Sí, lo admito. Hoy tocaba previa. Debería estar hablando de números y precedentes, pero no me sale. Este sábado será el primer día del resto de nuestras vidas, así que me van a permitir que me tome ciertas licencias. No me culpen: es la única manera que tengo de amenizar el paso de un tiempo que hoy transcurre más lento de lo normal. Mientras eso sucede, la cabeza se debate entre mantener las tradiciones o entregarse al destino y viajar a Valladolid. No es un dilema fácil. Uno, que no se considera supersticioso, duda sobre la conveniencia de cambiar la fórmula padre, hermano y servidor en un sofá distinto y con la misma vestimenta que en las últimas jornadas. “Hoy no es día de tocar lo que funciona”, se asegura. Pero algún capricho del sino debe haber en ese penalti de Oblak contra el Alavés, en esa victoria del Granada en Barcelona, en ese palo en el 90’ del Elche o en ese gol de Suárez al Osasuna. Tanto sufrimiento, tantas emociones, no pueden ser en vano. Esta Liga, como diría Parménides, es y no puede no ser.
A Joaquín Sabina le sobraban los motivos. Al resto de hinchas atléticos, también. El Atlético de Madrid tiene razones suficientes para creer que esta tarde pasará a la historia como aquella tarde de abril en Sabadell, como aquel asalto al Bernabéu en el 77 o como aquella gesta en el Camp Nou. Nueve de las diez Ligas conquistadas por los colchoneros hasta la fecha se han ganado en la última jornada. La única excepción se produjo, precisamente, en Concha Espina. Desde Chamartín apelan a la leyenda del ‘Pupas’ con la misma desesperación y vehemencia que evocan al ridículamente denominado Pacto de Pucela.
Sin embargo, lo cierto es que el Atleti goza de una efectividad casi plena en los desenlaces de infarto. De las diez ocasiones anteriores en las que ha llegado con posibilidades de salir campeón al final, los rojiblancos se han alzado con el título liguero en nueve. Solo se escapó en aquel famoso Atleti-Barça de la temporada 70/71, cuando el empate a cero entre atléticos y culés proclamó campeón al Valencia. Todo lo demás, mal que le pese a algunos, ha sido una historia de éxitos y alegrías. Si el Atleti es el ‘Pupas’, los demás son el ‘Costras’. Palabra de Sabio. Y si no, que se lo pregunten al Tenerife. Son ellos, los mismos que sucumbieron en el Heliodoro año sí y año también, los que llevan pregonando desde febrero la hecatombe rojiblanca. A estas alturas, nadie sabe si el Atleti ha dilapidado nueve, once o treinta puntos de ventaja. Sucede aquí un fenómeno similar al que acontece con el salario de Simeone. A cada día que pasa, mayor es la cifra.
Sea como fuere, el Atlético de Madrid ha llegado líder a la última jornada. En ese lugar lleva desde noviembre. Partido a partido, punto a punto, victoria a victoria. Ni las profecías mesiánicas de los gurús que se la daban por ganada en enero y por perdida en abril lo han desbancado de ahí. Pero el hincha del Manzanares es precavido, porque muchas ha visto y muchas ha vivido. Es inevitable que la figura de Sánchez Martínez le evoque al infame Álvarez Margüenda, o que vea en un Real Valladolid casi descendido la reencarnación del Brasil del 82. Somos así, y que nunca nos cambien. Por eso, hoy viajamos con todo y con todos a por la Liga. Y usted, que está tan nervioso como excitado, cogerá su camisa del ‘Doblete’ y recorrerá lo que haga falta para estar en la ciudad del Pisuerga. Así que disfrute, hidrátese y celebre. Pase lo que pase hoy, ya somos campeones. Y de fútbol, hablamos otro día. Forza Atleti.
Foto: @Palindron
