El de anoche fue un partido que quedará en la memoria. Dará igual si se alcanza finalmente la final o no, porque será imposible olvidar que el Atleti se plantó en la cancha de un Barcelona estratosférico y le sostuvo la mirada, resistió vivo hasta la extenuación de sus goles, un equipo lleno de coraje, de alma y de corazón. Un equipo que es el reflejo del abrazo que todos ustedes se dieron cuando Sorloth cerró el capítulo y la noche y desterró el sueño y trajo la calma, pero una calma agitada. Así es el Atleti y así son sus recuerdos indelebles.
Era el minuto seis de partido y el Atlético de Madrid ganaba cero a dos. Simeone estaba serio en la banda, en chándal, con su cábala, como enfadado, sin apenas celebrar los goles, que anotaron Julián con un pase magistral de Griezmann nada más arrancar y Griezmann con un pase magistral de Julián al poco de celebrar. Era todo demasiado bonito para ser verdad, la gente celebraba con un poso de incredulidad. Semifinal de Copa, Montjuic, minuto seis, cero a dos. Una cosa extraña. Y efectivamente así fue. Tras el aturdimiento inicial, el Barcelona se acomodó y trajo el guion de partido que todos esperaban, metió al Atleti en su bloque bajo, y se la jugó por la derecha, con la pelota a Lamine, que le hizo un destrozo a Galán, a pesar de que el lateral zurdo se empleó como pudo, muy condicionado por una tarjeta ridícula que el colegiado Hernández Hernández le mostró en la primera falta que cometió.
En el minuto veinte los de Hansi Flick restablecieron el resultado. Primero en un pase atrás de Koundé que había iniciado Lamal, y que sirvió para que Pedri fusilara a Musso. Un minuto después, Cubarsí a la salida de un córner despertó a la defensa del Atleti, que se durmió en la marca con el empate. Con el marcador igualado de nuevo, el Barcelona siguió apretando, una presión desmesurada, alta, que imposibilitaba la conexión con el balón que el Atleti había tenido en los minutos iniciales. Lamine una y otra vez, sobre Galán, que suspiraba, y agradecía cuando Gallagher caía para hacer el dos contra uno. De la peor manera, en un córner clavado al del empate, con un bloqueo sospechoso sobre Llorente, Íñigo Martínez puso por delante al Barcelona.

En la segunda mitad, Simeone empezó a mover el banquillo, y lo hizo demasiado pronto. Al borde del descanso, entraron Reinildo y Lino por Galán y Giuliano, después Nahuel por Gallagher y en el sesenta y ocho estaban todos los cambios hechos, pues Correa y Sorloth entraron por De Paul y Griezmann. El Atleti trataba de buscar el empate y tuvo una buena ocasión en las botas de Correa pero el Barcelona respondió con el cuarto gol, jugadón de Lamine Yamal, a quien no le importa lo que tenga enfrente, se cargó a Reinildo y sirvió a Lewandowski para que la empujara. Ahí la eliminatoria se estaba sosteniendo en un fino alambre, porque el Barcelona barruntaba que podía liquidarla. Lo hubiera hecho de no ser el Atlético de Madrid quien estaba en frente. Este Atlético de Madrid.
Porque entonces, cuando todo peor se dibujaba, el equipo sacó el alma, que es un intangible, pero que ayer se podía materializar en las carreras incesantes de Correa al espacio, en la omnipresencia de Julián, un jugador descomunal, que aparece, que aguanta, que corre para atrás y sobre todo para delante, que cuando va para arriba, arrolla como una manada de bisontes. El alma también estaba en Barrios, impreciso, pero insuflando aire a un medio campo que tenía que multiplicarse, en Llorente, que desde el medio dio otro aire al equipo, empezó a lanzarlo hacia arriba, y llegó en segunda línea para rematar con furia una pelota que dejó atrás Correa, y poner el tres a dos que fue mucho más que un gol, fue el punto de giro final del partido.
Desde ese momento, el Barcelona se hundió, el Atleti se fue arriba, presionando en los últimos minutos como si fueran los primeros, ahogando la salida blaugrana cerca de su área, atacando, intentado romper el fuera de juego suicida una y otra vez, una y otra vez, hasta que un pase de Lenglet al espacio sirvió para que Lino galopara y asistiera a Sorloth, que, como en la Liga, empujó a la red, hizo el cuarto gol, el empate y trajo la locura, la bendita locura, el abrazo inolvidable, la noche para el recuerdo. La preparación de noventa minutos de Metropolitano que serán otra historia para no perderse. Porque lo que hace este Atlético de Madrid es eso, una sucesión de relatos que conviene no perderse.
26 febrero, 2025
El resumen de los análisis de este partido que he visto u oido hasta ahora es el siguiente:
* El atleti de Simeone pierde porque se echa atras cuando va ganando 2-0.
* El barsa de flick pierde porque no se echa atras cuando va ganando 4-2.
En fin ….
26 febrero, 2025
Conociendo a Simeone, no estará nada contento con este partido. Cuatro goles en contra son cuatro puñaladas a su planteamiento de partido, a su sistema de juego y los errores grosos en defensa no le habrán gustado ni un pelo al argentino.
Sin embargo, desde el punto de vista del aficionado fue un partido memorable, de los que hacen afición, donde los protagonistas fueron los jugadores y no el árbitro.
A ver si en la Champions ocurre lo mismo…
26 febrero, 2025
Los que escuecen de verdad son los dos goles de corner, uno detrás del otro…
27 febrero, 2025
La tarjeta a Galán en el minuto 15 y el tercer gol del FCB, tras falta clarísima a Llorente, no son «sospechosos», son un robo más al ATM. No se puede silenciar esto, sr. Pineda, lo sufra el equipo con quien lo sufra, RM o FCB. Lo sospechoso sí es silenciarlo.
27 febrero, 2025
Que no cuela, que tu animadversión por el FCB es por motivos políticos.
28 febrero, 2025
¿Te parece político la animadversión a la corrupción cuando beneficia al F. C. Barcelona?
Lo que no cuela es ocultar tu filia por el equipo blaugrana, incluso elevando a política el reclamar un robo por una tarjeta amarilla condicionante a un jugador de mi equipo y un gol ilegal a favor del tuyo.
28 febrero, 2025
Lo que me parece político es que intentes meter en el mismo saco al Trampas y al FCB cuando cualquier aficionado sabe perfectamente cual de esos dos equipos es el que lleva toda la vida robando y pisoteando al Atleti tanto en el ámbito deportivo como institucional.
Cuando quieras hacemos una clasificación de robos al Atleti de uno y otro equipo y los ponemos en la balanza.
Por otra parte, el hecho de acusarme de lo contrario a lo que eres tú, indica que necesitas una vía de escape para justificar tu argumento. No te preocupes, eso es muy frecuente en niños. En adultos, se suele llamar falacia lógica o «whataboutismo».
De todas formas, no eres el único que lo hace, los que son de tu cuerda, repiten exactamente el mismo discurso.
28 febrero, 2025
A ver, aprendiz de psicoanalista loquero o pedagogo o pediatra o cuidador de jardín de infancia o lo que seas con los niños que pareces conocer muy bien. Ten cuidado con lo que haces con ellos, por el bien de los niños especialmente.
¿Tu sabes distinguir lo que es política de deporte?
A la política le interesa el fútbol como a los romanos le interesaba el pan y el circo, porque desvía la atención de público a la corrupción del coliseo y sus gladiadores. Y cuando la selección nacional gana una Eurocopa, los políticos de uno y otro signo quieren apuntarse el éxito, sacarse la foto con los jugadores que se prestan cual borreguitos a su juego, por eso se va a los Ayuntamientos, a las sedes autonómicas y a la Moncloa a dar un discurso con alcaldes y presidentes, ¿o no?. Eso es política.
Política es lo que hizo Jesús Gil intentando ser alcalde de Marbella. Involucró en ello al ATM, incluso poniendo publicidad en las camisetas y pasó lo que pasó que no le pasa nunca, por cosas mucho peores, ni al RM ni al FCB, aunque gobierne, según dicen, los rojos y antiespañoles que son del Barsa, tu equipo (por lo que te escuece que se le saque los robos que hace), y no los de derechas como los del RM. El caso es que entre ambos se reparten corruptamente los títulos robados desde la llegada de la puta democracia. La prueba, la conversación de Rubiales con Piqué, central de tu equipo que es de dominio público y hasta a la gente que no le gusta el fútbol le repugnó de lo corrompida que está la competición en España. El Atlético de Madrid, por cierto, ha salido triunfante moralmente después de décadas denunciando la corrupción en el fútbol, porque se ha demostrado que tenía razón y que su palmarés no es mayor gracias a esa corrupción. Te recuerdo que el Atleti lucha por los títulos, no por entrar en Europa o por no descender. En la liga se juegan «varias ligas», como todo el mundo del fútbol dice.
Política es lo que hace el partido político de derechas de Florentino Pérez, ex concejal de Madrid, el presidente del corrupto equipo blanco de Madrid que gana intimidando ahora de modo descarado (antes oculto) a los árbitros antes de los partidos por medio de su medio televisivo incitador de violencia en el fútbol hasta que corra la sangre y se tomen las medidas duras que se debían haber tomado hace décadas.
Política es la bandera de ODIO extremo manchada de sangre inocente que exhiben los equipos vascos con total impunidad, la llamada ikurriña, la bandera de Sabino Arana y su partido político y la de ETA. Por cierto, la bandera de España, la rojigualda no es política, es la insignia nacional española desde tiempos de Carlos III. Decir que la bandera de España es política es como decir que la Guardia Civil, la Policía Nacional y los Ejércitos, en cuyos cuarteles muchos españoles hemos jurado fidelidad a nuestra amada España besando su bandera, son políticos. Que sepa, ni Policía, ni Guardia Civil, ni militares llevan un puño y una rosa, unas gaviotas, una hoz y un martillo, el emblema de un diccionario de latín, ni nada por el estilo, sino la bandera de España y no la de un partido político o de una república bananera imaginaria.
Política es la pancarta que tu equipo, el Fútbol Club Barcelona, exhibió impunemente contra todos los españoles en el Camp Nou y que decía «Catalunya is not Spain» y las banderas llamadas esteladas que exhiben aficionados de tu club, esa que es una especie de mezcla entre la del Reino de Aragón y el triángulo de Puerto Rico.
Política es la que hacía Piqué y Xavi, jugadores de tu equipo, el Barsa, pidiendo un referendum de independencia de la región catalana pero sin que puedan participar los españoles.
También es política llamar al estadio de tu equipo, Lluis Companys, un genocida, GENOCIDA de españoles católicos además de loco histérico y cobarde en la región española de Cataluña durante la Cruzada, con afanes de odio, revanchismo y guerracivilismo por una guerra que perdieron partiendo de superioridad aplastante. Luego vendrá el llanto y el crujir de dientes. Nadie ha provocado más violencia que tu equipo blaugrana, más odio, más sangre. Todo un club de ODIO a España y todos los españoles, aunque a ti, si eres boliviano como el Che Guevara, seguro que te parece muy bien, aunque hayas huido de tu país para venir a España a trabajar y quien sabe si a vilipendiarla en un foro del Atlético de Madrid porque en España te lo permiten.
Política es el «No al racismo» (claro que me gustaría saber cuántos pondrían sus ahorros en manos de gitanos, marroquís, chinos, etc. o se irían a vivir, pudiendo elegir, a un barrio lleno de marroquís, argelinos, africanos, gitanos, etc., repito, pudiendo elegir. Mucho antirracismo, pero de cara a la galería), la ideología lgtbi (con brazaletes multicolores), la ideología de género (con fútbol segregado), metidos en el fútbol hasta el tuétano, por desgracia, y todos los trapicheos de directivos con empresas, Ayuntamientos, Autonomías y Gobierno, como el de tu equipo para seguir compitiendo ilegalmente con Dani Olmo, incumpliendo las reglas del fútbol y salvado por el político C.S.D. a cambio de votos para el gobierno actual, qué puñetera vergüenza. Si hubiese justicia en el deporte, el Barsa ya no existiría.
Políticos serán unos y otros. Y antipolítico, muy antipolítico es denunciarlo, por eso a ti, que eres del Barsa en un foro del Atlético de Madrid, te molestan los comentarios antipolíticos.
¿Entiendes ya lo que es política o todavía no?¿No necesitarás más ejemplos, verdad?
Ahora, el deporte es otra cosa, manchada por la política, sí, pero otra cosa:
Deporte es comentar que si Marcos Llorente resulta bloqueado en falta cuando trata de defender una jugada en su propia área y la jugada termina en gol del que juega contra el ATM, es FALTA y el gol tiene que ser anulado en justicia, tal como indica el reglamento para todos (menos para FCB y RM, como sabemos), no el parlamento de Madrid o de Barcelona o de cualquier otro lugar, ¿entendemos o no?¿o es que es infantil denunciar los robos de tu equipo blaugrana en lugar de silenciarlos?. Si esa falta a Marcos Llorente no se pita, es un ROBO, sea quien sea el que bloquee, llámese Cubarsí, ese central de tu equipo, llámese Rudiger o Asencio o quien sea que no es de mi equipo. Denunciar los robos arbitrales al ATM es deporte. Que tu lo quieres llevar infantilmente al terreno de la política, típico de culés, porque consideras que solo es falta si quien la comete es un jugador del RM y nunca del FCB es tu problema mental o de madurez. El robo es robo lo cometa RM o FCB. Ya sabemos que hay mucho infantilismo antimadridista por ahí que en realidad lo único que quiere es que gane el FCB para que el RM no sea campeón. Triste infantilismo ese. Otros, preferimos que gane el ATM a ambos equipos corruptos y si el VAR ayuda a ello porque hace más difícil las trampas, bienvenido sea. Y si la IA se aplica al fútbol en lo sucesivo, mejor que mejor, así evitamos a los Negreira o a los de la escuela de RMtv. Antes había 10 jugadas polémicas, ahora solo 5, aunque más ruidosas porque los tramposos no pueden hacer trampas tan fácilmente como antes.
¿Meter en el mismo saco a F. C. Barcelona que a Real Madrid?
Ya he propuesto a este medio digital que publique imágenes de los robos cometidos por ambos al Atlético de Madrid desde que se disponga de imágenes, para contrarrestar la propaganda blanca de su televisión. Te animo a que lo hagas, pero no olvides incluir jugadas como la de Marcos Llorente del otro día, porque en caso contrario, en caso de sectarismo ocultando los robos de tu equipo de Barcelona, tu análisis carece del mismo rigor que el que haría cualquier adolescente.
No olvides que algunos queremos que gane el Atlético de Madrid, no que pierda con el Fútbol Club Barcelona ni con ningún otro. Queremos ganar, ganar y ganar, como decía don Luís Aragonés q. e. p. d., como tu quieres que gane el Barsa, tu verdadero equipo. Ganar y no perder porque te crees que si el Barsa no gana, el que gana es el Real Madrid y no el Atlético en el que poca o ninguna fe tienes. Lo de tus análisis de loquero aficionado con terminología woke inglesa no valen nada para ocultar tu verdadera filia barcelonista, por eso te escuece el partido del otro día y su robo.
Y por último, te recuerdo que denunciar la corrupción es hipócrita, insincera y desacredita al que denuncia si se pretende colar el mosquito y se traga el camello con una actitud hipócrita. ¿Cómo podemos querer que no le roben al Atlético de Madrid en el Bernabéu y pongamos el grito en el cielo por los robos del RM y silenciemos los robos en los partidos contra el Barsa? Si callas una corrupción y sacas a la luz otra es que la corrupción no te importa nada, te da igual que al Atlético de Madrid le ROBEN temporada tras temporada y lo único que te interesa es que quien le robe sea el Barsa. Mucha hipocresía esa. El Atlético es víctima deportiva de la corrupción, DE UNOS Y DE OTROS. A ver si nos enteramos de una santa vez, coj*nes.
1 marzo, 2025
Lo que tu digas, fascista.