Ansiedad anticipatoria

Se define en psicología y psiquiatría la ‘ansiedad anticipatoria’ como un miedo irracional a lo (malo) que está por venir y de lo que, en la mayoría de los casos, obviamente, no tenemos certeza alguna de que vaya a suceder. De hecho, suele decirse popularmente que el ser humano sufre más ‘por aquello que sospecha puede suceder que por aquello realmente sucede’.
Y una parte de la afición rojiblanca, con fundadas razones (no seré yo quien diga que no) está empezando a sufrir ese trastorno hasta unos límites que, por un lado, recomendarían ‘hacérselo mirar’ y por el otro, cada año se amplían hasta límites (valga la redundancia) que parecían insospechados pocos meses antes.

Viene todo este ‘rollo’ psicológico y/o filosófico al miedo infinito de perder al crack de turno en el siguiente día/semana/mes/mercado. E insisto, no seré yo quien diga que la propiedad rojiblanca no haya dado numerosísimas razones para la desconfianza e, incluso, el desasosiego. Pero creo que, como todo en la vida, en esto también hay límites. Al margen de todas las tropelías cometidas por la citada propiedad, hay un hecho que marca un antes y un después, un punto de inflexión en este asunto de la ansiedad anticipatoria de (una parte de) la afición rojiblanca: la venta del holandés John Heitinga al Everton ingles en el último día del mercado de fichajes de verano del año 2009. El famoso ‘heitingazo’.

A partir de ahí, (una parte de) la afición rojiblanca vive en un permanente sinvivir que la lleva a pensar que, en cada mercado, ya sea de invierno o de verano, le van a vender a la estrella de turno, cuando no a desmantelar totalmente el equipo. Y cierto es que la capacidad para generar ingresos (no hablare de la económica porque ahí ya entran en juego muchos otros factores, como la gestión) del Atlético de Madrid es la que es, muy lejos de la de los verdaderos ‘grandes’ europeos; y que la gestión que lleva a cabo la propiedad del Atlético es la que es. Y que, en años pasados, se ha necesitado (por la razón que sea) y se seguirá necesitando vender jugadores.

Eso es un hecho. Pero, de ahí a vivir con la permanente zozobra de quien va a ser la próxima figura en salir o quien va a pagar la cláusula de rescisión de tal o cual jugador, media un abismo. Incluso este año que parece las cosas se están haciendo notablemente bien desde un punto de vista deportivo, ya hay quien, en un ataque de ‘ansiedad anticipatoria’ desmesurado, ausente de toda lógica y que debería ser estudiado en las más prestigiosas escuelas de psicoanálisis, ¡vaticina que ‘lo que se está haciendo este verano es absolutamente insostenible y el equipo será desmantelado…en el verano de 2019!!!’

Diego Pablo Simeone mediante, estamos viviendo la etapa más gloriosa de la centenaria historia del Atlético de Madrid. Disfrutemos. ¿Mañana? ¿El mercado de invierno? ¿La campaña 2019/20? Ya llegaran. Disfrutemos el camino. Está mereciendo (mucho) la pena. Salvo para los de la ansiedad anticipatoria.

Autor: Vicente Soto

Nacido en Madrid, Criado en Ferrol. En Grenoble por trabajo. Ingeniero dedicado a las finanzas. Apasionado del fútbol. Atlético "a muerte". Socio nº 7646

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2 Comentarios

  1. Lo que pasa es que nuestra historia está jalonada con hechos que nos hace pensar en que cualquier día, nos pueden llevar a uno de nuestros jugadores mas importantes.
    Desde Hugo Sanchez hasta el intento, por parte de Florentino, de Lucas Hernandez hace cuatro días.
    Han sido esos casos los de Fernando Torres, De Gea, Kun Agüero, Falcao, Diego Costa, Filipe, aunque estos dos últimos y el primero volvieran, sin olvidar otros tiempos en los que nos quitaron a jugadores que ya teníamos firmado como Fernando Hierro o el en actual, el intento, con el caso Griezmann.
    Cuando se está en la elite y tus jugadores son la mayoría internacionales, y tu presupuesto anual no está entre los diez mayores de Europa, lo lógico es que otros vengan a por tus jugadores.
    Que alguno de nosotros tengamos esa «Ansiedad anticipada» solo quiere decir que sentimos que esa ansiedad nos la produce el carecer de ese músculo económico que nos hace sentir débil, antes los grandes ogros contra los que competimos.
    Madrid y Barcelona cuando necesitan completar sus plantillas, miran a la nuestra por si en ella pueden «pescar» lo que necesitan. Saben que en su «anzuelo» pueden poner el mejor «gusano» con el que convencer al que necesitan.
    Sucede en todas las parcelas de la vida misma. Nosotros mismos somos así.
    Un saludo.

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  2. ¿Ansiedad anticipatoria?, no, porque está basada en algo incierto. Pero con el gestor que está al frente del Atleti sabemos a ciencia cierta que ocurre, y si no, que le pregunten a Quique Flores lo que pasó con Simao y con Jurado.

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