La transición está ‘casi’ completa

Una semana se cumple desde que el Atlético de Madrid finalizara una de las Ligas más complicadas y extrañas de la historia reciente. Pese a que los datos certifican que esta ha sido la peor temporada de la era Simeone (70 puntos), muchos son los factores que otorgan a este campeonato un valor especial. La salida de varios jugadores clave en cada línea, la crisis del coronavirus y la anunciada marcha del ‘Mono’ Burgos han obligado al ‘Cholo’ a tener que reinventarse. Con una defensa totalmente renovada, un mediocentro reconstruido como Thomas y una promesa de 19 años como sustituto de Griezmann, el Atlético de Madrid tuvo que saltar al ruedo sin engrasar las piezas.

Las buenas sensaciones de pretemporada pronto se convirtieron en un espejismo. El comienzo inmaculado en Liga (tres victorias en los tres primeros partidos) se diluyó a partir de la derrota en Anoeta. Desde entonces, el cuadro rojiblanco evidenció una falta de regularidad en el juego y en los resultados impropia de los equipos de Simeone. Al técnico argentino le costaba dar con la tecla para recuperar la solidez defensiva perdida y solventar la abundante falta de gol. Estas dos carencias dejaron al Atleti apeado de la pelea por el campeonato desde noviembre. Los problemas se agravaron especialmente a domicilio, donde el equipo apenas había ganado tres partidos (Leganés, Mallorca y Betis) hasta el mes de junio.

Entre tanto bandazo, pocos nombres se erigían para sostener el barco a flote. La figura de Jan Oblak se ha mantenido como el principal referente de un plantel que, por momentos, dependió excesivamente de su estrella. El esloveno no ha podido conquistar su quinto Zamora consecutivo este año, pero pocas veces ha sido tan determinante para su equipo. Junto a él emergían nombres como el de Felipe, Correa o Morata. La descomunal irrupción el brasileño, el intermitente desequilibrio del argentino y la racha goleadora del español en el tramo final de 2019 permitieron que el club no se descolgara en la pelea por la Champions.

Enero dejó al equipo por los suelos. La gran actuación del Atleti en la Supercopa de España quedó totalmente enterrada con las derrotas frente al Éibar y el Real Madrid, el empate contra el colista Leganés en casa y, especialmente, con la eliminación en Copa a manos de un Segunda B como la Cultural Leonesa. Sin Koke, el Atlético de Madrid mostró la cara más pobre del curso. Sin embargo, todo cambió con el regreso del capitán. Su vuelta contra el Granada inició una espectacular racha de 17 partidos sin perder. La mejoría consumada por el regreso del vallecano permitió que el conjunto colchonero firmara una heroicidad para la historia. La eliminación del Liverpool tras una memorable remontada en Anfield supuso un antes y un después en la temporada.

El parón por el coronavirus dejó al equipo 6º a un punto de los puestos de Liga de Campeones, pero en el seno del vestuario no había preocupación. Si la competición se reanudaba, el equipo cumpliría el objetivo. Dicho y hecho. El retorno del Atleti ha sido prácticamente sobresaliente, lo que le ha permitido asegurarse su presencia en la próxima Champions y, al mismo tiempo, garantizar la tercera plaza otra campaña más.

La irregularidad del plantel y los grandes problemas del comienzo parecen haber quedado atrás. Solventado el año de transición, el Atlético de Madrid encara la Champions con la posibilidad de poner la guinda a una temporada atípica. Pocos equipos llegan en mejor estado de forma. El bloque ha recuperado la solidez atrás y ha paliado, en cierta medida, los problemas ofensivos de meses atrás. Buena culpa de ello la tienen el regreso de Yannick Carrasco y la meteórica aparición de Marcos Llorente. El centrocampista madrileño, que llegó del Madrid como reemplazo de Rodrigo Hernández, se ha convertido en la inesperada solución a la falta de pegada. A su exhibición en Liverpool le ha seguido un tramo final de campaña espectacular, convirtiéndose así en un jugador fundamental dentro de la delantera de Simeone.

No obstante, al ‘Cholo’ todavía le quedan cuentas pendientes de cara al partido que afrontará con el Leipzig el próximo 13 de agosto en Lisboa. Lograr la mejor versión de João Félix es la principal asignatura del preparador bonaerense. El precoz talento portugués ha mostrado destellos de su calidad, pero ha firmado una campaña bastante irregular. Sin embargo, la final a ocho que se disputará en su país natal le brinda una ocasión única de consumarse como el presente y el futuro de este Atlético de Madrid. Simeone sabe que gran parte de las opciones colchoneras pueden pasar por las botas del luso. Recuperarlo para la causa resultará fundamental para certificar la ansiada búsqueda de la ‘Orejona’. La Liga echó el cierre, pero al Atleti todavía le queda un último tango por bailar. Quién sabe, si el mejor de todos. Continuará…

Foto: atleticodemadrid.com

Autor: David Gómez

Alcarreño. Adicto a la buena música y a la escritura. Estudiando y haciendo periodismo con un micrófono y un papel. Esclavo de una pasión llamada Atlético de Madrid.

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