El diario de Heg (XVI) – Pizo en la delantera
22 de enero No me parece mal resultado un empate en San Mamés, pero con 0-1 estaba el Athletic para destrozarle a la contra. Nos dejamos llevar, nos empataron, y en la segunda parte acabamos dando gracias por el empate. Pero la clave estuvo en no hacer el 0-2 en la primera media hora. Siempre llegaba un jugador vasco a cortar el último pase, creo que más por torpeza que por falta de ambición. Ah, y Gameiro hay días, muchos, que parece...
El diario de Heg (XV) – Resultados
14 de enero Cuando se juega mal las victorias saben la mitad de dulces pero valen más del doble. Tres victorias consecutivas sin encajar un gol. Son datos. Lo demás, opiniones. Opino que jugamos mal. Que tenemos cada partido al menos dos lagunas graves en defensa que permiten ocasiones al rival, que la distribución en el mediocampo es una castaña, que no sé a dónde coño va Godín a rematar las contras y a sacar el balón regateando a...
El diario de Heg (XIV) – No reescriban la historia
7 de enero El Atleti mal en general. La victoria bien en particular ante un Eibar admirable. El Atleti se adelanta con un gol en fuera de juego y se beneficia en la primera parte de una mano no pitada de Vrsaljko en el área. Quizás nada de esto habría pasado si el árbitro hubiese hecho bien su trabajo y hubiese expulsado a Adrián en el 21. No puedes dejar de echar a un jugador porque te da pena. Quizás el Eibar con 10 habría sido...
El Diario de Heg (XIII) – El lugar en el mundo
17 de diciembre No me ha gustado el juego contra Las Palmas, pero me ha encantado ganar. No cabía otra posibilidad. He aquí mi resumen. Y ahora que no sale nada es cuando más valoro que se partan el pecho en el campo. Las carreras con el viento a favor son bonitas. Cuando hay una tormenta en contra es cuando se vuelven dignas de verdad. Y por cierto, Moyá culpable… de ser el auténtico héroe cuando nadie lo esperaba. Cuando...
El diario de Heg (XIII) – Tecnología, un peligro para ¿todos?
12 de diciembre Pésimo partido en Villareal. Lo peor no es que te metan uno o dos goles por errores clamoroso, sino que sepas que como eso mismo ocurra va a ser casi imposible que iguales. Y ésa sensación es la que transmite un equipo triste, que, me temo, es lo que hoy hemos sido. Y esa tristeza me preocupa más que cualquier táctica. Ser un castillo de naipes hace que todos se caigan con un soplido, por más que los naipes sólo...