El Atleti goleó por tres goles a cero al Girona en el partido inaugural del curso liguero en el estadio Metropolitano, en un choque que sirvió para el primer encuentro con los nuevos fichajes en su hábitat natural, y también para el emotivo reencuentro con el escudo que todos sienten como propio y que regresó por mor de la fe de los que abrazan causas que parecen imposibles. Volvió el escudo, el Atleti, la grada fue una fiesta y los de Simeone regalaron tres goles para tres puntos como broche de oro a una noche que quedará en el recuerdo de muchos.
Fue la primera titularidad de Julián Álvarez, que mandó a Sorloth al banquillo y dejó en el aire la pregunta de si acaso no van a jugar juntos, si serán jugadores intercambiables, y ese será un debate recurrente porque el argentino está adaptándose, conociendo a sus compañeros, sus movimientos, sus pases, pero en la manera que tiene de buscar el gol, de acercarse a la zona de peligro, bien pudiera parecer que lo haría de manera más efectiva teniendo a otro punta por delante, pero eso es otro debate que ya habrá tiempo de tener. El caso es que ayer, incluso estando desubicado, realizó el primer tiro del partido, que se fue desviado, inició la jugada del segundo gol con una disputa ganada por alto, y también pudo haberse estrenado como goleador en una jugada que le sirvió a placer Llorente y que él buscó a la larga en vez de a la corta, que fue la intención del madrileño.
Llorente, sin duda el hombre del partido y uno de los que mejor han arrancado la temporada. Hizo el segundo gol, en una carrera de velocista de las suyas que culminó con un derechazo que dejó fuera de concurso a Gazzaniga, y dobló a Barrios en otra galopada ya al final para poner en bandeja a Koke el tercer y definitivo tanto. Su exuberancia física es arrolladora, y ha arrancado con pulsión goleadora. Nahuel Molina, con esa nube sobre su presente, debe rebelarse y buscar al campeón del Mundo, ya se lo advirtió Simeone, porque en esa competencia, también estará el éxito de todos.
Pero hasta el primer gol, el Girona fue un equipo muy ordenado, que presionaba mucho y alto, recuperando siempre muy rápido, que no dejaba jugar, que mantenía posesiones largas con precisión, tal vez con poca velocidad, pero que, después de haber sido desmantelado tras completar una temporada histórica, parecía mantener la personalidad, el bloque, la idea. ¿De qué les suena eso? El caso es que aquello parecía mucho más difícil de lo que fue y el Atleti no encontraba la verticalidad que necesitaba hasta que Griezmann anotó a balón parado el uno a cero en las postrimerías de la primera parte. Fue un gol bisagra, porque sirvió para relajar el marcador, pero también para conectar a Griezmann, que trotaba por el campo como si de una sombra se tratase. Un gol de falta, poco habituales últimamente, y cabe reseñar que fue una jugada provocada por una mano del portero fuera del área, que impidió el gol de Julián, que debió ser roja directa, pero que el trencilla Munuera convirtió extrañamente en amarilla.
Los refrescos de la segunda parte dieron al equipo lo que necesitaba: Koke, el acompañamiento que Barrios, otro de los hombres del partido, necesitaba. Correa y Sorloth lo que se espera de ellos, verticalidad, peligro, cercanía al gol. Reinildo, la solidez defensiva tras el peligro que se vislumbraba por la izquierda y sobre todo, el flamante fichaje llegado del Chelsea, Connor Gallaguer, dio corazón, pulmón, recuperación y una cosa tan importante o más, conexión con la grada, vibración, cada carrera suya, cada entrada, cada recuperación, era jaleada por la afición como si fuese un gol. Eso es caer de pie. Ojalá el inglés lo entienda, conecte con ello y sepa retroalimentarlo.
Y por supuesto, siempre hay que reseñar la portería a cero. Genial Giménez, todo el mundo preguntándose cuánto aguantará, muy serio Le Normand y Azpilicueta ahí, entre los dos, siempre cumplidor. Oblak, casi inédito, pero acumulando un nuevo partido sin goles que debe ser para él como ir cargando vidas extra. En definitiva, una fiesta inaugural y tres puntos esenciales para comenzar conectados el campeonato.
26 agosto, 2024
Pues como bien dices el Girona me dió algo de envidia en el sentido de que tenian una idea, la llevaban a cabo muy bien y como equipo en su conjunto me pareció mejor que el atleti.
Por otra parte el atleti defendió ordenado aunque se puede mejorar y la presion alta y la salida de balón también es mejorable, aunque se atisba la idea pero hay que trabajarlo más.
Los goles fueron más resultado de la combinación de la genialidad de nuestras grandes individualidades que de un trabajo de equipo… pero estamos empezando y mejor empezar con buen pie.
Saludos
27 agosto, 2024
Pues amí, no me gustó el atlético del primer tiempo. Creo que hay jugadores para no tener miedo a jugar más balón.