era un espectáculo ese sol de las cuatro de la tarde de Madrid, esas tribunas tintadas de rojo y blanco, los niños, las madres, padres, y luego, además, por allí había un partido de fútbol en el que el Atleti terminó ganando uno a cero al Celta y dejó casi sellada su clasificación para la Champions de la próxima temporada. Restan nueve puntos y saca ocho al Athletic de Bilbao. Otro año más en la oficina. En lo futbolístico no hubo mucha novedad, pudo verse a Simeone en la banda como si fuera el primer partido de su vida, con ese entusiasmo y esa energía que el aficionado sólo echará en falta de verdad cuando ya no esté, cuando de repente se de cuenta del privilegio que tuvo, de lo inusual que es que alguien viva esto con la misma pasión que ellos, cada partido, cada minuto. El Atleti atacó mucho por la izquierda, con Lino y Riquelme, mostrando por dónde van los tiros del futuro. Koke mandaba, Griezmann no aparecía y las ocasiones se sucedían, pero tampoco estaba la contundencia. El partido se pudo ir resuelto al descanso, pero no estaba el gol esa tarde.
En la segunda mitad, hubo muchos cambios y el Atleti no terminaba de encontrar la vía hacia la victoria. Emergió un Oblak salvador para detener un disparo a bocajarro de Aspas y el carrusel de cambios del Cholo, entraron Barrios, Reinildo, Memphis, Morata y De Paul no cambió significativamente el rumbo del partido hasta que en el ochenta y cuatro, al recoger un rechace a la salida de un córner, De Paul controló con el pecho en la frontal, y acomodó una volea a la escuadra de Guaita, que hasta ese momento era el héroe del partido. Redimió sus dudas y su suplencia el argentino con un golazo extraordinario que a la postre supuso el segundo uno a cero consecutivo, los tres puntos, y la casi clasificación para la Champions.
Todos contentos y especialmente los niños colchoneros, el futuro de la resistencia.
13 mayo, 2024
Espero que estos niños no se cansen del antifútbol del atlético, y no deserten del Metropolitanl. A parte del peligro de que esto ocurra, no es sólo del Cholo. Hay un mayor peligro, y esos son los vecinos. Tienen a la prensa a favor, y casi siempre ganan algo. Yo a mi equipo, no le pido que gane títulos; pero sí quiero que luchen por ellos, y luego si pierden porque el rival ha sido mejor, hay que fekicitarle,y a otra cosa. Si mi equipo juega bien, hace disfrutar a la afición con buen fútbol, eso ya sería sufuciente.
13 mayo, 2024
Unas cuantas horas antes de que el primer equipo masculino (blanco y heterosexual, por si acaso), disputase su partido contra el Celta, el primer equipo femenino, ese que lleva exactamente el mismo escudo que el equipo masculino, realizaba una gesta venciendo a domicilio al equipo merengue y poniendo a tiro de piedra la clasificación para la Champions.(¡Toquemos madera!).
El equipo merengue femenino es una fotocopia de la versión masculina, equipo hecho a base de talonario y recibiendo, por si lo primero fuese poco, innumerables ayudas arbitrales.
La gesta se suma esta temporada, a la eliminación de la Copa de la Reina, que hizo bastante pupa en Concha Espina porque ese iba a ser su única opción de título.
Pero en nuestra casa, del equipo masculino se habla demasiado y del femenino, nada y sin embargo tienen mismo escudo, misma equipación, mismos valores, mismas desgracias, aunque ¿mismo coraje?, ¿mismo pundonor?…
Parece ser que para que hablen de uno tiene que ganar títulos. Ese camino es el que precisamente se critica del equipo merengón. Hay que hacérselo mirar.
Desde aquí mi homenaje y felicitación al equipo femenino por el partido del sábado, por las gestas realizadas y por las que están por venir.
13 mayo, 2024
Mitad más numerosa y mitad contestataria es una elegante y piadosa manera de traer a la crónica la realidad sociológica de la afición futbolera en la capital del Reino. Que la hinchada rojiblanca, además de fiel, es bastante más populosa de lo que cabría esperar, es tan cierto como que está siempre en franca minoría frente a la del vecino avasallador. La explicación parece obvia : la masa sobrelleva con dificultad su pesarosa existencia como para encima sufrir con un equipo de fútbol. Que les compren victorias, cuantas más mejor, que el precio es lo de menos. Luego ya, la insatisfacción permanente y el desasosiego del complejo de culpa, eso ya se lo rumian en privado porque no sale en los medios.
Y sí, es precioso ver un estadio lleno de niños. Y como se critica con razón muchas cosas que hace la dirección, también hay que alabar y reconocer que éstas cosas las hace muy bien.
Que no vaya a pensarse de Paul que por marcar 3 goles a última hora, el de ayer, ciertamente antológico, va a compensar su muy decepcionamte temporada.
Y en cuanto a la sección femenina, venga, seamos serios. El fútbol femenino está completa y artificialmente sobredimensionado, sufre, como lo llaman algunos, de «dopaje financiero» descarado, porque a la mafia política que padecemos se le ha puesto en las narices promocionarlo a todas horas como parte de sus ingenierías sociales. La realidad es que no le interesa más que a una minoría exigua, nutrida por familiares y amigos en su mayor parte, y son secciones que viven de los presupuestos de los clubes masculinos, no despiertan interés ni generan recursos para una competición profesional. Está muy bien que las chicas jueguen al fútbol, o a lo que les dé la gana, pero de manera aficionada, si no pueden hacerlo de forma profesional porque no existe mercado que lo sustente. Tal vez lo haya más adelante, pero no lo hay ahora. Los blancos, heterosexuales ¡qué chiste! no tenemos nada en contra del deporte femenino profesional, es la tozuda realidad la que lo desmonta. Dicho esto, el golazo de Banini de la Copa del año pasado, fue uno de los que más veces me puse y disfruté de todo el curso anterior. Y el de la noruega de ayer, no me sé su nombre, soberbio, para enmarcar. Para ficharla para el equipo masculino.
13 mayo, 2024
¿»La mafia política que padecemos» promociona el fútbol femenino a todas horas? ¿y como parte de sus ingenierías sociales?.
Circunspecto y ojiplático me quedo imaginando al alcalde de Madrid junto a la Presidenta de la Comunidad, encerrados en un despacho y moviendo hilos para engañar a la gente con el desarrollo del fútbol femenino. ¿Qué será lo próximo que hagan sus malévolas conciencias?…
No hay negocio en el fútbol femenino, en cambio lo hay en el fútbol de hombres, es decir, en el de toda la vida y, aunque exista un endeudamiento millonario en todos los principales clubes de Europa, no importa, es así porque tiene que ser así, como siempre ha sido, no se debe perder la tradición.
Los equipos femeninos que no generan ingresos suficientes es algo imperdonable pero que las canteras y los filiales masculinos sean un lastre económico para los clubes, no importa, porque el fútbol de verdad es cosa de hombres.
Y no es que tenga nada en contra del fútbol masculino, porque tengo amigos que juegan al fútbol e incluso son blancos y heterosexuales.
14 mayo, 2024
RTVE, la televisión espantosa que pagas con tus impuestazos, que ya tenía una deuda monstruosa cuando los comisarios políticos ahí enchufados hace 20 años eran la mitad de los de ahora, te mete con calzador un mundial femenino, y una supercopa, y lo que haga falta, no duigamos el bochornoso espectáculo de la choni y el patán, para dar cobertura exagerada a lo que no despierta interés en el público, pero que los políticos se afanan en publicitar. Todos sabemos de qué estamos hablando. Las grandes entradas en los estadios de clubes profesionales solo se han dado con invitaciones a mansalva, entradas regaladas y citas muy señaladas. Si no, la asistencia es, simbólica.
A mí me la refanfinfla que una chica sea muy femenina o muy masculina jugando al fútbol, balonmano, petanca o saltando con pértiga. Lo que me repatea es que dilapiden mi dinero, que previamente me ha sido robado por la castuza política con sus tasas confiscatorias, para pretender influir en las aficiones de una sociedad. Si las mujeres quisieran verdaderamente apoyar el deporte femenino, irían en masa a ver jugar a los equipos femeninos, de lo que fuese. Pero no van porque les importa una higa el deporte femenino. Van, muchísimas, a ver el masculino, que sí les interesa. Pregúntale a una negra americana pr el nombre de 3 equipos y 3 jugadoras de la NCAA. No tendrá ni pajolera idea. Pues eso.
Hay chicas que quieren jugar al fútbol y que les paguen por ello. Y yo también, pues que se organize una liga de astigmáticos talluditos, que me pido ser extremo a pierna cambiada, y que me paguen
El fútbol, sí, masculino, es un fenómeno de masas, y a su calor se arriman los políticos y los poderosos. El pan y circo consabido surge, en la parte circense, de una afición real y extraordinariamente popular. Si el femenino no mueve multitudes, se siente. Que practiquen su afición de manera amateur y sin cobrar.
14 mayo, 2024
Primero eran los políticos y su ingeniería social y ahora es RTVE la responsable de la falsa promoción del fútbol femenino, ¿en qué quedamos?, a este paso acabará siendo Bob Esponja el responsable.
Los datos de audiencias del fútbol femenino según las empresas de comunicación más relevantes, dicen que esta no para de crecer año tras año, superando en algunos casos a la audiencia de muchos partidos de fútbol masculino y eso se puede comprobar muy fácilmente con datos accesibles.
Otra cosa es la asistencia a los estadios, lo cual hoy en día, es puro decorado porque los clubes no subsisten gracias a las taquillas, ni siquiera gracias a sus abonados. En pocas palabras, el público es prescindible, su utilidad es fundamentalmente para dar colorido.
Ya tenemos audiencia, ahora nos dicen que tiene que ser un negocio. Yo
no conozco a ningún aficionado que desprecie al fútbol porque los clubes sean máquinas generadoras de deudas financieras, de cientos y de miles de millones de euros en algunos casos.
Tampoco creo que le importe un pimiento a la mayoría, que se utilice dinero público para sufragar eventos deportivos ya de por si deficitarios, como la Fórmula 1, deporte muy «hombruno», por cierto.
Lejos de importarles, hasta lo ven con buenos ojos porque en breve se repetirá el saqueo público, esta vez en la capital y de la mano de la señora Díaz y el señor Pérez.
Superados los obstáculos de la audiencia, del negocio y del saqueo público, ¿qué nos queda?, ¿acaso qué se trata de mujeres?. No, no, eso no se puede decir porque queda uno retratado.
Le preguntaremos a Bob Esponja a ver si nos da otra escusa.
Por cierto, una marca de pan de molde en la manga de las jugadoras del Barcelona se ha pagado a 3 millones de euros. A ver cuántos filiales y canteras masculinas pueden igualarlo.
Un saludo y sin acritud.
21 mayo, 2024
La tv espantosa, y las demás igual de horrorosas, son los instrumentos favoritos de la castuza profesional para hacer política . Lo importante no es lo que ocurre, sino el relato, lo que ellos dicen que ocurre, como bien sabemos todos. Negar que hay un propósito deliberado en promocionar el fútbol femenino es no querer aceptar la realidad. Y se promociona con la tele, sacándolo muy por encima de lo que la gente parece demandarlo.
A mí me importa un bledo que las mujeres quieran jugarlo, ése o cualquier otro deporte. Que lo hagan si les place. Lo que digo, y zanjo esto, por supuesto sin la menor acritud, es otra obviedad. El fútbol, masculino, sí, es un fenómenos de masas. Por su popularidad se arriman los politicuchos a él. Promocionando el femenino, que no lo era en absoluto, quieren también hacerse ellos populares y quieren que muchas mujeres hagan cosas que solo, o mayoritariamente, solían hacer los hombres. Es un proceso inverso. Pero yo no veo que se «empoderara» menos la mujer jugando, en vez de al fútbol, al rugby, por ejemplo, deporte de nobleza excelsa pero en el que hay que emplear tremenda fuerza bruta. Y aunque no sigo los mass mierda, no veo yo que se promocione gran cosa el rugby femenino. Es una cuestión de popularidad y de ingeniería social, aunque quieras burlarte del término. Y se hace con nuestro dinero y sin nuestra opinión, como todo.